¿Has visto alguna vez una sandía cuadrada? ¿Sabes cómo es? ¿Y lo que llega a costar? Hace unos tres años se pusieron de moda en Japón, donde se han llegado a pagar más de 500 euros por una.
Pero, ¿cómo es una sandía cuadrada? ¿Se puede hacer? Te lo explicamos todo a continuación.
El origen e historia de la sandía cuadrada
Antes de hablarte del proceso para obtener una sandía cuadrada conviene que conozcas cuál es la historia y origen de estas.
Para ello, nos tenemos que remontar varios años atrás. De hecho, aunque te hemos citado 2020 como una fecha clave, esta fue cuando se puso de moda y prácticamente el mundo entero conoció este tipo de sandías, pero ya se llevaban comercializando mucho antes.
Realmente el motivo por el que se crearon era porque necesitan que tuviera una forma que fuera fácil de transportar y en grandes cantidades. Si has comprado varias sandías sabrás que, por su forma redonda, muchas veces es casi imposible guardarlas bien en el frigorífico, y siempre has de hacer malabares para que quepa todo.
Pues eso mismo fue lo que pensaba Tomoyoki Ono quien tuvo la idea de darles la forma cuadrada de la que te hablamos hoy.
¿Y cómo lo hacían los agricultores? Fácil, colocaban la sandía que estaba creciendo en un recipiente cuadrado de metal y cristal. Según hemos sabido, solo tenían que estar entre tres y cuatro días para que adaptara la forma y entonces ya tenían este producto.
Y que sepas que se convirtió, y aún lo es, en un producto de lujo, llegando a pagar entre 300 y 500 euros por una sandía cuadrada.
Una de las tiendas en Japón que vende este producto es Sembikiya. En España es bastante más complicado de encontrar, aparte que su precio puede dispararse aún más.
Pero, afortunadamente, tú también podrías hacer sandías cuadradas. ¿Te explicamos cómo?
Cómo cultivar una sandía cuadrada
Seguro que, si has leído lo anterior, sabrás que el secreto para que salgan sandías cuadradas no es otro que meterlas en un recipiente cuando están creciendo para que adquieran esta forma. Pero, ¿cuáles son los cuidados que necesitan? ¿Es importante estar pendiente de ellas? ¿Cuánto tiempo se dejan en el recipiente?
Ya sea que tengas un huerto pequeño en el jardín y te decidas a plantar semillas, o que seas agricultor y quieras sacar un poco más de dinero por esas sandías originales, aquí te contamos cuáles son los pasos que deberías dar.
Tener los elementos básicos
Por elementos básicos nos estamos refiriendo, de primeras, a las semillas. Es importante contar con ellas ya que, de lo contrario, no vamos a tener nada que plantar.
Hay algunas variedades de sandía que se recomiendan más para hacer este tipo de sandía cuadrada que otras. En general, las que sean de tamaño pequeño o mediano son mucho más susceptibles para «moldear», así como las que tarden menos en estar en la mata.
Pero si tienes paciencia y dejas tiempo seguro que puedes probar con todas.
El segundo elemento imprescindible es una caja con forma cuadrada. Bueno, cuadrada, triangular, rectángula… como quieras, porque en realidad le podrías dar la forma que quisieras. Incluso de un diamante.
El objetivo de la caja es que la sandía crezca en su interior y que adopte la forma. Al principio se hicieron cuadradas pero ahora en el mercado, sobre todo en el nipón, se pueden encontrar triángulos, pirámides e incluso diamantes. Ya dependerá de lo que quieras.
Aun así, no vale cualquier recipiente. Es importante que este permita que pase la luz sola y el aire para que esté bien aireada y no se pudra.
Dependiendo del tamaño que puedan alcanzar las sandías tendrás que tener un recipiente más grande o menos (independiente de que cuando metas la sandía lo abarque todo o no).
Por ejemplo, imagina que has plantado semillas de sandía de 8 kilos (por poner una cifra) y colocas la caja para que tenga esa forma. Pero es una caja para sandías de 6 kilos. Dirás, bueno, cuando ya tenga la forma seguro que la mantiene. Y podrías pensar eso si tenemos en cuenta lo que te hemos dicho antes que, según hemos investigado, las cajas se dejan 3-4 días. Pero no es así. Cuando quitas la caja, si sigue creciendo, lo normal es que lo haga más por un lado que por otro, y entonces pierde la forma.
Por eso, siempre debes conseguir una caja que sea de un tamaño ligeramente inferior, pero no mucho, porque cuando la quites para que terminen de hacerse las sandías pueden perder la forma que llevabas tiempo queriendo que adquirieran.
Las mejores son las cajas de vidrio y acrílicas (y por si no lo sabes, en Internet se pueden encontrar esos moldes para sandías cuadradas).
En caso de que no las encuentres, siempre se puede hacer de metal o de madera mientras tengan bastantes agujeros.
Colocar la caja en la planta
Ya tienes los dos elementos principales. Has plantado las semillas y estas han empezado a germinar, crecer, florecer y ahora te encuentras con mini sandías creciendo en tu huerto. ¡Bien hecho!
Ahora es el momento de meterlas en la caja. Eso sí, escoge solo aquellas que no tengan daños, manchas o agujeros que haya provocado algún insecto. De esta manera conseguirás que crezca de modo uniforme sin tener ningún daño.
Los expertos recomiendan que, a la hora de colocarla, tienes que permitir que, al menos por un lado, se pueda mover. Además, hay que rellenarla con tierra para aplastar bien la sandía y que crezca. Aunque también puedes armarte de paciencia y ver que vaya creciendo poco a poco y observando cómo llena la caja.
Lo que nunca debes hacer es separar el tallo del fruto, porque entonces dejará de crecer. Por eso esas cajas deben tener un agujero por donde pase el tallo y no se vaya a romper.
Cuidados de la sandía cuadrada
¿Sabes cuáles son los cuidados de la sandía? Pues esos mismos son los que debes darle salvo un detalle: procurar que el agua de riego no le caiga a la caja porque, al estar la sandía encerrada en ella, si le entra agua puede provocar humedad y moho y echar a perder el fruto que intentas cosechar.
Solo tienes que esperar a que esté para cosechar para quitar la caja, o quitarla uno o dos días antes, y ya ponerla sobre la mesa.
¿Te has comido alguna vez una sandía cuadrada?