El verano es una época en la que, por lo general, las temperaturas son altas y las lluvias más bien escasas, especialmente en la región mediterránea, donde es fácil que el termómetro marque 30, 35, 40 grados centígrados. La buganvilla, con este calor, crece a un ritmo algo más lento que cuando no hace tanto. Por esto, es importante saber si es posible podarla durante esta estación, o si es mejor esperar a que llegue el otoño.
Como es muy normal tener dudas, vamos a ver si se puede podar la buganvilla en verano, y qué es lo que hay que tener en cuenta para hacerle el menor daño a la planta.
¿Se pueden podar las buganvillas en verano?
Antes de nada, me gustaría darte mi opinión personal al respecto, y es que, si algo he aprendido desde que empecé a cultivar plantas en el 2006, es que el clima influye muchísimo en el crecimiento de la flora. Por ejemplo, cuanto más extrema (ya sea alta o baja) sea la temperatura, menos crecerán. Pero además, hay que pensar en la humedad relativa; es decir, en las gotitas de agua que acaban en las superficies cuando es alta.
Ojo: con humedad no me refiero a la lluvia. La humedad es el rocío, pero también es aquello que hace que la sensación térmica sea mayor o menor dependiendo de la estación en la que nos encontremos. Es decir, es lo que hace que, por ejemplo, el termómetro marque 30ºC pero que la sensación térmica sea de 40 o 42ºC si la humedad es del 70%.
Esta situación es incómoda para los humanos, puesto que el cuerpo se esfuerza por mantenernos frescos -a través del sudor-, pero también para las plantas, ya que también ‘sudan’ (el nombre técnico es transpiran). Y al igual que nos pasa a nosotros, si las plantas pierden más agua de la que son capaces de absorber, se deshidratan y pueden llegar a morir.
Por eso, no recomiendo podar las buganvillas en plena ola de calor, puesto que lo pasarían bastante mal. Pero tampoco aconsejo hacerlo durante el/los mes/es más cálido/s del año (en España, son julio y agosto), ya que es cuando están creciendo con más rapidez.
¿Qué se necesita para podar la buganvilla?
Dado que es una planta trepadora cuyas ramas no son muy gruesas, es relativamente sencillo podarla con muy pocas herramientas, las cuales son:
- Tijeras domésticas: pueden ser de manualidades o de cocina. Son muy aconsejables usarlas para podar brotes tiernos/verdes.
- Tijeras de podar de yunque: estas han de estar afiladas, ya que el corte ha de ser lo más limpio y recto posible. Te servirán para podar ramas de entre 0,5 y 1 centímetro de grosor. Más información.
- Sierra de mano: para las ramas más gruesas. Pero esta no debe usarse en verano, pues podríamos causarle problemas a la planta. Por ejemplo, podríamos hacer que su salud se debilitara, puesto que el olor de la herida que le causáramos podría atraer plagas. Además, se vería obligada a gastar mucha energía en cerrar dicha herida, una energía que, durante el verano, es preferible que gaste en crecer y florecer.
¿Cómo podarla en verano?
Ahora que ya sabemos si se puede o no podar la buganvilla en esta estación, y las herramientas que necesitamos para ello, es momento de descubrir cómo podarla; es decir, ahora toca ponerse los guantes de jardinería para evitar accidentes, limpiar las herramientas con agua y un poco de jabón lavavajillas, y ponernos manos a la obra.
Pero, antes de comenzar a cortar, yo te recomiendo que te alejes un poco de tu planta para que, así, puedas tener una visión general de cómo se ve ahora. Además, así podrás identificar de una manera más sencilla y rápida, cuáles son los tallos que te gustaría recortar, y aquellos que deseas quitar. Eso sí, recuerda tener presente que, durante esta poda, solo quitarás tallos tiernos, o como mucho, que hayan empezado a lignificar; es decir, solo trabajarás sobre tallos delgados de hasta 1 centímetro de grosor.
¿Qué tallos quitar?
Aunque depende mucho de cada uno/a, lo que se debe quitar son los tallos que estén muertos, doblados o rotos. Con esto lograrás que la buganvilla se vea mas bonita, y más sana. A parte de eso, podrás tener una visión más real de su estado. Pero no, no habrás terminado.
El siguiente paso es identificar aquellos tallos que le dan un aspecto que no termina de gustarnos. Pueden ser, por ejemplo, aquellos que han crecido mucho más de lo esperado, y que le den un aspecto como de abandono. Asimismo, si nuestra trepadora ha producido demasiados tallos y se ven enmarañados, podremos quitar algunos para que el Sol pueda llegar bien a toda su superficie.
Por último, en el caso de que quieras podar algún tallo grueso, de más de un centímetro de grosor, después de podarlo ponle pasta cicatrizante. De este modo, reducirás el riesgo de que tenga plagas como consecuencia de la poda.
Así pues, podar la buganvilla en verano es posible, pero solo si presta atención a ciertos detalles como el clima para que no haya sorpresas.