Regar las plantas con vinagre parece un truco propio de las abuelas, pero resulta que es algo con efectos beneficiosos en ciertos casos. Y es que el vinagre es un producto que nos sorprende día a día porque tiene usos que van más allá de la alimentación, puesto que también es muy útil para limpiar y desinfectar.
Como decíamos, se puede utilizar para regar las plantas, pero hay que hacerlo con precaución y teniendo en cuenta que esto solo es bueno para ciertas especies. Para no equivocarte y causar daño a tus plantas, presta atención a lo que te vamos a contar.
¿Qué beneficios tiene el vinagre para las plantas?
Si tienes por casa una botella de vinagre, toma buena nota de todos los usos que puede tener el vinagre para las plantas.
Acidificación del suelo
El vinagre es ácido acético y, como tal, tiene la capacidad de reducir el pH del suelo si este es demasiado alcalino.
Hay variedades vegetales como las azaleas y los rododendros que crecen mejor en suelos ligeramente ácidos, por lo que no está de más añadir un poco de vinagre diluido en el sustrato para mejorar sus condiciones y hacerlo más apto para este tipo de plantas.
Acidificación del suelo
Las aguas duras con mucha cal no son buenas para regar las plantas, porque retienen los minerales que les sirven como nutrientes. Una solución sencilla es utilizar el vinagre para acidificar el agua. Esto consigue que esos nutrientes se liberen y puedan ser absorbidos por las plantas.
Para conseguir este efecto, deja el agua de riego en reposo durante unas horas con unas gotas de vinagre. Añade una cucharada sopera de vinagre por cada litro de agua que vayas a utilizar.
Control de malezas
El vinagre es un herbicida natural con una gran efectividad a la hora de controlar el crecimiento de malezas no deseadas.
Aplícalo sobre la zona a deshidratar, en la parte superior de las plantas. Con cuidado de no mojar a las plantas que sí deseas conservar, ya que estas también podrían resultar dañadas por el efecto del vinagre.
Eliminación de los depósitos de cal
Si tus macetas acumulan depósitos de cal o de otros minerales en la base, aplica un poco de vinagre con un paño y podrás eliminarlos de forma rápida y sencilla.
Control de plagas
El vinagre es un repelente natural para insectos como las hormigas y las babosas. Lo único que tienes que hacer es rociar una solución de vinagre diluido en agua alrededor de las plantas, o directamente sobre las plagas si están haciendo de la suyas.
Desinfección de herramientas de jardinería
Puedes utilizar un algodón empapado en vinagre para limpiar tus herramientas de jardinería y las macetas. Así previenes la propagación de enfermedades de una planta a otra.
Regar las plantas con vinagre, ¿sí o no?
La respuesta es sí, pero solo en casos muy concretos. Por ejemplo, podemos usar vinagre para las hortensias para ajustar el pH del agua y que así luzcan su mejor aspecto.
El vinagre se puede utilizar en pequeñas cantidades y solo de forma ocasional en:
- Plantas que prefieren suelos ácidos. Como las gardenias o los arándanos. De vez en cuando podemos diluir un poco de vinagre en el agua de riego para acidificar el suelo.
- Plantas tolerantes al vinagre. Algunas especies se benefician del uso ocasional del vinagre, como los cactus y las suculentas. Pero siempre en muy poca cantidad y de manera muy esporádica.
- Plantas con problemas de hongos o plagas. Si tienes una planta infectada de hongos o con una plaga de insectos, rocía una solución de vinagre diluido alrededor de la planta o incluso en las propias hojas. Hazlo al final del día para que el sol no incida sobre el vinagre y acabe quemando las hojas.
Si vasa regar las plantas con vinagre, sigue estos consejos para evitar daños:
- Aplica el vinagre solo de forma esporádica.
- Dilúyelo en agua, no lo apliques nunca de forma directa.
- Haz una pequeña prueba de resistencia antes de regar completamente una planta con vinagre diluido en agua.
- No lo apliques en los días calurosos y soleados para que no se produzcan quemaduras en los tallos y en las hojas.
¿Por qué no deberías regar las plantas con vinagre?
Fuera de los casos que hemos visto, no es nada recomendable añadir vinagre al agua de riego de tus plantas, porque puede tener efectos nocivos.
Daño a las raíces
Al acidificar el suelo, puede provocar un daño en las raíces de las plantas que no necesitan un entorno tan ácido. Estas podrían llegar a quemarse o pudrirse, y sería casi imposible recuperarlas.
Quemaduras en las hojas
El vinagre concentrado puede quemar las hojas si se aplica directamente sobre ellas, esto ocurre porque su acidez daña la capa externa de las hojas, provocando la aparición de manchas marrones o amarillas.
Alteración del equilibrio del suelo
Un uso excesivo de vinagre en el agua de riego altera el equilibrio de nutrientes del sustrato, lo que puede afectar a la salud y al crecimiento de las plantas.
Si el pH se vuelve demasiado ácido, algunos nutrientes estarán menos disponibles, y esto puede causar deficiencias nutricionales en muchas especies.
Muerte de microorganismos beneficiosos
El vinagre es capaz de matar microorganismos que están en el suelo y que se encargan de descomponer la materia orgánica y aportar nutrientes a las plantas. Si acabamos con ellos, notaremos que las plantas empiezan a crecer más lento y se muestran menos vigorosas.
Daño a las plantas sensibles
Algunas plantas son especialmente sensibles al vinagre y pueden llegar a morir si las exponemos de forma habitual a este producto. Su efecto es especialmente grave en las plantas de interior, que requieren unos cuidados más específicos y son más delicadas que las de exterior.
En resumidas cuentas, regar las plantas con vinagre solo se admite en casos muy concretos, y siempre aplicando cantidades muy pequeñas. Si tienes dudas sobre si una planta admite o no el vinagre, lo mejor es que no lo pruebes.