Muchas son las interrogantes al momento de crear un huerto, bien sea este familiar, escolar, urbano o comunitario, ya que es el mismo, lo único que varía es el lugar donde se encontrará nuestro huerto.
Para comenzar en el mundo del cultivo, primeramente debemos saber qué es un huerto, ya que un huerto es un área de terreno destinado para el cultivo de hortalizas, vegetales e hierbas de todo tipo, aunque esto está condicionado por el tamaño, el tipo, el sistema de riego y el clima que disponga nuestra huerta, sobre todo del clima que se presente depende el tipo de plantación, ya que tampoco se dan las mismas plantas en las diferentes estaciones del año y de eso hablaremos en este artículo.
Los huertos son espacios que deben estar siendo constantemente atendidos de agentes externos que afectan el estado de las plantas y/o frutos que estén por cosecharse.
Este es un trabajo diario que lo demanda el cultivo y es que dependiendo lo que se quiera cultivar, el huerto puede requerir encontrarse en espacios cerrados o abiertos y ante esto, quien lo cultiva, debe ajustarse. También el sistema de riego, si es automático o manual, si el cultivo requiere gran cantidad de agua a lo largo del día o no.
Los huertos tienen una muy puntual diferencia con las granjas y es que las granjas son espacios de producción masiva y las huertas por lo general son espacios más reducidos que producen una cantidad prudente para un consumo local o personal.
Entre los tipos de cultivo, como ya se mencionó anteriormente, están el urbano, el escolar y familiar.
La idea del cultivo urbano se originó en al año 2008 en una antigua ciudad estadounidense, cuando personas decidieron llevar a la ciudad el ambiente del campo. Esta idea conforme fue pasando el tiempo, fue causando cada más iniciativa por parte de las personas con la intención de instalar camas de cultivo en diferentes espacios de la zona; permitiendo abastecer y dar soporte a diferentes comunidades como escuelas, restaurantes, entre otros.
Otras veces, estos espacios para el cultivo urbano son propiciados por entes gubernamentales con la intención de promover la diversificación de alimentos y es que como ejemplo, el cultivo escolar, como indica su nombre, se establece en las escuelas y septiembre es una fecha muy propicia para iniciar un huerto escolar ya que es el comienzo de una nueva jornada escolar.
Con este tipo de iniciativa, se les educa a los niños y van teniendo relación con el medio ambiente, la buena alimentación y la agricultura, como el huerto familiar que está situado en las viviendas, se crea y se cultiva con la intención de abastecer un autoconsumo.
Indistintamente del tipo de huerto que se vaya a cultivar, los cuidados dependiendo de la zona climática, son los mismos y es que Septiembre es una fecha en la que se recogen las cosechas del verano y se preparan las que serán para el otoño-invierno.
En estas fechas se cultivan plantas que comprendan ciclos cortos para lo que será en la temporada del otoño y del invierno o aquellos que pueden permanecer durante todo el año. Al momento de hacer la preparación de este cultivo hay que tomar en cuenta que por la época se pueden combinar tanto las altas temperaturas del verano como las bajas y lluvias del invierno.
Entonces, si no sabes que sembrar en tu huerto en el mes de Septiembre, aquí te dejamos varias opciones, como lo son el ajo, guisantes (evitando el contacto con el ajo, aunque si es compatible con lechugas, zanahorias, rábano y col), zanahorias (aunque estas pueden sembrarse durante todo el año evitando las heladas), habas (cultivarlas con verduras de su misma familia, lechuga, zanahoria, rábano), acelgas, espinacas (ideal para estas fechas y recuerda que estas se siembran en grupos de 3 y 4 semillas con un aproximado de 20 centímetros de distancia), rábano, lechugas, apio, repollo y coliflor, brócoli, coles de Bruselas, cebolla, menta, caléndula y borraja.