Perú ha depositado semillas de ajíes nativos en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard (Noruega), el almacén de seguridad más importante del mundo para la biodiversidad agrícola. La entrega refuerza la protección de recursos genéticos clave y sitúa a los ajíes peruanos en un entorno diseñado para resistir escenarios extremos.
El operativo fue liderado por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego a través del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), que formalizó el envío de 25 muestras de semillas pertenecientes a cuatro especies del género Capsicum. El objetivo es garantizar que, ante catástrofes o pérdidas masivas de cultivos, el material pueda ser recuperado y multiplicado con seguridad.
Qué se ha enviado y por qué importa
El lote depositado comprende 25 muestras de semillas de ajíes de las especies Capsicum chinense, C. frutescens, C. baccatum y C. annuum. Estas especies aportan una gran diversidad de aromas, colores y niveles de picor, y son valiosas para la investigación que busca variedades más resistentes al cambio climático y a nuevas plagas.
Según el INIA, salvaguardar estas semillas es una apuesta de futuro: proteger el germoplasma de ajíes preserva sabores, identidades culinarias y opciones de mejora genética para la agricultura. La misión contó con el apoyo de la Embajada del Perú en Noruega y la coordinación técnica de NordGen.
Svalbard: el respaldo de la agricultura mundial
La Bóveda Global de Semillas se encuentra a más de 130 metros dentro de una montaña en el archipiélago de Svalbard. El emplazamiento aprovecha el permafrost y la baja temperatura natural para conservar el material durante décadas sin consumo eléctrico, y está construido para resistir terremotos y otras catástrofes.
Este depósito internacional reúne más de 1,3 millones de muestras de casi todos los países, que representan más de 6.000 especies de cultivos. El Nordic Genetic Resource Center (NordGen) supervisa el acceso y la logística, garantizando la trazabilidad y el resguardo a largo plazo de las semillas.
Conexión europea y oportunidades para España
El resguardo en Noruega acerca estos recursos a redes de investigación europeas en fitomejoramiento, seguridad alimentaria y biodiversidad. Para España, con tradición en pimientos y guindillas (también Capsicum), el acceso a germoplasma diverso de ajíes nativos puede favorecer el desarrollo de materiales con mejor tolerancia a estrés hídrico, calor y enfermedades emergentes.
Además, la diversidad de compuestos organolépticos de los ajíes peruanos ofrece margen para innovar en gastronomía y en la industria de alimentos europea, manteniendo control sobre el picor, aroma y color de salsas, adobos y conservas sin perder trazabilidad genética.
Detrás del envío: el banco de germoplasma del INIA
El material depositado procede del trabajo del Banco de Germoplasma del INIA, que custodia más de 17.000 muestras correspondientes a 56 cultivos en 21 Estaciones Experimentales Agrarias. En el caso de Capsicum, la prioridad es conservar líneas bien caracterizadas y con potencial de uso en mejora genética.
El INIA destaca que la conservación ex situ se complementa con la labor de agricultores y comunidades que mantienen las variedades in situ. Esta doble vía de resguardo permite que las semillas de ajíes con interés agronómico y cultural estén protegidas y disponibles para futuras investigaciones y reintroducciones.
Qué especies se preservan y su valor
Las especies enviadas —C. chinense, C. frutescens, C. baccatum y C. annuum— abarcan perfiles de picor y usos culinarios muy distintos. Entre las variedades de Capsicum más conocidas en Perú figuran el ají amarillo, ají panca o el charapita, ejemplos que ilustran la amplitud de sabores y aplicaciones culinarias del género, aunque el INIA no ha detallado cuáles de ellas integran exactamente el depósito.
Para Europa, esta diversidad genética es una fuente estratégica de rasgos de interés: productividad estable en climas cambiantes, mayor resistencia a patógenos emergentes y perfiles sensoriales diferenciados. Integrar este material en programas europeos puede acelerar la adaptación varietal sin comprometer la calidad organoléptica.
La colaboración con NordGen y el acceso ordenado a la Bóveda de Svalbard garantizan que los ensayos y la eventual multiplicación se realicen con criterios científicos y de bioseguridad, preservando la integridad de las colecciones y su trazabilidad para futuras generaciones.
Con este envío, Perú refuerza su papel en la conservación de los recursos fitogenéticos de Capsicum y Europa asegura un punto de apoyo para investigación y mejora. Las semillas de ajíes quedan a salvo en el Ártico, preparadas para respaldar a agricultores, centros científicos y cadenas alimentarias si hiciera falta recuperar o reintroducir material de calidad contrastada.