Los bonsáis son unas plantas muy curiosas y excepcionales. Con ellos, podemos tener un pedacito de naturaleza en nuestro hogar, y mantenerlos en unas bandejas especiales durante muchos, muchos años.
Nos llaman tanto la atención que a veces incluso es probable que hayamos caído en la tentación de comprar semillas. Pero… ¿existen las semillas de bonsái?
Cuando vemos a un árbol en miniatura creciendo en una mini-bandeja, lo que vemos es el resultado de un trabajo que ha llevado años, ya que las plantas por sí solas crecen como le dictan sus genes que deben hacerlo. El Bonsái es, pues, una técnica para diseñar maravillosas obras de arte vivientes… que nunca se acaba. De hecho, oí decir alguna vez a un maestro bonsaísta que »tú lo ves nacer, tus hijos lo forman y tus nietos lo disfrutan».
Teniendo esto en cuenta, las semillas de bonsái lamentablemente no existen. Cuando compramos estas semillas, en realidad lo que nos estamos llevando a casa son, si todo va bien y germinan, futuras plantas para tener en el jardín o en maceta.
Si queremos crear nuestro propio bonsái a partir de cero tendremos que proceder a sembrarlo en un semillero con un sustrato poroso (muy recomendable utilizar akadama sola o con kiryuzuna en una proporcion de 7:3 para que las plantitas tengan un excelente comienzo). Por lo general, las primeras despertarán al cabo de dos meses y, cuando tengan entre dos y cuatro pares de hojas verdaderas se podrán pasar a tiestos algo mayores, cortándoles previamente la raíz pivotante (se distingue de las demás por ser la más gruesa y larga).
A medida que se vaya fortaleciendo podremos empezar a trabajarlo. Eso sí, debes saber que hay que tener mucha paciencia y respetar los ciclos de nuestro árbol, pues de lo contrario podríamos acabar retrasando los trabajos todo un año. En este artículo encontrarás mucha más información sobre cómo hacer un bonsái a partir de semilla: pincha aquí.
Así que ya sabes, no te dejes engañar por aquellos que te quieran vender semillas de bonsái.