En la antigüedad, tanto los hongos como las setas eran considerados plantas ya que no podían moverse. Además, tenían la característica en común que crecían en la tierra. Además, en la actualidad podemos ampliar nuestros conocimientos sobre las setas y su hábitat para entender mejor su papel en el ecosistema. De esta forma, a lo largo del tiempo, han sido estudiados por la ciencia conocida como botánica. A medida que ha ido aumentando los estudios en biología se supo que la setas no tienen clorofila, por lo que no pueden pertenecer al grupo de las plantas. Tampoco realizan la fotosíntesis, siendo la característica principal de todas las plantas.
Características principales
La forma en la que se clasificaban las setas en la antigüedad se basaba en algunas de sus características más evidentes. Sin embargo, dado que no podía establecerse como una planta ya que no poseían clorofila y no realizaba la fotosíntesis, se podría englobar en el reino animal. Igualmente, tampoco acabaría de encajar ya que la clasificación no era del todo exacta. La solución era clasificar estos tipos de seres vivos en el reino fungi. Es así como nace el reino fungi al que pertenecen las setas y los hongos. En este reino se incluye más de 100.000 especies e hizo necesario que apareciera una nueva ciencia que se encargara de todo su estudio. Hoy en día conocemos a esta ciencia como la micología.
Vamos a analizar cuáles son las diferentes partes de las setas:
- Himenio: es la parte que está situada bajo el sombrero y puede tomar distintas formas. Pueden ser en forma de láminas, tubos, aguijones o pliegues. La función principal que tienen el himenio es la de crear, desarrollar, almacenar y dispersar todas las esporas que son las encargadas de un nuevo ciclo de formación de una seta. Es como si fueran las semillas de una planta.
- Sombrero: está situado sobre el pie y tiene la función de proteger la formación de las esporas. La principal función de una seta es reproducirse y aumentar su área de distribución. Gracias a las esporas esto es posible.
- Pie: es el encargado de sujetar el himenio y el sombrero. Hay algunas setas que no suelen tener pie o estar muy atrofiados. En este caso, cuando encontramos algunos pies de este tipo se dice que tienen aspecto sésil.
- Volva: es un fragmento en forma de membrana que procede del velo general y que envuelve la base del pie en algunas setas. Suele ser más común en algunos géneros como es el de Amanita y Volvaria, de ahí su nombre. En algunas ocasiones, puede ocurrir que la volva desaparezca cuando la seta madura.
- Anillo: se trata de que el resto de la membrana que procede de la ruptura del velo parcial interno. No todas las setas tienen anillo. Esta cortina está formada por una masa de fibras de muy pequeño en tamaño muy finas que da lugar a una especie de velo que recubre y protege el himenio.
Hábitat de las setas
En la parte más importante de las setas está bajo tierra y está formado por una red de filamentos conocida como micelio. El carbono no sólo es importante para las plantas, sino también para las setas. Al no tener clorofila, están obligadas a conseguir el carbono extrayéndolo de los organismos vivientes ya sean vegetales o animales. También pueden llegar a tomarlo de sustancias orgánicas presentes en el terreno. Hay muchas setas que se sitúan en los troncos de los árboles o en suelos ricos en materia orgánica. Es raro encontrar setas en suelos pobres tanto de materia orgánica como de humedad. Cuando se depositan en los árboles, vemos que caen gran cantidad de hojas muertas y las setas extraen el carbono de dicha materia orgánica en descomposición. Para conocer otras plantas que comparten ecosistema con las setas, te recomiendo visitar tipos de plantas que comparten hábitat con las setas. Suelen ser muy buscadas por su delicioso sabor, y algunas de ellas alcanzan a ser muy cotizadas, formando parte de los alimentos más caros del mundo. Debemos saber que no todas las setas son comestibles, por lo que es necesario conocer muy bien cuáles son aquellas setas venenosas.
Setas venenosas y comestibles
No distinguir bien entre las setas que hemos encontrado y recolectado puede garantizarnos un buen problema. Hay que tener en cuenta que existen setas comestibles muy parecidas a otras que son venenosas. Por ejemplo, una de las setas más exquisitas de probar es la Amanita oronja y es muy parecida a la seta venenosa Amanita muscaria. Ambas pertenecen al mismo género, que incluye algunas de las setas más venenosas que existen.
Por otro lado, tenemos el bastante apreciado boleto comestible que pertenece a un género que tiene bastantes especies peligrosas, como el boleto del diablo. Otras setas son más fáciles de reconocer, como los rebollones, níscalos y los agáricos. Algunas especies de setas son inocuas solamente si se consumen muy frescas, ya que se descomponen rápidamente. Aquí tenemos las clavarias, coprinos y las colmenillas.
Mitos y curiosidades
Vamos a ver cuáles son los principales mitos y curiosidades que tienen las setas. Sobre estos hongos se dicen gran cantidad de mitos. Se suele creer que beber con algunas pruebas puede determinar si una seta es comestible o no. Sin embargo, estas pruebas no son confiables para identificar correctamente las setas.
- Se dice que una seta mordisqueada por caracoles es buena. Esto es algo totalmente falso, ya que los caracoles pueden llegar a comer sin sufrir ningún daño setas que para el hombre serían mortales.
- Otro de los mitos es que las setas con sabor dulce y aroma agradable son seguras. Existen algunas setas muy peligrosas que cuentan con un sabor y olor agradables, lo que las hace más atractivas, pero contienen gran cantidad de veneno.
En conclusión, hay que tener mucho cuidado y experiencia sobre setas para distinguir cuáles son comestibles y cuáles no. Espero que con esta información puedan ampliar su conocimiento sobre las setas comestibles y venenosas características.