Smilax

Frutos de Smilax

Imagen – Flickr/Tom Potterfield

Las plantas del género Smilax son de aquellas que, una vez que las ves, ya es difícil olvidarlas. Su ritmo de crecimiento es muy, muy rápido, tanto que si se las deja crecer a su aire llegan a comportarse casi, casi como invasoras.

Sus frutos parecen cerezas pequeñas, pero no debemos de llevarnos ninguno a la boca pues son venenosos. A pesar de eso, si necesitamos una planta que sea resistente y fácil de cuidar para cubrir muros bajos o celosías, las Smilax son interesantes 😉 .

Origen y características

Smilax rotundifolia

Nuestras protagonistas son arbustos perennifolios espinosos con tallos delgados y volubles que alcanzan una altura de 1 a 20 metros. Las hojas son pecioladas, acorazonadas y alternas, de color verde. Las flores se agrupan en racimos axilares, y son de color amarillo crema. El fruto es una baya globosa roja o negra dependiendo de la especie.

Crecen en los matorrales, bosques y zarzales de África, Europa y Asia, siendo las principales variedades las siguientes:

  • Smilax aspera: conocida como zarzaparrilla o zarza morisca, es un arbusto espinoso con hojas alternas, pecioladas y con forma de corazón. Es muy común en España.
  • Smilax canariensis: es una liana leñosa y espinosa que produce frutos rojizos. Es endémica de la Macaronesia.
  • Smilax officinalis: conocida como uva de perro o zarzaparrilla, es un arbusto con tallos volubles que alcanza una altura de hasta 20 metros. Produce frutos rojos, y es originario de América del Sur.

Usos

Hay alguna especie, como la S. aspera, cuyas raíces se han utilizado para hacer una bebida refrescante que era muy popular en Europa hasta que crearon la Coca-Cola.

También se utilizan algunas como medicinales, para casos como gripe, reumatismo, eccemas, psoriasis, problemas respiratorios y sífilis. Pero ojo, no se debe de empezar ningún tratamiento con plantas sin consultar antes con un médico experto en medicina natural.

¿Cuáles son sus cuidados?

Flor de la Smilax

Imagen – Flickr/Dinesh Valke

Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

  • Ubicación: en el exterior, a pleno sol o en semisombra.
  • Tierra: es indiferente. Crece bien en prácticamente cualquier tipo de suelo, incluso en los que son algo pobres.
  • Riego: regar unas 3-4 veces por semana en verano, y 1-2 a la semana el resto.
  • Abonado: no es necesario, aunque si quieres puedes echarle un poco de abono natural de vez en cuando.
  • Multiplicación: por semillas en primavera.
  • Poda: a finales de invierno o en otoño.
  • Rusticidad: resiste heladas débiles de hasta los -6ºC.

¿Qué te han parecido los Smilax?


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