Las suculentas colgantes se han convertido en una de las opciones preferidas para quienes buscan aportar un toque verde, original y lleno de vida a sus hogares y terrazas. Sus impresionantes formas, increíble resistencia y fácil mantenimiento hacen que sean el recurso perfecto tanto para expertos en jardinería, como para personas con poca experiencia o tiempo. Estas plantas no solo realzan la decoración, sino que también purifican el aire y crean ambientes relajantes y armoniosos.
¿Por qué elegir suculentas colgantes para interiores y terrazas?

Las suculentas colgantes destacan por sus tallos que caen en cascada, lo que añade dinamismo y frescura a cualquier rincón. Son ideales para colocar en estanterías, repisas, macetas colgantes y cestas suspendidas, aprovechando el espacio vertical y creando verdaderos jardines colgantes en balcones, terrazas o interiores luminosos.
Entre las principales ventajas de estas plantas, cabe resaltar:
- Bajo mantenimiento: Su capacidad para almacenar agua en hojas, tallos y raíces les permite soportar la sequía y descuidos en el riego.
- Adaptabilidad: Existen especies para todos los gustos, desde las más delicadas y exóticas, hasta variedades robustas y fáciles de cuidar.
- Versatilidad decorativa: Se adaptan tanto a interiores con luz natural como a terrazas y balcones, aportando color y un efecto visual impresionante.
- Resistencia: La mayoría tolera cambios de temperatura y ambientes secos, propias de entornos urbanos.
Las suculentas colgantes más bellas y populares

Existe una gran variedad de suculentas colgantes con características únicas. A continuación, te presentamos una selección de las suculentas colgantes más apreciadas para adornar interiores y terrazas:
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Collar de corazones (Ceropegia woodii)
Esta planta deslumbra por sus delicadas hojas en forma de corazón de color verde jaspeado, suspendidas en finos tallos que cuelgan hasta un metro de longitud. Es perfecta para macetas colgantes. Prefiere luz indirecta, riego moderado permitiendo secar el sustrato entre riegos y ambientes frescos en invierno para estimular su floración rosada. -
Cactus coral (Rhipsalis heteroclada)
Sus tallos cilíndricos y ramificados crean una estructura densa y ligera que recuerda los corales marinos. Florece con diminutas flores blancas en forma de estrella. Tolera sombra y prefiere ambientes luminosos pero sin sol directo. Requiere riego semanal, especialmente en los meses cálidos. -
Cactus dientes de sierra (Epiphyllum anguliger)
Llamativo por sus tallos planos y ondulados como dientes de sierra, cuelga con elegancia y produce grandes flores blancas y fragantes en primavera. Es ideal para interiores luminosos y necesita un periodo fresco invernal para florecer. Riego semanal y sustrato bien drenado son esenciales. -
Planta rosario (Senecio rowleyanus)
Muy popular por sus hojas esféricas que parecen pequeñas perlas o guisantes colgando en cadenas largas. Prefiere luz brillante indirecta y requiere riego espaciado, ya que sus raíces pueden pudrirse por exceso de humedad. Es fácil de propagar por esquejes y perfecta para estanterías o cestas altas. -
Cola de burro (Sedum morganianum)
Reconocible por sus tallos gruesos y colgantes cubiertos de hojas carnosas azuladas, similares a escamas. Puede crecer más de un metro y forma cascadas verdes espectaculares. Prefiere luz directa o muy brillante y riego moderado. Florece en condiciones óptimas con racimos de flores rosadas. -
Cactus muérdago (Rhipsalis baccifera)
Originario de zonas tropicales, sus tallos delgados y flexibles cuelgan como espaguetis, adornándose con pequeñas flores blancas y bayas tras la floración. Tolerante con poca luz pero agradece la claridad, necesita riego solo cuando el sustrato esté seco y prospera mejor en ambientes frescos y bien ventilados. -
Collar de rubíes (Othonna capensis)
Una planta llamativa por sus tallos púrpura y hojas verdes alargadas, que enrojecen con luz solar intensa. Sus flores amarillas emergen durante todo el año. Tolera sequía y temperaturas altas, prefiere luz brillante sin sol directo y sustrato seco antes de volver a regar. -
Cadena de plátanos (Senecio radicans)
Destaca por sus hojas alargadas y curvas que recuerdan pequeños plátanos y tallos que pueden llegar a 60 cm colgando. Es resistente, prefiere lugares luminosos, riego moderado y reproduce con facilidad por esquejes. -
Cola de mono (Disocactus flagelliformis)
Esta exótica variedad desarrolla tallos largos y delgados recubiertos de espinas finas, de fácil adaptación en cestas colgantes. Florece con tonos rosas vibrantes y requiere poco mantenimiento. -
Cactus de Navidad (Schlumbergera)
Popular por sus hojas segmentadas y aplanadas y porque florece con intensidad durante el invierno, llenando de color el hogar. Procedente de Brasil, prefiere luz difusa y riego más frecuente en épocas de floración.

Cómo elegir y ubicar tus suculentas colgantes
Antes de seleccionar una especie, considera factores como la intensidad de luz natural en la estancia, el espacio disponible para que las ramas cuelguen libremente y la facilidad de acceso para el riego. Algunas suculentas colgantes toleran ambientes menos iluminados, pero en general agradecen entornos bien iluminados, aunque sin exposición solar directa e intensa que podría provocar quemaduras en hojas sensibles. También puedes consultar nuestra guía sobre cómo cuidar suculentas colgantes para optimizar su cuidado.
En terrazas y balcones, asegúrate de que estén protegidas del viento fuerte y del sol del mediodía. Si la terraza recibe sol directo solo por la mañana o al atardecer, muchas suculentas muestran colores más intensos y una floración más abundante.
Consejos generales de cuidado para suculentas colgantes

- Luz: Opta siempre por luz indirecta brillante para evitar quemaduras en las hojas, salvo excepciones (como algunos Sedum o Senecio) que toleran más sol.
- Riego: Mantén una rutina de riego espaciado; espera a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar. El exceso de agua es la causa principal de problemas en estas plantas. Para ampliar información, consulta nuestro artículo sobre cuidados de las plantas suculentas.
- Sustrato: Prefiere mezclas para cactus y suculentas con excelente drenaje. Puedes mezclar tierra de cactus con perlita, grava o arena gruesa para evitar encharcamientos.
- Macetas: Usa siempre macetas con agujeros de drenaje grandes y coloca una capa de piedras en el fondo para evitar retención de humedad.
- Abonado: Fertiliza en primavera y verano con abono específico para suculentas, cada 30-60 días, para favorecer el crecimiento y la floración.
- Poda y limpieza: Retira hojas secas o dañadas para evitar plagas y mantén la planta aireada.
- Ambiente: Si las mantienes en interior, procura ventilar la estancia regularmente y evita colocar las plantas cerca de radiadores o calefactores.
Reproducción y multiplicación de suculentas colgantes

Las suculentas colgantes pueden reproducirse fácilmente por esquejes de tallo u hoja. Para ello, corta un segmento sano y deja secar la base unos días hasta que cicatrice. Luego, coloca el esqueje sobre el sustrato húmedo sin enterrar profundamente y en unas semanas enraizará y comenzará a crecer. Algunas especies, como el Senecio rowleyanus o el Epiphyllum anguliger, se propagan también por tubérculos o fragmentos de tallo más gruesos. Recuerda que la multiplicación suele ser más exitosa en primavera o verano, cuando la planta está en crecimiento activo. Para profundizar en técnicas de multiplicación, visita nuestro apartado sobre tres métodos para multiplicar plantas suculentas.
Problemas habituales y cómo solucionarlos
Pese a su resistencia, las suculentas colgantes no son inmunes a ciertos problemas. El exceso de riego causa pudrición de raíces y aparición de hongos. Si observas tallos blandos o ennegrecidos, corta las partes afectadas y reduce los riegos. La falta de luz provoca estiramiento y pérdida de color; acerca la planta a una ventana luminosa. Las plagas más comunes son cochinillas y pulgones: retíralos con un algodón mojado en alcohol o aplica jabón potásico.
Cómo combinar suculentas colgantes en la decoración

Las suculentas colgantes pueden agruparse en maceteros altos, cestas o jardines verticales para crear composiciones espectaculares. Alterna especies de diferentes colores, texturas y formas para obtener contrastes llamativos. Puedes mezclarlas con suculentas compactas o cactus pequeños para potenciar el dinamismo visual en la decoración de salones, cocinas, terrazas y baños. Además, si quieres aprender más sobre arreglos y composiciones con suculentas, aquí encontrarás ideas creativas y sencillas.
Trucos y consejos extra para cuidar tus suculentas colgantes
- Evita mojar las hojas al regar, para prevenir la aparición de hongos y manchas.
- Gira las macetas cada cierto tiempo para que el crecimiento sea uniforme y no busquen la luz de un solo lado.
- En invierno, reduce los riegos al mínimo; muchas suculentas entran en reposo y requieren aún menos agua.
- Si observas hongos o manchas negras, corta las zonas afectadas y asegúrate de que el entorno está bien ventilado.
- Para propiciar la floración, proporciona un ambiente fresco durante algunos meses, especialmente en especies como Epiphyllum anguliger o Ceropegia woodii. Para más consejos, mira nuestro artículo sobre cómo hacer macetas colgantes.
- Asegúrate de limpiar el polvo de las hojas periódicamente con un pincel suave para que la planta realice la fotosíntesis sin obstáculos.
