Aunque por sus espinas podría parecer lo contrario, lo cierto es que los cactus se han hecho muy populares dentro de la jardinería doméstica. Quien más o quien menos, ha tenido o tiene alguna de sus variedades en casa, o incluso en la oficina. Y de una de esas variedades te queremos hablar hoy, de la sulcorebutia.
Un cactus de porte pequeño y compacto, que es ideal para su cultivo en maceta. Como no requiere demasiadas atenciones, es una buena opción para aquellos que tienen poco tiempo o que se quejan de que no se les dan bien las plantas.
Origen y hábitat de la sulcorebutia
Este cactus es nativo de Sudamérica, y lo encontramos principalmente en Bolivia y Argentina. En su hábitat natural podemos hallarlo tanto en zonas desérticas como en áreas montañosas. De hecho, se han encontrado especies a más de 3.000 metros de altura, mientras que otras pueden crecer al nivel del mar.
Como todos los cactus, es fuerte y resistente, y se ha adaptado para sobrevivir en entornos áridos, en los que apenas tiene acceso a agua y nutrientes en la tierra.
Su cuerpo suculento le permite almacenar agua, mientras que las espinas funcionan como medio natural de protección frente a los herbívoros y, a la vez, reducen la evaporación del agua que acumula en su interior.
Características del cactus sulcorebutia
Dentro del género sulcorebutia hay un gran número de especies entre las que podemos destacar las variedades rauschii, steinbachii y mentosa, entre otras. Aunque cada una es diferente, podemos encontrar una serie de características comunes que nos permiten saber que estamos ante un cactus de este tipo:
- Morfología. Es un cactus pequeño y compacto, cuyo cuerpo puede tener desde forma esférica hasta forma cilíndrica. Con unas costillas prominentes que suelen estar dispuestas en forma de espiral a lo largo del tallo. El cuerpo está coronado con espinas cortas que se disponen en grupos. El color y longitud de estas espinas puede variar en función de ante qué tipo de sulcorebutia nos encontremos.
- Floración. Las flores de estos cactus resultan muy llamativas por sus brillantes colores y por su tamaño, que puede llegar a ser más grande que la planta en sí misma. Lo habitual es que la floración se produzca entre los meses de primavera o verano.
- Frutos. Tras la floración aparecen unos frutos pequeños de los que, al madurar, podemos obtener semillas para seguir propagando esta especie.
Necesidades de cuidado de los cactus sulcorebutia
Un cactus es una planta fácil de cuidar, que no requiere muchas atenciones. Pero esto no significa que podamos olvidarnos de ella y, aún así, esperar a que crezca. Nada de eso. Aunque los cuidados y las atenciones necesarias sean mínimas, debemos prestárselas para que la sulcorebutia crezca fuerte y sana, y nos deleite con sus flores.
Condiciones de luz
Por su origen, y atendiendo a su hábitat natural, ya te imaginarás que estamos ante una planta a la que le gusta el sol. Y lo cierto es que le gusta mucho.
Tu cactus crecerá mucho mejor, y tendrá un aspecto más bonito, si lo pones en un lugar donde reciba, como mínimo, seis horas de luz solar directa.
Temperatura ideal
Si puede recibir tantas horas de luz solar directas es porque es muy resistente frente a las temperaturas cálidas. Tanto, que el entorno ideal para esta planta es aquel en el que la temperatura oscila entre los 20º y los 30º C.
Aunque también puede tolerar temperaturas bajas, no conviene exponerlo demasiado en la época invernal, y es mejor mantenerlo a resguardo. Y lo que tienes que evitar en todo caso es que reciba heladas, ya que esto podría acabar con él.
Medio de plantación
Para la maceta de la sulcorebutia vamos a escoger un recipiente de barro, con un tamaño no mucho más grande al del cactus. Así nos aseguramos de que no haya espacio extra para acumular humedad, a la vez que el barro ayuda en la evaporación del agua.
En el caso del sustrato, lo ideal en estos casos es adquirir uno que sea especial para cactus y suculentas. Como necesitamos que tenga mucha capacidad de drenaje, no está de más añadirle un poco de arena para aumentar la filtración del agua.
Si colocas un platillo debajo de la maceta para recoger el agua sobrante del riego, recuerda retirar ese agua. En caso contrario, la planta volverá a absorber esa humedad, y esto podría iniciar el proceso de putrefacción de las raíces.
Riego de la sulcorebutia
La frecuencia de riego tiene que ser moderada, muy moderada. Lo ideal es dejar que el sustrato se seque totalmente entre un riego y otro.
Es posible que en primavera y verano tengas que regar con algo más de asiduidad. Pero, en invierno, la planta está inactiva y puedes limitar el riego a una vez cada tres o cuatro semanas.
Asegúrate, además, de que no haya humedad en el entorno del cactus. Esta es una planta que prefiere los ambientes secos.
Trasplante de este cactus
Los cactus no crecen muy rápido, así que la necesidad de llevar a cabo un trasplante es más bien esporádica. En este caso concreto, bastaría con hacerlo cada dos o tres años, cuando veas que el diámetro de la planta empieza a ser grande para la maceta en la que está.
Cambia el cactus a una maceta ligeramente más grande. Hazlo con cuidado para no pincharte con sus púas, utilizando guantes de protección.
Al hacer el trasplante, utiliza una maceta que esté totalmente limpia, y sustrato nuevo. Así evitas posibles contagios de enfermedades e infecciones.
Con estos cuidados básicos vas a conseguir que tu cactus crezca fuerte y sano, y que esté más bonito que nunca. Ya has visto que no exige demasiadas atenciones por tu parte, pero sí tienes que hacerle un poco de caso.
Cualquiera de las variedades de sulcorebutia es una buena elección para tener plantas en casa o en el lugar de trabajo. Apenas ocupan espacio y, a cambio, purifican el aire y aportan un toque de naturaleza a los espacios cerrados.