Cuando se vive en una zona con un clima donde las heladas no solo son frecuentes sino que además son intensas, tienes que mirar bien qué plantas vas a poner en un jardín ya que esa es la única manera que existe de evitar gastar dinero en vano. Por ejemplo, el tejo de Hokkaido es una muy buena opción, puesto que es perennifolio y rústico.
Anímate a conocerlo y resérvale un hueco en tu jardín. Seguro que no te arrepentirás de ello 😉 .
Origen y características
Nuestro protagonista es un árbol originario de Japón y de China cuyo nombre científico es Cephalotaxus harringtonia, aunque popularmente se le conoce como tejo de Hokkaido. Es perennifolio y alcanza una altura máxima de 10 metros, pero lo habitual es que se quede más como arbusto de 3 o 4 metros, o incluso de menos como puedes ver en la imagen superior.
Las hojas son subdísticas, miden menos de 5cm de longitud y unos 4mm de ancho. Tienen el haz de color verde oscuro y el envés con dos bandas blanquecinas. Las inflorescencias masculinas aparecen sobre pedńculos de 1-2cm de longitud. Las semillas tienen forma ovoidea de 2-3cm de longitud por 1,5cm de ancho, de color marrón rojizo al madurar.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si te decides a hacerte con un ejemplar de tejo de Hokkaido, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: ha de estar en el exterior, en semisombra.
- Tierra: crece en suelos frescos y sueltos.
- Riego: regar 3-4 veces por semana en verano, y cada 4 o 5 días el resto del año.
- Abonado: en primavera y verano, con abonos ecológicos una vez al mes.
- Multiplicación: por semillas en otoño, ya que necesitan pasar frío antes de germinar.
- Rusticidad: resiste hasta los -18ºC, pero no puede vivir en climas cálidos.
¿Qué te ha parecido este árbol?