Cada vez es más frecuente que se opte por tener praderas sustituyendo el césped, ya que el coste de mantenimiento es mucho más bajo, y se pueden tener gran diversidad de plantas y flores distintas. Los que tienen oportunidad de ir al campo seguramente disfrutarán viendo las inmensas praderas que la naturaleza crea en todo tipo de climas. Y según las condiciones, crecerán unas hierbas u otras.
Esto en el jardín se puede ver como si tuvieras un cachito de naturaleza en el hogar. Algo que, sin duda, te gustará y te hará pasar muy gratos momentos con tu familia.
Y es que, ¿quién no recuerda alguna escena, ya sea de película romántica o de dibujos animados, en la que los protagonistas se lo pasaban muy bien observando y oliendo las flores de alguna pradera? O, ¿quién no ha corrido entre las hierbas altas en su niñez, o ha visto como su perro disfrutaba jugando en ella? Sí, prácticamente todos lo hemos hecho alguna vez.
Es por ello, por todos esos magníficos recuerdos, que creemos que es muy interesante el tener tu propia pradera. Como decíamos, el coste de mantenimiento de una pradera y el del césped son muy diferentes. En el caso de la pradera, al tratarse normalmente de plantas autóctonas, el coste es muy bajo, casi nulo. Por el contrario, si hablamos de césped, tenemos que informarnos sobre cómo tratar plagas que pueda tener, abonos que necesita, cada cuánto es necesario regar, etc.
¿Cómo empezar? Para disminuir el coste de mantenimiento y de riegos es interesante que sembremos semillas de plantas silvestres autóctonas, es decir, de plantas que ya habitan en donde vivimos. Así conseguiremos, no sólo poder ahorrar bastante dinero, sino que contribuiremos a evitar que las plantas exóticas puedan invadir el terreno de las autóctonas. Para mantenerlas a raya, se puede utilizar la desbrozadora cada cierto tiempo.
¿Te animas a tener una pradera en el jardín? Además, si deseas aprender más sobre plantas silvestres que pueden crecer en este tipo de praderas, hay muchas opciones interesantes. La diversidad de flores que puedes elegir es realmente amplia y puedes dar un toque único a tu espacio verde.
Incluir praderas como alternativa al césped natural no solo es una opción estética, sino que también es una manera de contribuir a la biodiversidad de nuestra área. Las praderas ofrecen refugio y alimento a varias especies de fauna, lo que puede ser beneficioso para el ecosistema local.
Si estás pensando en cómo crear un espacio verde de este tipo, considera las recomendaciones sobre el uso de dichondra como una alternativa que puede complementar la idea de una pradera. También puedes combinar estas plantas con otras que favorezcan la salud del jardín, como combinaciones de plantas en maceteros.
Recuerda que la elección de plantas autóctonas es fundamental. Para ello, puedes consultar las características de plantas específicas que se adapten a tu clima. Estas plantas no solo son más fáciles de cuidar, sino que son una opción eficiente en términos de recursos.
Por último, no olvides que el cuidar tu pradera requiere mantenimiento, aunque sea menor que el césped. Así que considera actividades como la siega ocasional y el control de ciertas especies invasoras. Con un poco de atención, tu pradera puede florecer y convertirse en un lugar perfecto para el disfrute de toda la familia.