La poda de aquellos arbustos que dan frutos es sumamente necesaria para mantenerlos productivos. Será necesario mantener la vigorosidad de la planta y prevenirla de plagas y enfermedades si queremos obtener luego una cosecha de calidad. A continuación te mostramos algunos conceptos básicos con los que podrás conseguirlo.
Arándanos (Vaccinium sp.)
Su poda se realiza una vez al año en primavera, a partir de mediados de marzo. Las nuevas variedades enanas no requieren poda durante sus 3-4 primeros años siguientes a su plantación, simplemente habrá que eliminarle las ramas que se secan, rompen o mueren durante el invierno.
Con el paso de los años será necesario eliminar las ramas enfermas o muertas, las que son demasiado delgadas, poco productivas o que no reciben suficiente luz. La mayoría de los frutos provienen de las ramas que tienen aproximadamente un año y cuya medida es de entre 15-20 cm de largo. Las ramas que han pasado los 6 años producen mucho menos, por lo que deben ser eliminadas para que den paso a otras más jóvenes.
Grosella (Ribes sp.)
El mejor momento para podar la grosella es en primavera, inmediatamente después de que las heladas desaparezcan. Se debe insistir en la forma del arbusto, eliminando las ramas viejas de la base de la planta dejando un máximo de 15 ramas de entre 1 y 3 años.
Las ramas de 4 años en adelante serán las eliminadas durante la poda de primavera así como todas las innecesarias, frágiles, secas o enfermas.