Las amapolas se caracterizan por ser hierbas de apariencia bastante delicada, con flores cuyos pétalos parece que se tienen que caer con un soplido. Pero a pesar de eso, o más bien, gracias a eso, son plantas realmente bonitas.
Además, ¿sabías que hay muchos tipos de amapolas? Sin duda, la que más conocemos en España es la Papaver rhoeas, es decir, la amapola roja de la imagen, pero hay otras que también son magníficas.
¿Qué tipos de amapolas existen?
Las amapolas son hierbas que pertenecen al género Papaver, el cual se compone de unas 50 especies que podemos encontrar en Europa, América del Norte, África, y también en Asia. Sin embargo, solo son seis las que tienen cierta popularidad, y son las siguientes:
Papaver dubium
Conocida como la amapola oblonga, se parece muchísimo a la Papaver rhoeas; de hecho, para un ojo desentrenado, es difícil diferenciarla de la susodicha. Pero tienes que saber que los pétalos de la P. dubium son más cortos, de entre 1,5 y 3 centímetros, y de un color rojo algo más pálido. Florece durante la primavera y el verano, y se puede encontrar en Europa (incluyendo la península ibérica y Baleares), Asia y el Norte de África.
Papaver nudicaule
Imagen – Wikimedia/W. Pfahler
Se la conoce por el nombre de amapola de Islandia, si bien crece en Asia y América del Norte excepto Islandia. Es una hierba que vive más de dos años, pero no mucho más. Es más, en cultivo se suele tratar como planta bienal. Crece hasta los 30 centímetros de altura contando el tallo floral, y produce flores de color amarillo, rojo, naranja, rosa, blanco o incluso bicolores.
Papaver orientale
Imagen – Wikimedia/Andy Morffew
La amapola oriental es originaria del Cáucaso, Turquía e Irán. Es una planta perenne, que crece hasta los 30 centímetros de altura más o menos (incluyendo el tallo de la flor), y que produce hojas cubiertas de pelos muy cortitos. Su flor puede ser roja, rosa, rosa-salmón, blanco, o naranja, y además tiene cuatro manchas de color oscuro en el centro.
Papaver rhoeas
La amapola común es una hierba anual originaria de Europa, Asia y norte de África. Es una planta que de pequeño tamaño, que crece unos 20-30 centímetros de altura -incluyendo el tallo floral- y que florece durante la primavera. Las flores son de color rojo. Esta es una especie que suele crecer en campos de cultivo, pero lamentablemente es cada vez es más difícil verla (al menos en España).
Papaver rupifragum
Imagen – Flickr/Rachid H
Es una especie originaria de Marruecos, así como de España. En Andalucía está protegida por ley (aquí puedes ver el artículo que lo confirma, del Libro Vascular de Especies Amenazadas). Alcanza también unos 30 centímetros de altura una vez florece, y produce flores de color rojo o rojo anaranjado. Al estar protegida, su cultivo no está permitido.
Papaver somniferum
La adormidera es una hierba preciosa originaria del Mediterráneo, aunque puede encontrarse también en Asia. Puede alcanzar más o menos el metro de altura, y debes saber que tanto el tallo como las hojas son de color verde glauco. Las flores, en cambio, son lilas con el centro amarillo. Es anual, lo que significa que durante un año la semilla germina, crece, florece y produce semillas para después morir. De estas semillas se extrae el opio, un narcótico muy, muy adictivo que puede llegar a ser mortal en caso de sobredosis.
¿Cómo se cultiva la amapola?
Ahora que has visto seis tipos de amapolas, te voy a decir cómo puedes cultivarlas -a excepción, claro está, de la Papaver rupifragum, la cual recordemos que está protegida por ley-. Pero si quieres tener un pequeño campo de amapolas comunes en tu jardín, esto te interesa:
- Necesitan una exposición directa al sol. Esto es, tal vez, lo más importante. Las amapolas son plantas que necesitan la luz directa del sol para poder crecer y florecer; si les falta, entonces su estado de salud empeorará.
- Pueden estar en macetas, pero solo si estas tienen agujeros de drenaje. No pueden cultivarse en macetas sin agujeros, puesto que no toleran tener las raíces permanentemente encharcadas.
- Hay que plantarlas en una tierra que absorba y filtre rápido el agua. Si la vas a tener en maceta, puedes ponerle sustrato de cultivo universal; pero si la vas a tener en tu jardín, antes de plantarla, haz un agujero de unos veinte o treinta centímetros de profundidad y llénalo de agua para ver si la tierra es capaz de absorberla rápido o no. En el caso de que tarde mucho en hacerlo, una vez que haya terminado, llénalo con un poco de gravilla o arlita, y después con sustrato universal.
- Riega tu amapola con cierta regularidad. Piensa que no resiste la sequía, pero tampoco el encharcamiento. Por este motivo, te recomiendo comprobar la humedad de la tierra introduciendo un palito hasta el fondo para ver si necesita un riego o no.
Espero que te haya sido de interés.