El arroz es uno de los cereales más importantes del mundo. De hecho, está considerado como un alimento de primera necesidad, siendo uno de los que más se consumen en muchos países, ya no solo de Asia que es donde se lleva cultivando desde hace milenios, si no también del resto del planeta.
Y es que ya sea frito o cocido, combina muy bien con otros alimentos. Pero, ¿sabías que hay distintos tipos de arroz?
¿Cuáles son todos los tipos de arroz que existen?
Se estima que hay más de diez mil variedades de arroz, pero todas ellas provienen de la misma especie Oryza sativa y de las subespecies Indica, que se cultiva en las regiones tropicales, y Japonica que a pesar de su nombre es la que encontramos también en las zonas templadas. Esta última contiene más almidón, lo cual hace que se tarde más en cocinarla. Pero, ¿cómo se clasifican?
Bueno, se puede hacer de varias maneras: según su forma y tamaño; según el color, aroma y/o tacto; y según el tratamiento que se le dé antes de comercializarse.
- Forma:
- Arroz de grano corto: es el más pequeño de todos; de hecho, es casi esférico.
- Arroz de grano medio: tiene una longitud de unas 2-3 veces su grosor.
- Arroz de grano largo: esta variedad es aún más grande, ya que tiene una longitud entre 4 y 5 veces su grosor. Aquí se incluye el arroz silvestre, que llega a medir 2 centímetros de longitud.
- Arroz integral: es una variedad a la que le han quitado la cáscara, la cual no es comestible. Su color es el marrón.
- Color, aroma y/o tacto:
- Aromático: es un tipo de arroz de grano largo o medio que poseen aroma, como el basmati.
- Glutinoso: también se le conoce como arroz pegajoso, ya que cuando se cuece los granos quedan unidos, como ‘pegados’.
- Pigmentado: son los arroces que presentan algún color, como el púrpura.
- Tratamiento:
- Precocido: es que el que, como su nombre indica, se ha cocido previamente. Así, solo requiere otros cinco minutos más de cocción para poder consumirse.
- Vaporizado: es ese tipo de arroz que se ha cocido hasta quitarle el salvado.
Tipos de arroz más comunes
Hemos visto la clasificación, vamos a decir técnica, de los distintos tipos de arroces. Pero, ¿te gustaría saber cuáles son los más comunes y para qué se utilizan?
- Arroz basmati: es un tipo de arroz originario de la India y de Pakistán. De grano largo, tiene un sabor exquisito. Además, tiene la ventaja de que se cocina más rápido que el redondo por ejemplo.
- Arroz bomba: es un arroz de grano mediano originario también de la India. En España también se le conoce como arroz de Valencia, pues es el que se usa más para elaborar las típicas y deliciosas paellas valencianas. otro nombre común es arroz redondo, por la forma que tiene.
- Arroz integral: es una variedad de arroz a la que se le ha quitado la cáscara exterior, pero que conserva todo su valor nutricional. Su color es marrón claro, por lo que recibe también otros nombres como arroz pardo o arroz moreno.
- Arroz jazmín: es un tipo de arroz de grano largo cultivado en el sureste de Asia. Antes de cocerse, se tiene que escurrir en agua para quitarle el extra de almidón que le sobra. Eso sí, al cocinarlo, veremos que tienden a ‘pegarse’, aunque no son tan pegajosos como otras variedades.
- Arroz rojo: es una variedad que se conoce también como arroz mexicano o arroz español. Su grano es mediano, y se sirve habitualmente sin caldo.
¿Cuál es el mejor arroz del mundo?
Bueno, eso dependerá mucho de tus gustos y de lo que digan los nutricionistas. Yo lo que te puedo decir es que, como adicta al arroz que soy (comería todos los días), pienso que el basmati es ideal para los que tienen poco tiempo para cocinar, ya que requiere poco tiempo de preparación.
Ahora bien, para sopas u otro tipo de platos con caldo, sin duda recomiendo el arroz redondo. Es verdad que tarda en hacerse, pero es el que mejor combina con el resto de ingredientes, como carnes, pescados y/o verduras que suelen llevar ese tipo de recetas.
¿Cómo se cultiva el arroz?
Si te gustaría saber cómo se cultiva el arroz, a continuación vas a poder descubrirlo:
- Lo primero que has de hacer es preparar el terreno: quita las hierbas que estén creciendo y las piedras. También es necesario que remuevas la tierra, por ejemplo con un motocultor, y que después niveles el terreno.
- El siguiente paso es echar una capa de unos cinco centímetros de abono, ya sea estiércol de vaca o guano.
- Después, instala un sistema de riego por goteo con mangueras exudantes, ya que estas plantas necesitan agua constantemente.
- Luego, siembra las semillas, procurando que queden separadas. Como crecen muy rápido, lo ideal es que haya una separación de unos 20 centímetros como mínimo.
- Para acabar, cúbrelas con una fina capa de tierra, y riega.
Esperamos que te haya sido de interés.