En unas fiestas tan familiares como lo son las navideñas, uno de los elementos decorativos que no deben faltar en ningún hogar son los árboles de navidad. Decorados con guirnaldas, campanas y con la estrella de Belén, nos acompaña en todas las comidas que compartamos con nuestros seres más allegados, y les da una enorme alegría a los más pequeños las noches que les dejamos sus regalos.
Sin embargo, esta historia que se repite cada año esconde un oscuro secreto. Muchos de los árboles de navidad que compramos acabarán, en tan sólo un par de semanas, desechados. ¿Por qué?
Tipos de árboles de Navidad naturales
Talar árboles que se utilizarán para decorar la Navidad es una práctica muy frecuente.
Cuando vamos a comprar un árbol de Navidad natural a un vivero o centro de jardinería, hay que mirar bien los diferentes ejemplares ya que nos ofrecerán cuatro tipos de árboles: uno extraído con su cepellón de tierra, uno cultivado en maceta, o uno que ha sido extraído del suelo sin apenas raíces. Veamos cuáles son las diferencias:
- Árbol extraído con cepellón: cuando la planta se ha sacado con un buen de pan de raíces, tendrá menos problemas para verse bonito durante las fiestas, y aún después de ellas. Eso sí, debes saber que el porcentaje de supervivencia es muy bajo, 1 por cada 1000.
- Árbol cultivado en maceta: es la mejor opción, aunque también hay que ser observadores y comprobar si ha sido enmacetada hace poco o no tirando de ella hacia arriba. Si sale bien, con el cepellón de tierra entero, significará que lleva bastante tiempo en esa maceta por lo que tras la Navidad se puede plantar en el jardín.
- Árbol extraído sin raíces: cada vez es más frecuente esta práctica. Se tala, se aprovecha durante las fiestas, y después se desecha. Algunos ayuntamientos disponen de servicios de recogida de material vegetal muerto que luego llevan a triturar para reciclarlos como abono.
¿Es una buena opción adquirir árboles de Navidad naturales?
Las coníferas, como la Araucaria, crecen mejor en el exterior.
Depende. Las especies que se utilizan para decorar nuestras casas durante las fiestas son originarias de climas templados, algunas fríos. Abetos, Piceas y Araucarias son coníferas que no se adaptan bien a vivir dentro de las casas, por lo que enseguida que termina la Navidad, si son compradas en maceta o con cepellón, siempre es muy recomendable pasarlas al exterior, donde puedan sentir el viento, la lluvia, y las variaciones de la temperatura.
Aún así, las probabilidades de que salgan adelante son bajas, pues no todos vivimos en una zona donde el clima es apropiado para estas plantas. Temperaturas por encima de los 30ºC les pueden causar muchos problemas, sobretodo a las Piceas. Teniendo esto en cuenta, lo mejor para evitar tener que desecharlos es adquirir un árbol de Navidad artificial, el cual se conservará bien durante muchos años.