El tomate, uno de los alimentos clave de nuestra dieta, ha generado muchas dudas sobre si es una fruta, una verdura o una hortaliza. A día de hoy, cada vez que vamos a un supermercado, nos lo encontramos en la sección de las verduras, pero… ¿está en el sitio correcto?
Lo cierto es que para que se conserve mejor igual sí, pero… quizás sea mejor que la cambien de sección.
Para que sea más fácil obtener la respuesta que buscamos, vamos a ver a qué llamamos fruta y a qué verdura.
- Frutas: son los frutos comestibles de muchas plantas. En su interior encontramos las semillas rodeadas por una pulpa más o menos carnosa con un alto grado de humedad.
- Verduras: son hortalizas cuyo color predominante es el verde. Se trata de plantas de las cuales se aprovechan las hojas y los tallos.
Teniendo esto en cuenta, los tomates son frutas. Es bien cierto que no se suelen servir como postre, pero son el fruto de la planta la cual pertenece al género botánico Solanum.
¿De dónde viene la confusión?
Esta controversia empezó hace mucho tiempo, en el año 1887 en los Estados Unidos. En ese entonces se aprobó una ley que asignaba impuestos a las hortalizas importadas, pero no a las frutas. Todas aquellas compañías que importaban tomates argumentaron que estaban exentas del impuesto ya que a fin de cuentas el tomate es una fruta.
Sin embargo, el gobierno alegó que como servía en ensalada y no como postre, se trataba de una hortaliza y, por lo tanto, los importadores tenían que pagar.