Tradescantia pallida: cuidados

No hay duda de que algunas plantas, solo con echarles un vistazo, ya nos cautivan. Tal es el caso de la Tradescantia pallida, más conocida como Purpurina o Amor de Hombre. Si estás pensando en tener una, lo más seguro es que busques o preguntes cuáles son los cuidados de la Tradescantia pallida.

Por eso, en esta ocasión nos vamos a centrar en esta especie que puedes tener tanto en interior como en exterior y que es muy fácil de cuidar. ¿Vamos a ello?

Qué es la Tradescantia pallida

Antes de nada conviene que sepas que la Tradescantia pallida es una planta que fácilmente puede alcanzar los 40 centímetros de altura. Sus tallos pueden ir rectos hacia el cielo, pero que no te extrañe que tenga un crecimiento colgante.

Lo más característico de esta planta es, sin duda, el color que tienen las hojas. Todas ellas son moradas pero hay algunos casos en los que los filos los tienen rojos. Eso sí, según la estación del año ese colorido puede cambiar de tonalidad, ya que se adapta a cada momento. Además, en verano, tiene pequeñas flores que son de color rosita y que se ocultan entre esas hojas moradas de tal forma que crean una sensación muy bonita para tener en una maceta en casa o en el jardín.

La Tradescantia pallida se encuadra entre las plantas purificadoras de ambiente, lo que la hace ideal para tener en oficinas y ayudar a que las personas puedan respirar mejor. Incluso es capaz de absorber los malos olores.

Tradescantia pallida: cuidados que necesita

Ahora que conoces a la Tradescantia pallida vamos a pasar a detallarte cada uno de los cuidados que debes proporcionarle a tu planta para que esta siempre se mantengan viva y en crecimiento.

Ubicación y temperatura

Como te hemos dicho antes, la Tradescantia pallida es una planta que se adapta perfectamente a estar dentro de casa como a estar fuera. Es más, no le importa que la pongas al sol (siempre que no queme demasiado) o que solo esté en sombra.

En cuanto a la temperatura, ya sí necesitamos parar un poco porque necesita, para crecer, un ambiente cálido. De hecho, su temperatura ideal es entre 12 y 18 grados. No le gustan los inviernos muy fríos, ni tampoco los veranos demasiado calurosos, por lo que tendrás que protegerla de los extremos.

En cuanto a fríos extremos, tolera hasta los cinco grados más o menos. Pero si la temperatura baja mucho más entonces puede sufrir.

Sustrato

La tierra ideal de una Tradescantia pallida ha de ser muy nutritiva. Mucho. Además de tener un buen drenaje. Lo único que no tolera es un suelo pesado y con retención de agua. Así que más allá de eso puedes usar tierra de alta calidad o incluso pobre, ya que ella se adaptará.

En maceta tienes que controlar muy bien que drene bien la tierra, por lo que una mezcla con sustrato y drenante, al 50%, o 70-30 es la mejor opción. Asegúrate de que el agua se filtre bien para evitar encharcamientos en las raíces y la tendrás perfecta.

Abono

El abono sí es algo imprescindible para la planta, sobre todo en la fase de crecimiento que es a partir de la primavera. Desde ese momento, cada 15 días, debes aplicarle un abono. Después, en la fase de latencia (es decir, cuando está en reposo) puedes aportarle una ración de abono cada mes.

El mejor que te podemos recomendar para esta planta es el abono orgánico.

Riego

Si bien la Tradescantia pallida es una planta que no tolera la sequía, debes tener en cuenta que el riego no va a ser el mismo si está en el jardín que si está en una maceta.

Si la tienes en una maceta, tienes que esperar a que la tierra se seque muy bien. En invierno, eso puede suponer regar cada 10-15 días (dependerá del ambiente y del frío) mientras que, en verano, deberás esperar a notar la tierra seca (normalmente, dentro de casa, una vez a la semana; dos si está fuera).

En el caso de que esté en el jardín, en invierno va a depender de la humedad ambiental, ya que esta puede nutrir a la planta. Pero por norma general se regaría cada 10 días. En verano, según el clima, puede requerir de dos a tres riegos a la semana.

Multiplicación

La reproducción de la Tradescantia pallida siempre tiene lugar de primavera a otoño, sobre todo más cerca del otoño ya que se realiza a través de esquejes de la planta. Para ello es importante que se corten cuando tengan una altura adecuada y, a ser posible, echándoles enraizantes para fomentar el desarrollo de estas (de lo contrario es más complicado que salgan adelante).

Si la planta tiene un crecimiento más rápido, puedes multiplicarla incluso durante todo el año, pero asegurándote de que la temperatura sea superior a 15 grados ya que, por debajo, la planta se puede estresar y sufrir.

Además, a la hora de hacer el corte, has de saber que los tallos son casi huecos, por lo que no conviene doblarlos o torcerlos un poco. ¿Lo mejor? Usar un cúter o algo parecido para cortarla de forma limpia y sin apretarla.

Plagas y enfermedades

La Tradescantia pallida es una planta muy resistente de tal forma que no suelen afectarle las plagas.

En cuanto a las enfermedades, hay dos relacionadas con la iluminación y el riego. Y es que una iluminación insuficiente puede hacer que las hojas de la planta se vuelvan mate y se marchiten. La solución si no le puedes dar toda la luz que necesita es colocarla en semisombra o en sombra completa ya que la planta se adaptará a ello y volverá a tener su esplendor

En cuanto al riego, un riego excesivo, o con un periodo entre riegos muy corto puede acabar por pudrir las raíces de la planta y, al final acabar con ella.

Básicamente, estos son los cuidados de la Tradescantia pallida, una planta de muy rápido crecimiento que te va a permitir en poco tiempo tener una planta muy frondosa. ¿Te animas después de conocer los cuidados que precisa?