Césped. Sí, bonito, relajante, ameno. Pero también exigente y difícil de cuidar en algunas estaciones. Para tener un manto verde hay que conocer sus necesidades pero además hay que contar con las condiciones climáticas adecuadas.
Hay veces en las que el césped se empeña en encapricharse y la solución al alcance de la mano es buscar un reemplazo. Aquí, tres opciones disponibles:
Aptenia cordifolia
Las plantas tapizantes son los sustitutos del césped más elegidos. De todas ellas, la astenia corfifolia se presenta como una gran alternativa. Es una planta de color verde brillante, originaria de África y que pertenece a la familia de las aizoáceas.
Los cuidados son muy simples por lo que no tendrás problemas con ella. Un riego moderado pero regular te ayudará a que crezca con rapidez a través de esquejes. Tiene un punto a su favor: resiste muy bien la falta de agua. Aunque ten en cuenta la luz pues necesita de un sol pleno.
Zoysia japónica
También conocido como césped milagroso, su apodo tiene una razón de ser y es que es un gran reemplazo para el césped debido a su resistencia.
Si quieres un manto verde que cubra el jardín con rapidez no es la mejor opción pues es una especie de crecimiento lento. Por otra parte, esto mismo te permitirá cortarlo en intervalos más espaciados.
¿Sus necesidades? Un clima cálido y un riego regular aunque soporta la falta de agua. Además, es resistente a las bajas temperaturas.
Lippia nodiflora
También es una planta tapizante aunque para muchos una opción alternativa a la anterior pues es muy adaptable en tanto resiste las bajas temperaturas, la sequía y el calor excesivo.
Es muy poco exigente, con un riego cada dos semanas durante el verano aguantará sin problemas.