
Imagen – Wikimedia/Luis Fernández García
Si bien las plantas de origen mediterráneo suelen ser muy resistentes a las plagas y a las enfermedades, a veces no pueden hacer mucho contra algunos microorganismos. Y es que, por ejemplo, la tuberculosis del olivo es un problema cada vez más frecuente.
Pero no te preocupes: conocer cómo se desarrolla, los síntomas y por supuesto el tratamiento te será de gran ayuda para saber cómo reducir al mínimo el riesgo de que tus cultivos caigan enfermos. Así que vamos allá.
¿Qué es?
Se trata de una enfermedad producida por la bacteria Pseudomonas syringae subsp. savastanoi, la cual entra dentro de la planta a través de heridas abiertas. Una vez consigue llegar ahí, empieza a multiplicarse rápidamente dando lugar a la aparición de tumores, verrugas o excrecencias que se forman en cualquier parte (tronco, hojas, ramas, hojas, frutos, e incluso raíces).
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la tuberculosis del olivo son los siguientes:
- Ralentización del ritmo de crecimiento
- Defoliación (caída prematura de las hojas)
- Aborto de las flores
- Reducción de la producción y calidad de los frutos
- En casos muy graves, muerte
¿Cómo se trata?
Prevención
La bacteria se mantiene mucho más activa en otoño y primavera, por lo que el tratamiento preventivo se debe de realizar todo el año pero sobretodo en estos meses.
Para ello, lo que haremos será pulverizar toda la planta con fungicidas basados en cobre una vez cada 15-20 días.
Curativo
No existe cura para la tuberculosis del olivo. Lo que sí que es importante es cortar las partes afectadas y tratarlo con oxicloruro de cobre o sulfato tribásico de cobre.
De todas maneras, lo mejor es, no solo la prevención, sino también escoger ejemplares que estén sanos. Así, será muy difícil que enfermen.
Espero que te haya sido de utilidad .