Una flor peculiar, Amorphophallus konjac

El Amorphophallus konjac, más conocida popularmente como Flor cadáver, perteneciente al género Arum, es una planta bulbosa originaria de las selvas tropicales de Sumatra, en Indonesia, donde vive bajo la sombra de los árboles.

La planta tiene porte de árbol, con una única hoja con varias divisiones unidas a un mismo tallo, de color verde. El tronco, el cual en realidad es un tallo, de tipo herbáceo, grueso, de color verde mate, con manchas redondeadas pequeñas de un color algo más claro.

Las plantas de semilla empiezan a florecer a los cuatro o cinco años de edad, y desde entonces suelen florecer todos los años. La flor, que puede alcanzar los un metro o máximo un metro y medio de altura, crece a unos diez centímetros por día, y huele a materia orgánica descomponiéndose (de ahí su nombre común). Se dice que el olor llega a unos cuatro quilómetros de distancia, lo cual favorece que los polinizadores de la zona sepan dónde hay un Amorphophallus, y la planta tenga posibilidades de tener descendencia, y así contribuir a la supervivencia de la especie. Una vez que la flor se ha desarrollado totalmente, dura tres días.

El Amorphophallus konjac es una planta de crecimiento medio-rápido.

A diferencia del Amorphophallus titanum, el Amorphophallus konjac es bastante más fácil de conseguir en viveros o centros de jardinería.

Los Amorphophallus son plantas de mantenimiento sencillo, al ser bulbosas. Los plantaremos en una maceta con turba negra sola o con un poco de perlita, a la sombra, y regaremos unas tres o cuatro veces por semana. Si vivimos en una zona con clima seco, le daremos más importancia al pulverizar, lo cual habrá que hacer todos los días varias veces, que al regar.

Imagen – Kodo

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