Imagen – Kilsaran.ie
A la hora de diseñar un jardín una de las cosas más interesantes -y útiles, dicho sea de paso- que se puede hacer es poner grava decorativa. Hay de muchos tipos, formas, tamaños y colores, por lo que conseguir que ese lugar mejore visualmente con ella es muy sencillo.
Ojo, no se trata de quitar sitio a las plantas para poner gravilla, sino de saber combinar todos los elementos para crear algo único. Así que si no sabes bien cómo usar la grava decorativa en tu jardín, no te preocupes: inspírate viendo las fotos y con los consejos que te mostramos a continuación 🙂 .
¿Qué es la grava decorativa?
Imagen – Gravelmaster.co.uk
No es más que gravilla, es decir, piedras relativamente pequeñas de entre los 2 y los 64mm. Puede ser natural producida por el movimiento del agua en los ríos, o por el contrario puede ser hecha por el hombre, lo que llamamos piedra partida o tamizada.
Hay de distintos tipos:
- De calcedonia
- Para decoración
- Para fundición
- Para construcción
- De pedernal
Las que nos interesan son, por supuesto, las de decoración. Estas son idóneas pues mejoran el drenaje, evitan que el suelo se compacte, impiden que las semillas de hierbas silvestres (maleza) germinen, y también protegen las raíces de las heladas.
¿Qué usos tiene?
Imagen – Gumtree.co.za
Además de los que acabamos de decir, tiene otros usos que no conviene ignorar. Utilizar grava decorativa es una muy buena opción si queremos, por ejemplo:
- Formar senderos
- Reemplazar al césped
- Decorar el jardín con gravilla creando dibujos con esta
- Mejorar la textura del jardín
Imagen – Cavenj.org
Como ves, la grava decorativa es mucho más que piedras preciosas. Utilizándola en un jardín se pueden conseguir unas vistas tan bonitas como las que te hemos ido mostrando en este artículo. Si tú quieres lograr lo mismo, no lo dudes: hazte con unos cuantos kilos de grava 🙂 .
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