El acolchado es una técnica empleada en la jardinería que consiste en colocar una capa de materia orgánica o inorgánica para proteger el suelo frente acciones externas como la lluvia, el viento, etc.
Los acolchados tienen numerosos beneficios que veremos a continuación. Además, vamos a explicar qué tipo de acolchado es más conveniente para jardines y huertos. ¿Quieres saber más sobre ello?
Beneficios del acolchado
El acolchado tiene normalmente un grosor de unos 5-15 centímetros y puede ser de un material orgánico o inorgánico.
Entre las ventajas que nos encontramos al usar el acolchado en nuestro jardín tenemos:
- Reducimos la pérdida de humedad, dado que reducimos la tasa de evaporación. De esta forma optimizamos la cantidad de agua que empleamos en el riego y no malgastamos agua.
- Regula la temperatura del suelo aplacando los cambios bruscos de temperatura en épocas de más frío o más calor. Gracias a esta protección las raíces de las plantas no sufren los cambios de temperatura extremos.
- Evita la erosión del suelo, puesto que sirve como pantalla contra la acción del viento.
- Impide el crecimiento de malas hierbas y otras especies no deseadas.
- Enriquece el sustrato a medida que se descompone.
- Embellece el jardín, ya que cumple también una función estética.
Materiales para el acolchado
Entre los productos orgánicos que se emplean para los acolchados nos encontramos la corteza de los pinos u otros árboles, trozos de madera triturada, paja y algunas cáscaras de almendra.
Por otro lado, tenemos los acolchados de tipo inorgánico. Estos están compuestos de materiales como la gravilla, marmolina, tierra volcánica y otros materiales sintéticos.
Para decorar tu acolchado, puedes emplear rocas de tipo decorativa, distintas arenas de colores, animales artificiales o todo lo que te pueda dar la imaginación.
Usa acolchado para las plantas de tu jardín, se verán más protegidas y podrás decorar y darle un toque especial a tus plantas.
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