En jardinería y en los huertos, los bancales nos permiten ciertas ventajas. Por ejemplo, no permite que el pasto y otras malas hierbas entren en el lugar donde hemos sembrado. Esto nos hace más fácil el trabajo y nos permite mejor optimizar el agua de riego y el abono.
Existen muchos tipos de bancales y múltiples formas de hacerlos. Aquí os vamos a mostrar cómo hacer un bancal básico para nuestro jardín o huerto.
Características básicas de un bancal
Lo primero son las dimensiones que tiene que tener nuestro bancal para poder optimizar las ventajas que nos ofrece. Más o menos tiene que tener una altura de 20 cm y de ancho no más de 1,20 m. Si lo hacemos más bajo, no podrá alejar a nuestras plantas y/o cultivos de los pastos de las malas hierbas. Igualmente si hacemos el bancal mucho más ancho, nos aumentará la dificultad para poder trabajar.
Cómo construir un bancal
Para construir nuestro bancal tenemos que eliminar la primera capa de pasto que tengamos y soltar bien la tierra. Luego seguimos colocando ramas secas y ponemos una capa de estiércol o materia orgánica en general (compost también sirve) que esté a medio descomponer. La siguiente capa que tiene que ir en el bancal debe de ser verde. Es decir, o bien que tenga pasto recién cortado u hojas de podas, desechos verdes de cocina, etc. Lo importante es que todo esté muy bien picado, cortado y muy fino.
Luego ponemos una buena cantidad de papel de periódico o cartón y otra capa de unos 3 cm de compost. Por último, colocamos una capa de funciona de acolchado que puede ser de paja, hojas secas, paso seco, etc.
Debemos tener en cuenta que con cada adición de cada capa tenemos que mojar los materiales y las plantas deben ponerse lo más junta posible para que ayuden a generar un microclima que otorgue estabilidad.
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