La Wisteria floribunda, conocida también como glicinia japonesa, es una de las plantas trepadoras más espectaculares y apreciadas en jardinería gracias a sus racimos colgantes de flores fragantes y coloridas. Además de su belleza, se caracteriza por su vigorosidad, longevidad y su capacidad para cubrir amplias superficies en jardines, fachadas y pérgolas.
Características generales de la Wisteria floribunda
La Wisteria floribunda pertenece a la familia Fabaceae. Es una trepadora caducifolia leñosa capaz de alcanzar hasta 8-10 metros de longitud, con tallos robustos y flexibles que se enroscan en soportes. Sus hojas son imparipinnadas, formadas por 13 a 19 foliolos ovado-elípticos, de textura suave y color verde intenso que se tornan dorados en otoño antes de caer.
Una de las características más notables de la glicinia japonesa es su espectacular floración en grandes racimos colgantes que llegan a medir hasta 35 cm. Las flores, de colores malva, azul, blanco o rosa según la variedad, desprenden un agradable perfume y aparecen desde principios de primavera, coincidiendo con el brote de las hojas. Tras la floración, la planta desarrolla frutos en forma de vainas aterciopeladas que contienen semillas, las cuales son tóxicas si se ingieren.
El crecimiento de la Wisteria es rápido y vigoroso, lo que la convierte en una planta excelente para cubrir estructuras grandes como pérgolas, muros, vallas y arcos. Sin embargo, este vigor requiere de una guía y gestión cuidadosa para evitar que se vuelva invasiva o dañe estructuras frágiles.
Variedades y especies de Wisteria

- Wisteria floribunda (glicinia japonesa): Originaria de Japón, presenta racimos especialmente largos y flores que aparecen simultáneamente con las hojas. Las variedades pueden tener flores de varios colores: azul violáceo, rosa, blanco, etc.
- Wisteria sinensis (glicinia china): Con racimos de flores menos largos que la floribunda y una floración que suele darse antes de que broten las hojas. Suele crecer girando hacia la izquierda, mientras que la floribunda lo hace hacia la derecha.
- Wisteria frutescens (glicinia americana): Especie más pequeña, de origen norteamericano, con menor tamaño y mayor resistencia al frío.
Además de estas, existen otras especies y híbridos menos comunes, como Wisteria venusta o híbridos ornamentales que ofrecen una gama más amplia de aromas, tamaños y colores.
Ubicación ideal y clima
La Wisteria floribunda se desarrolla mejor a pleno sol, aunque también tolera la semisombra. Para obtener una floración abundante, es fundamental que reciba varias horas de luz directa al día. En zonas con veranos especialmente cálidos, resulta beneficioso que reciba sombra durante las horas más intensas de la tarde para evitar el estrés hídrico y quemaduras en las hojas.
En cuanto al clima, la glicinia soporta un amplio rango térmico y es resistente a las heladas una vez establecida, aunque en los primeros años conviene protegerla de fríos extremos. Su rusticidad permite cultivarla tanto en regiones templadas como en áreas de clima continental o costero.
La planta prefiere ubicaciones exteriores donde pueda expandirse y trepar libremente. Se debe evitar su plantación cerca de elementos estructurales delicados, tuberías o canalizaciones, ya que el potente sistema radicular puede llegar a dañarlos con el tiempo.
Sustrato y requisitos del suelo

La Wisteria floribunda es poco exigente en cuanto al tipo de suelo, aunque para prosperar y florecer abundantemente se recomienda un terreno fértil, profundo, con abundante materia orgánica y bien drenado. Prefiere sustratos ligeramente ácidos o neutros, aunque puede adaptarse a suelos algo arcillosos si el drenaje es adecuado. El exceso de caliza puede ocasionar clorosis, manifestada con amarilleamiento de las hojas.
En caso de suelos compactos o pobres, es conveniente realizar una enmienda profunda mezclando compost maduro, estiércol o mantillo de hojas antes de la plantación. Es especialmente importante evitar encharcamientos, ya que la glicinia es sensible a las asfixias radiculares y hongos asociados al exceso de humedad. Si se cultiva en maceta, utilizar sustrato universal mezclado con perlita para mejorar el drenaje es la mejor opción.
Plantación de la Wisteria floribunda paso a paso
La mejor época para plantar una glicinia es a finales de otoño o durante la primavera, cuando no haya riesgo de heladas severas. Para asegurar el éxito en el arraigo y desarrollo de la planta, sigue estas recomendaciones:
- Elige una ubicación soleada y un soporte resistente (como una pérgola de hierro, un muro de piedra o una fuerte estructura de madera).
- Cava un hoyo de plantación al menos dos veces el diámetro del cepellón y de 40-50 cm de profundidad.
- Mezcla parte de la tierra extraída con abundante compost y algo de arena si el terreno es muy arcilloso.
- Coloca el cepellón en el centro, cuidando que el cuello de la planta quede a ras de suelo.
- Rellena con la mezcla preparada, apisona suavemente y riega en profundidad tras la plantación.
- Guía los tallos principales hacia el soporte, enrollándolos suavemente y atándolos si es necesario con tiras blandas.

Durante el primer año, es fundamental mantener el sustrato húmedo pero no empapado, y evitar abonar en exceso para favorecer el enraizamiento.
Riego de la Wisteria floribunda
El riego correcto es clave para el éxito en el cultivo de la Wisteria. Esta planta agradece la humedad constante, pero no la tolera el exceso. Durante la primavera y el verano, riega regularmente para evitar que el sustrato se seque por completo, especialmente mientras la planta es joven y aún está en pleno crecimiento.
A partir del tercer año, el riego puede espaciarse, dado que la glicinia desarrolla raíces profundas capaces de buscar agua en capas inferiores del suelo. En periodos de calor intenso o sequía prolongada, aumenta la frecuencia para mantener la humedad moderada. En otoño y durante el invierno, reduce el riego al mínimo, regando solo si no hay lluvias naturales y el sustrato se seca demasiado.
Evita siempre los encharcamientos para prevenir hongos y pudrición radicular. En plantaciones en maceta, revisa que el recipiente tenga buen drenaje.
Abonado y fertilización adecuada

El abonado anual es fundamental para asegurar una floración exuberante. A pesar de pertenecer a la familia de las leguminosas y ser capaz de fijar el nitrógeno del aire mediante sus raíces, la glicinia requiere un aporte extra de nutrientes, sobre todo de fósforo y potasio, elementos clave en la producción de flores.
- En otoño o invierno: añade al menos 5 a 10 kg de estiércol maduro, compost casero o mantillo alrededor de la base, a unos 20 cm del tronco.
- En primavera: conviene aportar fertilizantes minerales bajos en nitrógeno y ricos en fósforo y potasio (como un NPK 5-15-15) en dosis reducidas.
Evita los abonos con exceso de nitrógeno, ya que estimulan el desarrollo de hojas en detrimento de la floración. Si la planta muestra escasez de flor, es recomendable revisar el fertilizante utilizado.
Floración y su espectacularidad

La floración de la Wisteria floribunda es uno de los mayores espectáculos del jardín. Los racimos de flores aparecen en primavera y, según el clima y la variedad, pueden prolongarse hasta el verano. La floración suele preceder a la aparición completa de las hojas, generando un efecto de «lluvia» de flores muy ornamental.
El color y el aroma de las flores pueden variar entre las distintas variedades. Hay glicinias de flores azuladas, malva, rosas y blancas. En algunas ocasiones, se produce una segunda, aunque más breve, floración en verano-otoño.
Es importante tener en cuenta que la glicinia plantada desde semilla puede tardar varios años —hasta 10— en florecer. Si se desea una floración más temprana, es recomendable adquirir ejemplares injertados o cultivados por esqueje, que suelen comenzar a florecer en pocos años.
Cómo y cuándo podar la Wisteria floribunda

La poda es una de las tareas más importantes en el mantenimiento de la glicinia. Su objetivo es estimular la floración y controlar el crecimiento de esta vigorosa trepadora. La poda regular evita que se vuelva demasiado voluminosa, mejora la ventilación y previene enfermedades.
- Poda de formación: Durante los primeros años, guía los tallos principales hacia el soporte elegido. Elimina los tallos débiles o mal ubicados y limita la cantidad de troncos principales a uno solo para evitar enmarañamiento.
- Poda de floración: Se realiza a finales del invierno (antes del inicio de la brotación). Consiste en acortar los brotes largos del año anterior a unos 30-40 cm, dejando las yemas de la base que producirán las inflorescencias.
- Poda de mantenimiento: En verano, cada 3-4 semanas, acorta los brotes nuevos a 2-3 yemas, conservando principalmente las ramas laterales (llamadas dardos) porque son las que producen flores.
- Poda de limpieza: Elimina ramas secas, cruzadas, enfermas o que obstaculicen el paso de la luz.
Un buen programa de poda asegura una floración continua y previene que la planta se vuelva inmanejable. Recuerda desinfectar las herramientas de poda para evitar la transmisión de enfermedades.
Entutorado y soportes para la glicinia

La Wisteria floribunda requiere soportes muy robustos debido al peso y vigor que alcanza en pocos años. Es preferible utilizar estructuras de acero, hierro o madera gruesa y bien anclada, ya que los tallos pueden estrangular o deformar materiales frágiles como tubos de plástico o enrejados débiles.
Existen varias formas de guiar la glicinia:
- En pérgolas, plantando una glicinia cerca de cada pilar y guiando los tallos hasta que se crucen y cubran el techo.
- En muros, colocando tensores de alambre o malla metálica a los que se puedan atar los tallos principales.
- En arcos de jardín, permitiendo que los tallos rodeen la estructura para formar un túnel floral.
Si se desea cultivar la glicinia como árbol, puede formarse un único tronco y podarse para desarrollar una copa redonda en forma de sombrilla.
¿Se puede cultivar Wisteria en maceta?
Sí, es posible cultivar Wisteria floribunda en maceta, aunque requiere atenciones especiales y la expectativa de menor desarrollo. Para lograrlo con éxito:
- Escoge una maceta grande y profunda (al menos 50 cm de diámetro) con varios agujeros de drenaje.
- Usa sustrato universal enriquecido con compost y añade perlita o gravilla para mejorar el drenaje.
- Riega con frecuencia, evitando siempre el encharcamiento.
- Realiza podas más rigurosas para controlar el tamaño.
- Aporta abono orgánico y fertilizante mineral según las indicaciones para mantener la floración.
Una glicinia en maceta puede decorar terrazas, patios y balcones, y es una opción interesante si se desea experimentar con glicinia en tamaño más reducido o formato bonsái.
Multiplicación de la Wisteria floribunda

La propagación de la glicinia se puede realizar por varios métodos:
- Acodo simple: En otoño, entierra parcialmente una rama joven en el suelo, realiza una pequeña incisión en la zona enterrada y pon una piedra encima para mantener el contacto. En primavera, se habrá formado una nueva planta lista para separar.
- Esquejes: Aprovecha los restos de poda en verano o primavera. Elige estacas de madera semidura, aplica hormonas de enraizamiento y planta bajo ambiente protegido.
- Injerto: Es el método habitual para preservar variedades seleccionadas y obtener floración temprana.
- Semillas: Si bien germinan fácilmente, las plantas resultantes tardan más años en florecer y pueden no mantener las características de la planta madre.
La multiplicación vegetativa (acodo, esqueje, injerto) es preferible para asegurar la calidad y precocidad en la floración.
Plagas y enfermedades comunes

La Wisteria floribunda es una planta bastante resistente, pero puede verse afectada por ciertas plagas y enfermedades:
- Pulgones: Pueden deformar brotes y hojas jóvenes. Se controlan con insecticidas sistémicos o productos ecológicos como jabón potásico.
- Cochinillas: Acumulan melaza y pueden provocar aparición de hongos negros (fumagina). Se eliminan manualmente o con productos específicos.
- Abeja cortadora de hojas (Megachile centuncularis): Corta pequeños bordes curva en las hojas. Su daño es solo estético.
- Hongos foliares: Manchas marrones o amarillas producidas por Phyllosticta, Septoria, o Erysiphe (oídio). Mejoran al mejorar la ventilación y evitar excesos de agua.
- Roya: Aparece como bultitos anaranjados en el haz de las hojas. Se previene con fungicidas y evitando el exceso de humedad.
- Agalla del cuello: Tumores producidos por la bacteria Agrobacterium, generalmente mortales para la planta.
- Virus: Mosaicos o deformaciones transmitidas por injerto. No tienen cura; se recomienda eliminar la planta afectada.
Al primer síntoma de enfermedad, elimina hojas y ramas afectadas y mejora la ventilación, evitando mojarlas en el riego. Mantener limpias las herramientas de corte ayuda a prevenir la transmisión de patógenos.
Consejos de mantenimiento y trucos expertos
- Paciencia en la floración: Si tu glicinia fue cultivada desde semilla, puede tardar años en florecer. Elige plantas injertadas para obtener flores antes.
- Control de crecimiento: Un buen entutorado y podas periódicas evitan que la glicinia se vuelva invasiva o dañe estructuras.
- Cuidado con su toxicidad: Todas las partes de la glicinia son venenosas si se ingieren. Precaución si hay niños o mascotas en el jardín.
- Evita exceso de nitrógeno: Fomentarás hojas, no flores. Prioriza fertilizantes ricos en fósforo y potasio.
- Aprovecha el otoño para trasplantes: Es la mejor época para mover pies jóvenes, siempre con buen cepellón y abundante riego tras el trasplante.
- Atento a soportes y canalizaciones: No plantes glicinia cerca de estructuras delicadas o tuberías.
La Wisteria floribunda es sinónimo de jardines románticos y pérgolas de ensueño gracias a su porte majestuoso y sus racimos colgantes de flores aromáticas. Con los cuidados y atenciones detallados en esta guía, conseguirás que tu glicinia japonesa destaque por su vigor, salud y una floración que marca la diferencia en cualquier espacio verde.


