Es una de las plantas de más rápido crecimiento que habita en los bosques. Es tan invasora, que puede crecer hasta 7 centímetros y medio en tan sólo un día. A pesar de ello, y de las espinas que recubren sus tallos, es muy apreciada por muchos animales, como aves y, también, humanos. Su nombre es zarzamora.
Normalmente, no te aconsejaríamos tener una planta de estas en el jardín, pero la realidad es que sus frutos están tan deliciosos, que siempre se puede optar por cubrir paredes que estén junto a las calles, utilizándolas además de como comestible, también como protección.
La zarzamora, cuyo nombre científico es Rubus fruticosus, es un arbusto caducifolio que crece hasta los 2 metros de altura, pero cuyo tallos espinosos se pueden extender algunos metros metros (3-4). Las hojas tienen el borde aserrado, y son de color verde oscuro por el haz y grisáceo por el envés. Las flores son blancas o rosas, y miden unos 2 cm de diámetro. Y el fruto, sin duda lo más atractivo de esta planta, mide alrededor de 2cm de alto, negros al madurar. Éstos tienen un sabor ácido muy agradable, y tienen la peculiaridad de que se pueden consumir crudas.
Soporta sin problemas heladas de hasta los -15ºC, y puede crecer en todo tipo de terrenos. Además, no requiere de ningún cuidado especial tal y como te voy a contar a continuación.
Para tener una zarzamora en perfectas condiciones sólo hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Ubicación: exterior, a pleno sol o a semisombra.
- Riego: poco frecuente, resiste la sequía. Regar unas 2 o 3 veces por semana en verano, y una vez por semana el resto del año.
- Abonado: no es necesario, aunque si se quiere se puede abonar durante los meses cálidos con abonos orgánicos.
- Poda: durante toda la temporada de crecimiento se pueden recortar los tallos tanto como sea necesario.
- Plagas y enfermedades: es muy resistente.
- Recolección: en otoño los frutos estarán listos para ser consumidos.
¿Qué te ha parecido la zarzamora?
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