Las plantas del desierto son básicamente diferentes variedades de suculentas y cactus. Especies que se han adaptado a vivir en condiciones especialmente difíciles. En suelos con pocos nutrientes y sin apenas recibir agua.
Son extremadamente resistentes y, por eso, se han convertido en las favoritas de muchas personas. Porque podemos tenerlas en casa o en el jardín y no vamos a tener que preocuparnos demasiado por ellas. Si te apetece añadir nuevas variedades a las que ya tienes, presta atención a las cinco que te vamos a presentar.
Aloe dichotoma
Entre las plantas del desierto empezamos destacando el Aloe dichotoma, también conocido como Quiver Tree o Kokerboom. Una especie de aloe que es originario del sur de África y que podemos encuadrar en la familia Xanthorrhoeaceae.
Tiene un tronco grueso y ramificado y es perfecto para el jardín, ya que puede llegar a alcanzar hasta siete metros de altura. Sus hojas carnosas, suculentas, en forma de lanza y con un color verde azulado, consiguen hacer que esta planta destaque entre el resto.
Su hábitat natural está en zonas áridas y desiertas, donde suele crecer en las laderas rocosas y las colinas. Adaptada al clima desértico, es capaz de sobrevivir incluso en condiciones extremas de temperatura.
Sus hojas carnosas almacenan agua y esto le permite sobrevivir a largos períodos de sequía.
Antigonon leptopus
Esta planta trepadora originaria de México es también conocida con los sobrenombres de Coralita, Reina de la Noche o Coralita Mexicana.
Pertenece a la familia de las Polygonaceae y es muy apreciada por sus vistosas flores en forma de racimo y de diferentes colores.
Se caracteriza por sus tallos leñosos y flexibles, que tienen una gran capacidad de crecimiento y son capaces de cubrir estructuras como muros o pérgolas en muy poco tiempo.
Cuenta con unas curiosas hojas triangulares de color verde oscuro. Mientras que sus flores son de pequeño tamaño y de forma tubular, agrupadas en espigas.
Es una especie que prefiere los climas cálidos, pero es fácilmente adaptable siempre y cuando cuente con suelos fértiles y bien drenados.
No obstante, si has valorado que esta sea una de plantas del desierto a poner en tu jardín, ten cuidado con ella. Porque se propaga rápidamente y puede llegar a ser bastante invasiva.
Gossypium harknessii
Esta es una planta perenne originaria de América del Norte, que se incardina dentro de la famila Malvaceae. Es una especie de algodón capaz de desarrollarse en suelos secos y arenosos.
Sus raíces son capaces de penetrar de forma muy profunda en el suelo en busca de agua, por lo que puede sobrevivir en condiciones extremas de temperatura y aguantar sequías moderadas.
Es fácilmente reconocible por sus flores de color blanco o amarillo pálido que luego se transforman en cápsulas que contienen semillas de algodón. No obstante, estas fibras son cortas y no se consideran adecuadas para el uso comercial.
Yucca rostrata
Entre las plantas del desierto que puedes incorporar a tu jardín, está la Yucca rostrata, también conocida como Beaked Yucca o Big Bend Yucca. Una suculenta que pertenece a la familia de las Asparagaceae y es nativa del suroeste de Estados Unidos y del norte de México.
Se compone de una roseta formada a base de hojas estrechas y rígidas, con puntas afiladas y con un curioso tono azul verdoso. Que se disponen en torno a un tallo central.
En su hábitat natural, esta planta puede alcanzar hasta cuatro metros de altura. Su inflorescencia tiene también una gran longitud, con campanas de flores blancas en forma de estrella que se pueden observar durante el verano y que tienen un gran poder de atracción para los polinizadores.
Es una planta que se ha adaptado a vivir en climas áridos gracias a la capacidad de sus hojas para almacenar agua.
Echinopsis “platillo volador”
Esta variedad de cactus recibe su curioso sobrenombre por la particular forma que tienen sus flores. De hecho, la floración de esta planta es espectacular y se presenta en diferentes colores como el rosa, el amarillo, el naranja o el blanco.
Se trata de un cactus con un cuerpo de forma globular con costillas prominentes y espinas. Muy habitual en jardines de rocallas y en paisajes de estilo desértico por su extraordinaria capacidad para resistir a condiciones secas y suelos pobres en nutrientes.
No obstante, hay que tener algunas precauciones con él, porque puede ser especialmente sensible frente a las heladas. Por eso, es importante protegerlo durante el invierno.
Cuidados esenciales para las plantas del desierto
Aunque diferentes entre sí, estas especies que hemos visto tienen en común su gran resistencia y su capacidad para sobrevivir en condiciones complicadas, con poca agua y en suelos en los que apenas hay nutrientes.
Si tienes previsto incorporar plantas de este tipo en tu jardín, ten en cuenta estos consejos:
- Riego moderado. Estas variedades son resistentes a la sequía, pero eso no significa que no necesiten agua. Aplica un riego moderado y evitando en todo caso el encharcamiento.
- Sustrato bien drenado. La humedad no es buena para estas especies, así que procura utilizar un sustrato con una buena capacidad de drenaje. Puedes añadir un poco de perlita o vermiculita para conseguir que tu sustrato tenga mayor capacidad de drenaje.
- Cuidado con el sol. Aunque son especies desérticas, en algunos casos recibir un exceso de luz solar puede quemarlas. Procura ubicarlas en un lugar en el que reciban también algo de sombra, especialmente en las horas más calurosas del día durante el verano.
- Protección invernal. Estas plantas aguantan el calor, pero pueden no sobrellevar bien las temperaturas extremas a la baja. Te recomendamos que en invierno las cambies de ubicación o, si esto no es posible, que les aportes un extra de protección con una capa de mulching e incluso cubiertas protectoras.
- Poda selectiva. Elimina las hojas que veas que están secas o dañadas, pero utilizando siempre herramientas limpias y bien desinfectadas.
- Aireación del suelo. Asegúrate de que el sustrato no esté demasiado compactado, para que el oxígeno pueda fluir bien hacia las raíces.
Las plantas del desierto son fáciles de cuidar y muy bonitas. ¿Ya sabes cuáles vas a poner en tu jardín?