Allium moly: características principales y cuidados

Allium moly

Una de las plantas típicas españolas es el Allium moly. Espera, ¿no sabes de cuál estamos hablando? También conocida como ajo dorado, ajo moly, cebolleta o ajo español, se trata de una planta perenne.

Si quieres saber más sobre ella, a continuación te damos las características que tiene esta especie de ajo y los cuidados que deberías darle para disfrutarla en tu jardín (y de paso comértela). ¿Empezamos?

Cómo es el Allium moly

ajo ornamental

Tal y como te hemos dicho, el Allium moly es típico de España, donde se cultiva habitualmente, aunque en realidad el origen es europeo. En Francia, por ejemplo, está protegido debido a la rareza de la planta, pero no así en España, donde a menudo se puede encontrar en su hábitat natural (en zonas rocosas) o, si te haces con la planta o con semillas, cultivándolo en tu jardín.

Y es que, aunque puede ser comestible, esta planta de ajo es habitual que se conserve a nivel ornamental.

Es una planta bulbosa, no más alta de 40 centímetros, compuesta por un bulbo redondo que está cubierto por una capa blanca. Su diámetro no suele ser mayor de dos centímetros. Su ciclo de vida va de septiembre a junio aproximadamente, dejando los meses de más calor en descanso. Por eso, en invierno es habitual que empiece a desarrollar un tallo con varias hojas (a menudo 2-3), grandes y planas, y de color verde azulado. Estas pueden llegar a medir entre 15 y 30 cm y unos 3 cm de ancho.

Además de ese tallo, de marzo a junio suele producir uno o varios tallos florales, de entre 15 y 30 cm de longitud que hacen que las flores estén más altas que la propia planta. Así, tendrás una docena de flores, en color amarillo y en forma de estrellas, con 6 tépalos de un centímetro.

Estas flores son muy atractivas para los insectos, que las polinizan y eso hace que se creen unas cápsulas ovoide. Cuando estas se abren se pueden obtener las semillas que son muy pequeñas y de color negro.

Cuidados del Allium moly

En Francia esta planta de ajo está protegida

Ahora que ya sabes algunos datos más sobre el Allium moly, ¿qué tal si te ayudamos a que puedas cultivarla y cuidarla en tu jardín? Hemos investigado y aquí te dejamos las claves para conseguir que salga adelante.

Ubicación y temperatura

Tal y como te hemos dicho, el Allium moly se cultiva a través de bulbos que suelen plantarse en otoño e invierno. Estos deben ponerse a al menos diez centímetros de profundidad, y, al contrario que otros, irán en grupos. Ahora bien, ¿dónde?

Puedes plantarlo tanto en maceta como directamente en el jardín. En cuanto a la luz, la mejor es una semisombra, sobre todo si donde vives sueles tener un clima templado. Pero se adapta a pleno sol sin problema si las temperaturas no son demasiado altas.

Para que te hagas una idea, en Francia lo plantan a pleno sol, pero en el caso de España se recomienda plantarlo en semisombra por las horas de sol y la incidencia de este.

En cuanto a la temperatura, si bien hay que tener en cuenta que el calor extremo frena el crecimiento de la planta (y por eso se deja descansar en los meses de verano, para evitar que se deteriore), no pasa lo mismo con el frío. De hecho, es capaz de aguantar temperaturas de -29ºC.

Sustrato

Si bien el Allium moly se puede poner en cualquier tipo de tierra, si tuviéramos que recomendarte una concreta esta sería aquella que tenga un pH ácido o alcalino (incluso neutro). Por ejemplo, un suelo arcilloso o uno arenoso. Eso sí, uses uno u otro es importante mezclarlo con drenaje porque necesita que la tierra esté muy ligera y suelta.

Riego

El riego del Allium moly depende de muchos factores, entre los cuales está la ubicación, la temperatura, la época del año… En general, todos los Allium moly necesitan tener un sustrato algo húmedo, con lo que tendrás que regarla dependiendo de la estación.

Eso sí, en verano no debe regarse porque los bulbos estarán en reposo. De hecho, es habitual que la planta empiece a perder las hojas y tallos conforme el calor haga acto de presencia. Así que en ese momento hay que dejar de regar para que la tierra, y el bulbo, se seque y así pueda entrar en reposo.

A partir de septiembre sí tendrás que regarla al menos una vez a la semana. Sin embargo, en invierno es posible que no tengas que regarla mucho si hay humedad ambiental. A partir de primavera tendrás que ir aumentando el riego al principio, y acortándolo a la mitad de la estación.

Abonado

planta de ajo con flores amarillas ornamental

Al hablar de un bulbo lo normal es que este, cuando acaba su ciclo y entra en reposo se saque de la maceta. Por eso, a la hora de volver a plantarlo se hará en una nueva maceta con tierra nueva. Eso implica que no es necesario que se abone porque tendrá nutrientes siempre que se plante.

Ahora bien, si no se saca de la maceta entonces sí te recomendamos darle un fertilizante con el agua de riego siguiendo las pautas del fabricante.

Multiplicación

Para terminar, queremos hablarte de la propagación del Allium moly. En este caso tienes dos opciones, ambas igual de buenas.

La primera tiene que ver con el propio bulbo que tengas. Con el tiempo es habitual que los bulbos generen hijuelos. Al principio estos serán muy pequeños y es posible que no te sirvan. Pero cuando veas que ya sí está lo suficientemente grande podrás separarlo y plantarlos por separado (eso sí, espera unos días a que cicatrice).

El mejor momento para hacer esto es cuando los bulbos están de reposo, es decir, de junio a agosto. En ese momento deberás sacarlos de la maceta, limpiarlos lo mejor posible y guardarlos en un sitio oscuro y fresco hasta que pasan las altas temperaturas.

La otra opción que tienes para propagar el Allium moly es a través de las semillas. Si bien eso implica tener que esperar más tiempo a que crezca, pueden dar buenos resultados.

Para ello, tienes que recolectarlas del tallo y guardarlas en el frigorífico hasta que llegue el mes de septiembre. Ese será el momento en que podrás plantarlas y, con algo de suerte, algunas de ellas germinarán para primavera (así es, deben pasar varios meses para saber si alguna saldrá adelante).

Como ves, el Allium moly puede ser una buena elección para cultivar en el jardín, o en una maceta. No solo por su utilidad (es comestible y puedes comerte tanto el bulbo como las hojas), sino también por su belleza. ¿Qué tal si le das una oportunidad?


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