¿Quieres una planta con flor que puedas tener dentro de casa? Entonces tienes que echarle un vistazo a la Billbergia nutans.
Se trata de una planta herbácea pero que puede tolerar estar dentro de casa. Ahora bien, ¿cómo es? ¿Qué cuidados necesita? Presta atención a esta guía porque vas a conocer a una planta de la familia de las Bromeliaceas.
Cómo es la Billbergia nutans
La Billbergia nutans es en realidad una bromelia terrestre, es decir, que no es epifitas como suelen serlo. Esta en concreto es originaria de Brasil, México y Centroamérica. En su hábitat natural sí que crece de manera epífita, pero como planta decorativa la puedes tener directamente en una maceta o en el jardín plantada.
Otros de los nombres por los que se la conoce, y se comercializa, son: lágrimas de reina o avena de salón.
Físicamente, la planta es herbácea y crece en forma de mata bastante gruesa. Llega a medir hasta 50 centímetros de altura. Las hojas son de tipo cinta, en color verde clarito con un pequeño brillo plateado. Sin embargo, cuando le da da el sol es habitual que este plateado pase a ser un rojizo.
Como bromelia que es, no necesita riego porque el agua que recoge a través de las hojas de la base son las que le sirven para retener la humedad. Por supuesto, se alimenta de ese agua y también de la humedad y nutrientes que haya en el ambiente.
Al contrario que otras plantas, la Billbergia nutans florece a finales del invierno pero las flores duran muy poco a pesar de lo atractivas que son. Aunque aún más bonitos son los tallos florales, que se tornan arqueados y de color rosa, de tal manera que las flores caen como si fueran campanillas o lágrimas, con pétalos rosas, morados o verdes y amarillos.
Con respecto a las raíces, debes saber que apenas si las desarrolla. En realidad solo tiene las suficientes como para asentarse en la maceta. Esto puede indicarte que también se podría convertir en una planta de aire, o tillandsia. Y como tal, debes saber que su esperanza de vida media no es demasiado larga.
Cuidados de la Billbergia nutans
Ahora que te hemos acercado un poco más la Billbergia nutans, es posible que, por las fotos, te hayas enamorado de ella (no es para menos). Pero, ¿cómo tener una y que no se te muera en dos semanas?
Aquí te dejamos una guía de cuidados importantes para que eso no pase.
Ubicación y temperatura
Como te hemos dicho, la Billbergia nutans es una planta que tolera vivir tanto en exterior como en interior. Y en cada lugar tiene unas condiciones especiales.
En exterior, podría ser bueno ubicarla en una zona con luz, pero que no sea sol directo. Ponerla bajo un árbol puede ser una opción porque le tamizará la luz.
En interior, lo mejor es que sea un lugar con una buena iluminación, pero tampoco con sol directo porque podría quemarse. Eso no quiere decir que no pueda darle un poco de sol, pero que sea el de primera hora de la mañana o el de último de la tarde.
En cuanto a la temperatura, la Billbergia nutans es una planta que, mientras que la temperatura supere los 10ºC puede aguantar. Pero no es recomendable que baje más. Aun así, puede soportar heladas cortas de -2ºC.
Sustrato
Si optas por tener la Billbergia nutans en maceta, teniendo en cuenta que apenas va a desarrollar raíces, no tienes por qué colocarle una maceta demasiado profunda. La tierra a utilizar procura que sea no caliza, y siempre muy bien drenada para que no tenga dificultades para que sus raíces crezcan.
En el caso de que prefieras tenerla al aire, te ahorrarás la maceta y la tierra, pero cuidado. Si ya está acostumbrada a la tierra, sacarla al aire puede estresarla y que empiece a enfermar.
Riego
Otro de los puntos importantes es el riego. Como te hemos dicho, se alimenta de la humedad ambiental, y esta es mucho más enriquecedora que el riego.
Pero no quiere decir que no debas regarla, solo que tendrás que hacerlo cada 10-15 días aproximadamente (menos en invierno que no te recomendamos regarla).
Lo que sí debes tener muy presente, y casi a diario, es pulverizarla con agua sin cal.
Abonado
la Billbergia nutans sí necesita un poco de abono de vez en cuando. Puedes ponérselo en el agua de riego o bien en el que le pulverizas. Eso sí, sólo un abonado mensual.
Plagas y enfermedades
Existe varias plagas que pueden afectar a la Billbergia nutans. Las más habituales son la araña roja, las cochinillas y los pulgones. Si los coges a tiempo no vas a tener problema con ellos pero, si no, podrían consumir la planta hasta el interior.
Con respecto a las enfermedades, la falta de humedad y el exceso de agua pueden ser mortales para la planta. En el primer caso esta se seca por dentro, y aun cuando por fuera está bien, basta tocarla para que se desmenuce y el centro aparezca negro.
En el segundo caso, la notarás blanda y con mal olor.
Multiplicación
Para finalizar, queremos hablarte de la reproducción de la Billbergia nutans. Esta se produce a través de hijuelos que nacen desde la propia base de la maceta de tal forma que, cuando la planta madre muere (en unos cinco años), puedes tener muchos hijuelos de los que seguir disfrutando.
Estos puedes separarlos en primavera o después de que haya florecido.
Para separarlos, tienes que hacerte con un cuchillo bien afilado para dar cortes rápidos y certeros. Pero no las plantes de inmediato. Es mejor dejar que pase un tiempo para que el corte cicatrice. De lo contrario podría contraer hongos de la herida y estos acabar con ella desde el interior. Un truco para que cicatrice rápido es echarle canela en polvo.
Encontrar en el mercado (viveros, floristerías…) la Billbergia nutans puede que no sea fácil. Pero a través de Internet sí que la tienes y desde ya te decimos que es todo un espectáculo. ¿Te animas a tener una en casa?