La palabra »hibisco» hace referencia a una serie de arbusto o arbolitos originarios de Asia que se caracterizan por producir unas flores que, si bien duran muy poco, son unas de las más bonitas del reino vegetal. De hecho, su belleza es tal que se cultivan ampliamente en todas las regiones templadas-cálidas y tropicales del mundo.
Sin embargo, puede que no sepas bien cómo es la flor de hibisco, o que tengas algunas dudas, así que vamos a tratar de resolvértelas todas a continuación.
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¿Cómo es?
La flor de hibisco es grande. No es la más grande que se conoce, pero sí que es una de las más grandes que tienen los arbustos. Su tamaño oscila entre los 6 y los 12 centímetros de diámetro lo cual ya es mucho 🙂 .
Está formada por cinco o diez pétalos, dependiendo de si es simple o doble, de colores muy diversos: rosa, rojo, blanco, amarillo, naranja, bicolores… Los estambres se disponen en forma columnar de manera que sobresalen de la corola.
¿Cuándo brota?
Para poder disfrutar de esta maravilla de flor hay que esperar a que llegue la primavera, ya que es cuando sus capullos florales se abren hasta el otoño. Aunque eso sí: hay que saber que solo permanece abierta durante un día; de modo que hay que tener la cámara de fotos o el móvil listo para poder fotografiarla.
¿Qué propiedades tiene?
Las propiedades de la flor de hibisco son las siguientes:
- Medicinales: se usa para curar la tos, dolor de gargante, anginas, estomatitis, bronquitis, problemas de disentería, cólicos espasmódicos y la piel que haya sufrido alguna picadura de insecto.
El modo de uso es en infusión. - Cosmética: se puede usar para cuidar el cabello. Para ello, se secan algunos pétalos y se mezclan luego con agua obtener una especie de mascarilla capilar que se aplicará durante el lavado.
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