La cuna de Moisés es una planta de interior muy apreciada por su gran belleza y por lo fácil que resulta cuidar de ella. Además, tiene la ventaja adicional de tener flor durante prácticamente todo el año.
Si te gusta esta variedad también conocida como lirio de la paz o bandera blanca, prepárate para descubrir cuáles son los cuidados que tienes que brindarle para que luzca más bonita que nunca.
Características de la cuna de Moisés
Esta planta pertenece a la familia de las araceas, dentro de la que también se incluyen otras populares plantas de interior como los lirios, los anturios y los filodendros. Variedades que son muy habituales tanto en las casas como en los espacios de trabajo, porque no son muy exigentes en cuanto a cuidados.
Es originaria de los bosques tropicales de América del Sur y Centroamérica, donde crece en zonas sombreadas y con un alto nivel de humedad. Precisamente por su origen tropical, se ha adaptado bien como planta de interior.
En su hábitat natural es posible observarla creciendo directamente del suelo, pero también como epífita, aferrándose con sus raíces a los troncos de árboles y las rocas que hay en su entorno.
Como vas a comprobar, la cuna de Moisés es una planta muy adaptable y resistente. Incluso aunque no se te den bien las plantas de interior, puedes conseguir que esta variedad te sobreviva mucho más tiempo que otras más sensibles.
Por lo que se refiere a sus características físicas más destacadas, son las siguientes:
- Hojas. Esta planta cuenta con una gran cantidad de hojas lanceoladas de color verde oscuro que crecen en sentido vertical. Pueden llegar a medir entre 12 y 65 centímetros de largo, por 3 centímetros de ancho.
- Espata. La cuna de Moisés es un espatifilo, y su característica física más destacada es la espata. Una estructura de color blanco (verde claro en algunas variedades) en forma de hoja que rodea el espádice, que es el órgano floral cental. De ahí que sea muy común confundir la espata con las flores del lirio de la paz, pero se trata de elementos diferentes.
- Inflorescencia. La flor de esta planta se da en forma de espádice y se compone de pequeñas flores blancas.
- Propiedades purificadoras. Además de por su belleza y por lo fácil que resulta de cuidar, el lirio de la paz es muy apreciado porque tiene una gran capacidad de purificar el aire.
Cuidados de la cuna de Moisés
Incluso las plantas más resistentes pueden morir si no les damos los cuidados que necesitan y merecen. En el caso de la cuna de Moises, debes tener en cuenta las siguientes prescripciones:
Condiciones de luminosidad
Esta es una de esas plantas que pueden adaptarse a vivir en interiores con poca luz. Pero que despliega todo su potencial de belleza cuando recibe varias horas de luz indirecta cada día, especialmente durante la época de floración.
Lo que no deberías hacer en ningún caso es ponerla en un lugar en el que reciba la luz del sol de manera directa, ya que esto puede quemar sus hojas.
Temperatura ideal para la bandera blanca
Por su origen tropical, esta variedad prefiere estar en entornos en los que las temperaturas sean altas. A ser posible, que oscilen entre los 20º y los 23º C.
Puede soportar un poco más de calor, pero es altamente sensible frente al frío. De hecho, no puede sobrevivir por debajo de los 15ºC, por lo que te aconsejamos no ponerla nunca en el exterior.
Riego adecuado para la cuna de Moisés
Esta es una planta que necesita humedad para crecer bien. Procura que el sustrato se mantenga siempre ligeramente húmedo. En cuanto notes que la capa superior está seca al tacto, es momento de regar de nuevo.
Lo ideal es regar un par de veces por semana con un agua con poca cal y sin cloro. Puedes recoger el agua de lluvia, o llenar un recipiente con agua del grifo y dejarla reposar 24 horas antes del riego. Como consejo extra, evita darle a tu planta agua fría, porque esto puede desestabilizar su equilibrio.
En todo caso, aborda el riego con precaución, porque el encharcamiento nunca es bueno para las plantas. Dale poca agua cada vez, y solo en la parte del sustrato, sin llegar a mojar las hojas.
Condiciones de humedad
Si hay algo imprescindible para el crecimiento de la cuna de Moisés, es que tenga una buena cantidad de humedad. Para proporcionársela, puedes pulverizar sus hojas con agua tibia de vez en cuando, pero sin llegar a mojar las flores.
También puedes colocar la maceta sobre un plato que tenga unos guijarros y añadir en este un poco de agua para que se vaya evaporando. Pero evita que el sustrato esté en contacto con ese agua, ya que eso podría pudrir las raíces.
Medio de plantación
Para esta variedad, lo mejor es que el sustrato empleado tenga una buena capacidad de drenaje y que sea rico en materia orgánica. Los sustratos de plantas de interior suelen cumplir ambas condiciones, por lo que puedes utilizarlos con total tranquilidad.
Además, asegúrate de que la maceta empleada tenga un agujero de drenaje. Porque es importante que la planta pueda expulsar hacia fuera todo el agua que no necesita.
Fertilización del espatifilo
Para poder formar sus flores y su exuberante follaje, la cuna de Moisés necesita tener suficientes nutrientes, por lo que le viene muy bien una dosis extra que le puedes aportar a través de fertilizante.
Entre los meses de marzo y octubre puedes aplicar abono líquido una vez a la semana. En invierno basta con abonar una vez cada 15 días.
Además, para promover un crecimiento saludable, no dudes en eliminar aquellas hojas que estén amarillas o que muestren algún síntoma de enfermedad.
Trasplante y propagación
Dado que tiene un crecimiento rápido, se aconseja cambiar a una maceta más grande cada dos años. Mejor si es durante la primavera.
El momento del trasplante lo puedes aprovechar para dividir las matas y tener así más cantidad de plantas.
La cuna de Moisés es una planta bonita, fácil de cuidar y que mantiene el aire a nuestro alrededor limpio y libre de tóxicos. ¿Qué más se le puede pedir?