Azafrán
Es una de las especies más apreciadas por los cocinillas, aunque su precio hace que se venda a cuenta gotas, un auténtico tesoro culinario que se comercializa en pequeñas dosis, como si fuesen joyas valiosas para dar sabor a los platos, además de tener otras muchas propiedades interesantes. Son pequeñas hebras que, en verdad, con poca cantidad logran dejar su magia sobre cada alimento. Sin embargo, hay que decir también que, debido a su alto precio, a veces lo que se nos vende como azafrán, en realidad no lo es. Te contamos todas las curiosidades sobre el azafrán, para que sepas qué es, cómo utilizarlo, cómo reconocerlo y qué te aporta tenerlo en casa.
Dado lo que acabamos de contarte con respecto a su precio y propiedades, el azafrán es considerado casi como un “oro rojo”. Y ha sido muy valorado, como una auténtica alhaja a lo largo de los tiempos y por diferentes culturas, porque esta especia tan peculiar y estupenda lleva usándose desde la antigüedad.
Seguramente te habrás chupado los dedos con una paella deliciosa, porque este condimento se utiliza mucho para darle sabor a los arroces, aparte de añadirse a recetas de carnes e incluso a postres. Siempre en cantidades muy muy pequeñas, pero suficientes para darles sabor. Conozcamos más sobre este estupendo ingrediente de la cocina, que no debe faltar tampoco en tu botiquín y descubre también acerca de su cultivo.
Qué es el azafrán
El azafrán no es otra cosa que los estigmas secos del pistilo de una flor. Concretamente de la flor de Crocus sativus. Esta flor destaca por su belleza, con bonitos colores en tonos lila, estambres amarillos y estigmas de intenso color rojo. Es una flor silvestre originaria de Oriente cuyo cultivo data de muy antiguo, de antes de Cristo incluso.
Tiene un sabor amargo y un aroma muy intenso, gracias a los componentes que lleva que son el safranal y la picrocrocina. Además de su sabor y aroma, el azafrán destaca por aportar color, un fuerte tono amarillo que deja su huella y es debido al crocin, un carotenoide. Hasta aquí, las cualidades que le concede esta especie a los platos en la cocina: sabor, olor y color. Pero no solo se usa en la cocina, como veremos más adelante, sino que el azafrán tiene múltiples utilidades y beneficios.
¿Por qué es tan caro el azafrán?
Sabiendo que el azafrán son los tres estigmas del pistilo de una flor, ya debes estar imaginando lo difícil que es obtener este condimento. Se necesita una gran cantidad de flores para conseguir apenas unos gramos. Digamos que con 1 kilo de estas flores, solo se obtienen unos 10 gramos de azafrán. Una de las curiosidades del azafrán que más cuesta asimilar al consumidor.
A todo esto hay que sumar la inversión y el trabajo que tiene cultivar sus flores y que no es un cultivo que se esté produciendo durante todo el año, sino que tiene periodos de descanso obligado. Así, la producción del azafrán es muy baja en relación a su demanda.
Además, la extracción del azafrán puro o de los estigmas se realiza de manera manual. No se pueden emplear máquinas para ello. Con todo el mimo y la delicadeza del mundo, las trabajadoras del azafrán tienen que ir cogiendo la flor y arrancando cuidadosamente cada estigma, evitando que este se rompa.
Pero no acaba aquí la cosa. Hay un detalle más que hace al azafrán muy especial, y es que su flor florece al amanecer y hay que recolectarla rápidamente porque apenas sobrevive un solo día sin marchitarse.
Cómo se cultiva el azafrán
El azafrán se cultiva plantando un bulbo o cebolla madre y, posteriormente, se van sembrando sus bulbos. Estos bulbos son los que tendrás que comprar tú si quieres cultivar azafrán. Y es que esta especie no tiene semillas, de modo que no podemos recurrir a las semillas para su siembra.
Ojo con esto porque quizás encuentres en alguna tienda de jardinería semillas para cultivar especias y te quieran confundir. Tienes que saber que hay otra especia similar que incluso a veces se usa para mezclarla con el azafrán y adulterarlo. Se trata de la cúrcuma. Esta puede ser un sustituto en la cocina si no tenemos azafrán a nuestro alcance, pero no son la misma cosa y, por ende, el precio tampoco. Ten clara las diferencias y no te dejes engañar.
¿Un azafrán con 6 pistilos?
Venimos repitiendo durante todo el texto que la flor del azafrán tiene tres pistilos. Pero otra de las curiosidades sobre el azafrán que merece la pena saber es que algunas veces la naturaleza nos sorprende regalándonos una flor con 6 pistilos. En tal caso, se considera que quien se la encuentre se topó con la buena suerte y a esta maravilla de la naturaleza se la llama melguiza.
También se cultiva en España
Si bien el origen del azafrán lo encontramos en la India, luego su cultivo se ha extendido a otros países. Actualmente, Irán es el principal exportador, pero España destaca también por producir ejemplares de filamentos más largos y secos que se arrancan con más facilidad. Diferentes localidades de Castilla- La Mancha se dedican a su cultivo.
El azafrán, valorado desde la antigüedad
Antes de Cristo ya se recolectaba el azafrán para múltiples usos. En Egipto, los faraones empleaban el azafrán para los baños, con el fin de que estos fueran aromáticos y relajantes. Por otro lado, los árabes aprovechaban sus propiedades medicinales. Mientras que los griegos lo usaban para teñir sus prendas de la realeza.
Curiosidades sobre el azafrán y sus usos en la actualidad
El azafrán actualmente se usa en la cocina, para preparar diferentes recetas. Pero, también se aprovecha en la medicina natural para combatir el estrés, la ansiedad, el insomnio y la depresión.
Por otro lado, el sector de la cosmética es otro que ha conocido en profundidad las virtudes de este producto y lo utiliza para elaborar cremas antiarrugas, antimanchas y en cosméticos de lujo. La pionera en este sentido fue Cleopatra, quien se bañaba en leche de burra, como suele decirse pero, además, añadía flores de azafrán para tener una piel más hidratada y suave, sin olvidar del baño aromático con el intenso olor de este condimento.
Conociendo estas curiosidades sobre el azafrán, sabes que si quieres cultivar el azafrán en casa, necesitas conseguir sus bulbos. Plántalos a finales de marzo y procura que tengan un buen drenaje, porque necesita humedad pero sin excesos. Cuídala del frío. Y cuando broten las flores, podrás retirar sus pistilos y guardarlos en tu despensa.