Ferocactus latispinus

Ferocactus latispinus

Para los aficionados a los cactus hoy queremos traerte al Ferocactus latispinus, ¿lo conoces? Se trata de una planta originaria de México, pero que se puede encontrar en todo el mundo.

Si te es desconocida y te gustaría descubrirla, hemos preparado una ficha en la que puedes conocer cuáles son las características que tiene así como los cuidados que va a necesitar. ¿Empezamos?

Cómo es el Ferocactus latispinus

vista aerea del cactus floreado

El Ferocactus latispinus es también conocido como lengua del diablo (o lengua del demonio). Se trata de un cactus que tiene una forma redondeada (se les dice globosos), pero en la parte superior es plano. Su tamaño es medio, alcanzando en su madurez los 40 centímetros de altura (y también de anchura).

En su hábitat natural se encuentra en zonas secas o pastizales, así como en matorrales o incluso en bosques, laderas de rocas, zonas costeras, o hasta en el borde de las carreteras.

El color prioritario de este cactus es verde grisáceo pero dependiendo de la luz que le dé, puede ser un verde más intenso o un gris más intenso. Su cuerpo está dividido en costillas y estas disponen de areolas lanosas.

Con respecto a sus espinas, tiene cuatro principales, las centrales, que difieren de otras en el color rojo que toman. Sin embargo, no son las únicas, ya que tiene otras radiales que son más pequeñas. Aun así, es de los cactus que más espinas tendrá, así que para manipularlo hay que tener mucho cuidado.

El Ferocactus latispinus no es una planta rara, ni mucho menos. Es muy fácil encontrarla. Aunque eso no implica que los amantes de los cactus no quieran tener uno en sus colecciones.

Con suerte, y siempre en los meses de octubre a diciembre, florecerá. Estas flores pueden ser blancas, rojas, azules o incluso moradas. Medirán unos 3,5 centímetros. Y lo mejor de todo es que no hay que esperar a que el ejemplar sea adulto para conseguir ver sus flores (al contrario de lo que pasa con otros cactus). En el momento en que ya tenga unos 15 centímetros de diámetro podrás esperar que florezca. Estas suelen tener un poco de fragancia que es bastante agradable.

Y, tras esta, llega el fruto, que suele ser alargado y redondeado. Puede medir entre 2,5 y 8 centímetros. En su interior se encontrarán las semillas, que son pequeñas y de color marrón oscuro (casi negras).

Cuidados del Ferocactus latispinus

detalles del cactus

Tras conocer un poco más al Ferocactus latispinus, ¿te gustaría tener uno y cuidarlo bien? Pues aquí te dejamos cuáles son los cuidados más importantes que deberías controlar para que te dure muchos años (y crezca hasta ser adulto). Ya te avisamos que es muy fácil de tenerlo.

Ubicación y temperatura

El Ferocactus latispinus es un cactus. Eso lo tenemos claro. Y como tal, necesita la luz solar. Así que la mejor ubicación para este es el exterior, y concretamente a pleno sol. Es necesario que se exponga a una gran cantidad de luz diaria (entre 6 y 8 horas mínimo, si son más, mejor).

En cuanto a la temperatura, el Ferocactus latispinus no tiene ningún problema con el calor (y las altas temperaturas). Pero no tanto las bajas. De hecho, cuando el cactus es joven es más delicado, y cuando baje de 7-8ºC lo normal es que no resista si no lo proteges. En el caso de adultos, ya sí que pueden soportar los -5ºC.

Además, debes tener en cuenta que este cactus hiberna. Para ello, se junta la bajada de temperatura y el aumento de humedad, lo que hace que adquiera una tonalidad rojo o naranja, pero también que se vuelva más débil ante las inclemencias del tiempo.

Sustrato

El mejor sustrato que puedes proporcionarle al Ferocactus latispinus es uno rico en nutrientes y con un buen drenaje. Por ejemplo, uno que recomiendan muchos expertos es arena silícea y mantillo de hojas. Pero otra opción es tierra para cactus con perlita o con tierra de orquídeas.

Riego

Durante los meses de primavera a octubre el Ferocactus latispinus necesita agua. El resto del año no. Por eso, el riego has de concentrarlo en esos meses, pero no pasarte. Primero, asegúrate de que el sustrato está completamente seco para regar. Si es así, puedes echarle agua pero nunca mojando el cactus, menos si está a pleno sol. Es mejor echar el agua alrededor para que las raíces no se vean desbordadas por el agua.

Abonado

Con respecto al abono, en los meses de primavera y verano un extra de nutrientes logrará que crezca más rápido. Por eso, intenta echarle uno que sea bajo en nitrógeno.

Ahora bien, esto no es obligatorio. Si la planta tiene un buen sustrato, y se los has cambiado ese mismo año, entonces lo mejor es que no le des abono porque puedes saturarla y hacerla enfermar.

Poda

flor del cactus

¿Poda? ¿En un cactus? No es tanto el podarlo, porque realmente no tiene nada que podar. Pero muchos tienen dudas acerca de si se pueden cortar las espinas de los cactus. Estas tienen la función de protección de su cuerpo, de tal forma que, si no la tuvieran, los animales, insectos, etc. podrían hacer mella en él.

Si donde lo tienes no hay ese problema, y no te gustan en exceso las espinas (sobre todo si son muy largas) sí, se pueden cortar. Aunque ya no sería tanto un cactus.

Plagas y enfermedades

El Ferocactus latispinus es una planta que resiste bien las plagas, sobre todo si cumples con todos los cuidados anteriores. Eso implica que, si le atacan, se defenderá y apenas si notarás los efectos. Ahora bien, ¿cuáles son sus enemigos? En concreto: la araña roja, la cochinilla algodonosa y el pulgón. Esos tres hay que vigilarlos porque, aunque pueden atacarle y la planta defenderse, no está de más echarle una mano.

Con respecto a las enfermedades, la más importante puede ser la podredumbre.

Multiplicación

En el caso de propagación del Ferocactus latispinus, el mejor método (y el más efectivo) es a través de las semillas. Estas se recolectan en otoño o invierno y se pueden plantar en primavera, cuando la temperatura ya sea más cálida y no haya heladas. Has de ponerlos en semilleros para después plantarlas en macetas (solo cuando las plántulas tengan ya una buena raíz).

Como ves, el Ferocactus latispinus puede ser una buena adquisición a tu colección de cactus. ¿Te animarías con uno?


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