Una de las plantas más habituales en las casas es el helecho de Boston. Sin embargo, no todas las personas que se compran uno consiguen sacarlo adelante y que les dure meses o años. Y es que entre los cuidados del helecho de Boston hay errores habituales que se cometen y que ponen en riesgo la salud de la planta.
Si quieres saber cuáles son esos errores y cómo prevenirlos o solucionarlos, a continuación te damos todas las claves para que tu el hecho de Boston salga adelante. Echa un vistazo a este listado.
Exceso de agua y riego en tu helecho de Boston
Uno de los principales errores por los que tu el hecho de Boston muere es porque tendemos a regarlo demasiado. Y eso acaba matando a la planta.
Si bien estamos hablando de una especie que suele requerir una alta humedad, eso no quiere decir que tengamos que regarlo demasiado. De hecho, este es uno de los mayores problemas que puedes tener porque dependerá del clima, temperatura, y condiciones ambientales para establecer una buena pauta de riego.
Si notas que tu el hecho de Boston tiene un exceso de riego lo más seguro es que coma físicamente, veas como la planta está apagada, con las ramas demasiado gachas y perdiendo bastantes hojas al tocarlo.
No te vamos a decir que vaya a ser fácil salvarlo, pero si puedes intentarlo. Para ello empieza sacando la planta de la maceta y quitándole toda la tierra posible. Lo más seguro es que esté húmeda por lo que necesitas dejarla totalmente limpia para poder revisar las raíces y ver si el problema ha provocado una pudrición de estas. Si es así, corta las raíces que se vean negras o demasiado plantas para intentar que la fuerza y energía de la planta se concentre en aquellas raíces todavía sanas.
A continuación, coge una nueva maceta para evitar que la humedad de la antigua pueda seguir haciendo mella en la salud de la planta. Échale nueva tierra y plántala de nuevo pero no riegues hasta pasados dos o tres días.
Falta o exceso de humedad
Otro de los errores al cuidar un helecho de Boston es no tener en cuenta que hablamos de una planta que necesita humedad. De hecho, hay que proporcionarle al menos el 50% de humedad ambiental para que la planta esté bien.
Cuando el helecho de Boston tiene falta de humedad lo normal es que notes que las hojas se enrollan sobre sí mismas y empiezan a ponerse marrones, como si se quemaran.
En el caso contrario, es decir, cuando tiene demasiada humedad, el helecho suele tener las hojas demasiado húmedas e incluso crear agua que va cayendo gota a gota al suelo o donde lo tengas. El problema es que si tiene demasiada humedad ocurrirá lo mismo que con un exceso de riego, en otras palabras, te arriesgas a que las raíces se pudran.
Para solucionar este problema, lo que puedes hacer son varias cosas:
- Por un lado, agrupar las plantas para que, entre ellas, puedan tener más humedad. Esto ayuda a que creen un pequeño ecosistema.
- Por otro lado, puedes colocar al lado de la planta, o incluso debajo de esta, un plato con guijarros y agua. Eso sí, que el agua no toque la base de la maceta, sino que cubra las piedras nada más. De esta forma, el agua se irá evaporando y, así, conseguirá la humedad que necesita.
- Por último, puedes utilizar un humidificador. Con este aparato consigues que la planta tenga la humedad precisa, ya que muchos vienen con la opción de ver qué humedad hay en la habitación y controlarla de esta forma (incluso con el móvil).
Problemas con la iluminación
Seguimos con los errores habituales a la hora de cuidar tu helecho de Boston. Y en este caso uno de los más habituales es la iluminación. En general, el helecho es una planta de interior, pero eso no quiere decir que no le guste la luz. De hecho, se recomienda colocarla en una zona con mucha luz natural, indirecta, pero con bastantes horas de luz.
Pero, cuando no se le da lo que necesita, es habitual que notes que se le caen las hojas, que se está quedando “calva” o que incluso pierde ramas.
Si eso pasa es un claro indicio de que algo no va bien, y habitualmente se trata de la ubicación que se le ha dado a la planta.
Para solucionarlo, nada como cambiar de lugar la planta. Lo mejor es ponerla donde le dé mucha más luz natural.
Pero cuidado. Porque tan mala es la falta de luz como el exceso. Si colocas al helecho en una zona con mucha luz, en algunas ocasiones luz directa, provocarás que esta queme las hojas, sobre todo las más pequeñas, que se enrollen sobre sí mismas e incluso que empiecen a ponerse marrones en las puntas (y vayan aumentando hasta que toda la hoja se ponga negra y se caiga).
Plagas y enfermedades
Cuando se compra cualquier planta, antes de priorizar el que se vea bonita o no, es importante que intentes aprender sobre los cuidados de esta para no cometer errores. En el caso del helecho de Boston, has de saber que sufre bastante los ataques de plagas. Y si no te das cuenta de ello puedes acabar con una planta muerta.
La mayoría de plagas son fáciles de ver a simple vista; aunque hay otras más complicadas. Pero no así los síntomas, que suelen ser muy claros: hojas amarillas, marchitamiento, aparición de bichitos o de telarañas…
Si notas que tu helecho tiene este problema, entonces hay que poner remedio. Y lo primero será separarla de otras plantas para que no se contagien. A continuación, tendrás que usar algún producto para limpiar la planta (bien natural o comprado) y aplicar algún insecticida para asegurarte de que la plaga no reaparece.
De hecho, una vez que la hayas vencido, te recomendamos que apliques aceite de neem o similar a modo de prevención. Así le pondrás más difícil el infectar a la planta de nuevo.
Como ves, errores en el helecho de Boston hay muchos. Aquí te hemos presentado los más habituales pero hay otros como el exceso de abono, o la falta de riego que pueden afectar igualmente a la planta. ¿Te ha pasado alguna vez?