Qué es la hoja de acanto y cuál es su importancia

La hoja de acanto tiene propiedades medicinales

Quizá nunca hayáis oído hablar del acanto, pero seguramente lo habréis visto en más de una ocasión, aunque no sea en su forma vegetal. También puede ser que lo conozcáis bajo otro nombre, como nazareno, carnerona o hierba gigante. Es una planta frecuente en jardines, parques e invernaderos, aunque quizá la hoja de acanto os resulte familiar en otro ámbito, como la arquitectura.

Este elemento perteneciente al vegetal en cuestión se ha utilizado mucho antiguamente para crear columnas, filigranas y otros componentes decorativos. Si queréis saber más sobre la hoja de acanto, os recomiendo que sigáis leyendo. En este artículo explicaremos qué es y comentaremos su importancia en la arquitectura.

¿Qué es la hoja de acanto?

La hoja de acanto es de color verde oscuro

Cuando hablamos del acanto, o Acanthus mollis, nos referimos a una planta perenne nativa de Asia Menos y África Occidental que forma parte de la familia de las acantáceas. A pesar de poseer unas flores hermosas blancas a púrpuras, su característica principal son sus hojas. Éstas se asemejan a las del cardo y poseen un color verde muy intenso. Las basales miden entre veinte y cien centímetros de ancho y entre cinco y treinta centímetros de largo. Por lo general, son elípticas o de forma ovada. En cambio, las hojas superiores son considerablemente más pequeñas, llegando a medir entre uno y cuatro centímetros de ancho y entre uno y dos centímetros y medio de largo. Además, son espinosas en la parte del ápice.

Según cuenta una leyenda muy antigua, Calímaco, que fue un orfebre, pintor y escultor griego, vio un ejemplar de acanto enroscado en la tumba de una doncella. Esa imagen le inspiró a crear una ornamentación que se hizo muy popular, perteneciente a los capiteles corintios. Más adelante comentaremos qué tiene que ver la hoja de acanto con la arquitectura.

¿Qué tipo de planta es el acanto?

Está muy bien que sepamos qué es la hoja de acanto, ¿pero qué tipo de planta es realmente? Veamos: Este vegetal se cultiva en casi todo el mundo, usándolo sobre todo para decorar. Además, posee ciertas cualidades medicinales y terapéuticas gracias a diversos componentes activos que tiene, como por ejemplo sales minerales, taninos, mucílago y otros. Las propiedades atribuidas a este precioso vegetal son astringentes, expectorantes, antidiarréicas, analgésicas (aunque de efecto bastante suave) y emolientes.

Cuando se consume la hoja de acanto vía oral, tiene un efecto laxante y a la vez estimulante, ayudando a abrir el aptito. A nivel tópico, puesto que tiene propiedades antiinflamatorias, se utiliza en muchas ocasiones como cataplasma, aplicándolo sobre las zonas inflamadas. También el jugo de este vegetal se utiliza con fines medicinales, pues alivia las picaduras de insectos y las quemaduras. Además, ayuda a tratar contusiones provocadas por golpes leves, caídas o impactos, y combate el herpes. Según dicen, el acanto es capaz de acelerar el proceso de cicatrización de las heridas y de disminuir la irritación de la piel.

En la medicina popular se usan las raíces mucilaginosas de este vegetal a la hora de combatir la diarrea. Antiguamente, esta planta se recomendaba mucho para aliviar la congestión nasal y despejar las vías respiratorias. Por lo tanto, se utilizaba mucho para tratar faringitis, bronquitis, catarros y otras patologías respiratorias.

¿Qué es el acanto en la arquitectura?

La hoja de acanto es un elemento decorativo en la arquitectura

Desde la Grecia clásica, la hoja de acanto es un elemento decorativo que ha perdurado a lo largo de la historia, pasando por diferentes estilos. Fue en el siglo V antes de Cristo cuando Calímaco introdujo este ornamento, alterando las volutas de los capiteles pertenecientes al estilo Jónico de los órdenes arquitectónicos griegos, pasando al estilo Corintio. Podemos apreciar la importancia de este nuevo elemento sobre todo en las columnas. Además, la hoja de acanto dio lugar a la llamada «palmeta», que es básicamente un ornamento similar a una hoja de palmera, pero estilizada. El esquema es el mismo que el de las hojas de acanto, pero suele ser más simétrico y estático.

La hoja de acanto según diferentes estilos

A lo largo de la historia, la hoja de acanto ha ido adquiriendo diversos aspectos, algunos más realistas que otros. Todo dependía del concepto que se tenía durante el período en cuestión, variando el borde y el tratamiento de la forma, facilitando así la distinción de los estilos de los últimos siglos. Veamos cómo ha ido evolucionando desde la antigüedad pasando por los diversos estilos:

  • Griego: En la Grecia Clásica, las hojas de acanto, generalmente enrolladas, eran un símbolo que representaba la vida eterna. Se usaban para de decorar estructuras y esculturas con un toque muy elegante.
  • Romano: Los romanos usaban formas más redondeadas. Además, hacían las hojas de mayor tamaño y ampliaban las curvas para darle más movimiento. De esta manera querían añadir a la idea de la vida vegetal también algo de energía y vitalidad.
  • Bizantino: Antes de entrar en la época medieval, este elemento decorativo se tornó menos delicado y adquirió más rigidez.
  • Arte Medieval: En la Edad Media, la hoja de acanto empezó a adornar el papel en forma de grabados, decorando sobre todo las letras capitales y los márgenes de los textos. Respecto a la apariencia, empieza a ser menos elegante que en el clasicismo y los trazados son más sencillos y circulares.
  • Gótico: En esta etapa se junta con otras plantas para decorar diversas estructuras arquitectónicas y esculturas. A los detalles se les da mucha importancia y adquieren formas más orgánicas, como por ejemplo lenguas de fuego y llamas, dificultando el reconocimiento de la hoja de acanto.
  • Renacimiento: Durante el renacimiento, este elemento decorativo recupera su elegancia greco-romana, convirtiéndose en un detalle sumamente sofisticado.
  • Barroco y Rococó: En estos períodos, la hoja de acanto adquiere todavía más sofisticación y pasa a ser un elemento muy presente en la orfebrería y en la ebanistería.

Como podéis ver, durante la evolución de la hoja de acanto, ésta ha conservado siempre su forma de planta y el movimiento, pero cambiando ligeramente de forma y apariencia, adaptándose a los cánones de la época. Sin lugar a dudas, es un elemento decorativo que da mucho juego ornamental. Puede mezclarse con diferentes estructuras y elementos en diversas disciplinas artísticas y arquitectónicas.


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