La maranta o planta de la oración es una de las más hermosas que podrías tener en el interior de tu casa. Con unas hojas grandes e increíbles, es la envidia de muchos. Y es que esta planta móvil (porque se mueve) puede darte muchas alegrías.
¿Quieres saber más de ella? Entonces sigue leyendo porque hemos hecho un resumen sobre las características de la maranta y los cuidados más importantes que necesita.
Cómo es la maranta o planta de la oración
Fuente: Eco Jardín Mágico
Muchas veces, la maranta se confunde con la Calathea. Y en realidad son dos plantas diferentes entre sí. Esta es originaria de América, concretamente de Brasil. En su hábitat natural vive en bosques muy húmedos, y como no crece mucho, el sol apenas les llega porque los propios árboles lo filtran.
Lo más característico de la maranta o planta de la oración es, sin duda, sus hojas. Estas pueden tener una mezcla de colores, que irá de un verde oscuro a amarillo, rosa, rojo, blanco… Pero, por detrás, tendrás un color púrpura en todas esas hojas.
En cuanto a su tamaño, no crece demasiado (unos 30-50 centímetros aproximadamente). Son muy ramificadas y a menudo crecen nuevos brotes del suelo. Además, las ramas son débiles (a menudo por el peso que tienen las propias hojas) lo que implica que, a la hora de tenerlas, casi siempre es en forma colgante (o rastrera) y van creciendo a lo ancho, donde ahí sí que pueden alcanzar fácilmente el metro de longitud.
Una de las peculiaridades de la maranta o planta de la oración es que se mueve. Sí, como lees. La maranta tiene la peculiaridad de que, por la noche, pliega las hojas, de tal manera que se ven como cerradas y, por la mañana, las abre y va siguiendo la luz del sol. Por eso, aunque a simple vista esto no es fácil de ver, si colocaras una cámara que grabara 24 horas, verías cómo tu planta se mueve.
Cuidados de la maranta o planta de la oración
Fuente: YouTube Infojardineria
Ahora que conoces un poco mejor a la maranta o planta de la oración, ¿qué tal si te damos las claves para que no se te muera a la primera de cambio? Debes tener en cuenta que no te recomendamos tener una maranta si vives en una zona donde tienes muy poca humedad y mucho calor. Aun cuando se puede adaptar, es difícil y es posible que se te mueran varias si no estás muy encima de ellas. Si quieres intentarlo, adelante, no es una planta excesivamente cara y la belleza que tiene bien vale el intento.
Ubicación y temperatura
La maranta o planta de la oración es de las que puedes tener dentro de casa sin preocuparte en absoluto porque reciba poca luz. De hecho, se adapta perfectamente a la sombra. Pero si quieres que esté bien, lo mejor es ponerla en un rincón donde reciba luz indirecta por varias horas.
Si notas que tu planta empieza a tener las hojas más blancas, al contrario de lo que podrías pensar, no te está diciendo que necesita más luz, sino al revés, es que está recibiendo demasiada.
Con respecto a la temperatura aquí sí puedes tener un problema. Su ideal está entre los 18 y los 22ºC. Pero todo lo que se salga de esa temperatura, para más o para menos, la perjudica.
Por ejemplo, si hace calor, la planta deja de crecer y se estanca. Si hace frío, la planta también frena su crecimiento y puede deteriorarse. Es uno de los condicionantes más importantes que puede hacerte perder la planta en unos meses.
Sustrato
El mejor sustrato para la maranta o planta de la oración es una mezcla de sustrato universal con turba y bastante drenaje. De esta forma consigues una tierra ligera, que no se apelmace y donde las raíces puedan respirar.
Riego
Este es uno de los cuidados fundamentales de la maranta o planta de la oración. Y el problema es que, a veces, no se hace bien. Partimos del hecho de que esta planta necesita tener la tierra húmeda. Pero demasiada agua la puede matar. Así que a la hora de regar debes controlar el tipo de tierra que tiene y si es necesario o no.
Si tocas la tierra y la notas húmeda (que no fría), no tendrás que regar. Si está seca, entonces sí, y no volver a hacerlo hasta que las primeras capas de tierra se vean secas.
Además del riego, e incluso diríamos que más importante que este, es la humedad. Esta planta requiere de un 60% o más de humedad para mantenerse bella (lo notarás con el tiempo, que va echando menos hojas, más pequeñas y que se mueren enseguida). Esto pasa cuando no se le proporciona la adecuada). Y esa humedad puede nutrir de agua a la planta (con lo que se riega menos).
Para cubrir esta necesidad puedes ponerla al lado de un humidificador o crear un plato con agua y guijarros para que se evapore con el tiempo y le dé humedad.
Poda
Fuente: Eco Jardín Mágico
En general, la maranta o planta de la oración no es de podar. Pero sí tendrás que hacerlo si te encuentras con tallos que se han secado, muerto, dañado, etc. Las hojas quemadas, marrones, muertas… también deberás quitarlas para que no afeen el aspecto de esta.
Plagas y enfermedades
No te vamos a decir que no sea delicada, porque lo es, y mucho. Problemas con las hojas (se vuelven marrones, pierden color, se enrollan, tienen manchas…) y el hecho de que le ataque fácilmente la cochinilla algodonosa te mantendrá entretenido durante un tiempo para controlarla.
En el caso de las cochinillas, puede matar a la planta y dejarla prácticamente nula. Si consigues quitar la plaga, puede volver a brotar, pero ya no será tan bonita como antes.
Multiplicación
Por último, tenemos la reproducción de la maranta o planta de la oración. Y la mejor forma de hacerlo es a través de esquejes. Tienes que asegurarte de cortar por debajo de los nudos ya que estos van a ser por donde echará raíces.
Una vez cortados, ponlos en agua en una zona luminosa y espera a que saque raíces. De hecho, no tarda mucho, y además es posible que también empiece a sacar hojas. Cuando lo haga, plántala en una maceta y mantenla húmeda.
La maranta o planta de la oración es, sin duda, una de las plantas de interior más bonita que puedes tener. Aunque, como has visto, es un tanto delicada y no en todos los hogares es adecuada. ¿Tienes una en casa? ¿Cómo la cuidas?