La morera sin fruto o Morus Alba es uno de esos árboles que puedes plantar en tu jardín sin preocuparte demasiado de ellos. Crece rápido y da una buena sombra, no es demasiado exigente en cuanto a cuidados, y tiene una particularidad que lo hace único: no da moras.
Como no tiene moras, estas no van a acabar en el suelo, lo cual es muy práctico, porque la mora es una fruta que ensucia bastante y, además, puede convertirse en un peligro si la pisas, ya que su jugo resbala. Por tanto, si estás pensando en diseñar tu jardín de ensueño, ten muy presente este árbol.
Características de la morera sin fruto
Aquí tienes algunos de los aspectos más destacables de este árbol. Seguro que, cuando lo conozcas un poco mejor, se convertirá en uno de tus favoritos para el jardín.
Ausencia de fruto
Sin lugar a dudas, lo que más llama la atención de la morera sin fruto es que no tiene moras. No podrás disfrutar de este delicioso fruto, pero tampoco tendrás que estar pendiente de que las moras no se caigan del árbol y lo pongan todo perdido.
Árbol ornamental
No es realmente un árbol frutal, así que estamos ante una variedad puramente ornamental. Tiene un follaje muy espeso y sus grandes hojas de color verde intenso invitan a sentarse debajo de él durante los calurosos días del verano, para disfrutar de la sombra que produce.
Atrae la vida silvestre
Entre todos, podemos cuidar mejor del ecosistema. Una buena forma de hacerlo es plantando moreras sin fruto. A pesar de que no produce frutas, este árbol es muy atractivo para a vida silvestre. Entre su follaje es fácil encontrar desde pequeños pájaros hasta mariposas. De hecho, sus hojas son el principal alimento de los famosos gusanos de seda.
Cuidados y mantenimiento de la morera sin fruto
Es un árbol que no necesita mucho mantenimiento, y los cuidados que requiere son muy similares a los de otras variedades de morera.
- Ubicación. A pesar de no ser un árbol frutal, la morera sin fruto es una gran amante del sol. Procura ponerla en un lugar en el que reciba, al menos, seis horas de luz solar directa cada día.
- Suelo. Este árbol prefiere los suelos ricos en materia orgánica, mejor si son ligeramente alcalinos o neutros. Eso sí, es imprescindible que el suelo tenga una buena capacidad de drenaje para que pueda eliminar la humedad sobrante.
- Riego. Durante su primer año de vida este árbol requiere un riego regular para sus raíces se establezcan. Después, se convierte en una variedad muy resistente a la sequía y es suficiente con algún riego ocasional.
- Podas. La poda es especialmente importante durante los primeros años de vida del árbol, porque contribuye a darle la forma que irá adoptando al crecer. Cuando el árbol ha madurado, basta con hacer unas podas mínimas para mantener la forma y eliminar ramas que puedan estar dañadas.
- Fertilización. Uno de los puntos fuertes de esta variedad es que es perfectamente capaz de extraer del suelo todos los nutrientes que necesita. No obstante, si en algún momento notas que ya no crece tan rápido como antes, o que sus hojas están amarillentas, puedes aplicar durante la primavera un abono o fertilizante específico para árboles frutales.
- Plagas y enfermedades. La morera sin fruto es un árbol muy resistente frente a plagas y enfermedades. No obstante, no es inmune a todo, así que conviene que lo revises de vez en cuando. Echa un vistazo a sus hojas y al tronco para comprobar que no hay un exceso de insectos o síntomas de que algo va mal.
- Protección invernal. En caso de que tu árbol esté plantado en una región con inviernos fríos, aplica una capa de mantillo para aportarle calor a las raíces, y protege la copa con una manta o tela gruesa. Esto es especialmente importante durante los primeros años de vida del árbol. Después, se hace fuerte, se adapta, y es posible que ya no necesite estas precauciones, aunque nunca está de más darle un poco de protección en invierno.
Propiedades medicinales de la morera sin fruto
Este árbol está siendo objeto de estudio porque se cree que podría tener propiedades medicinales, especialmente sus hojas y sus raíces, donde hay importantes componentes bioactivos.
Aunque todavía no se puede hablar con total seguridad de sus propiedades medicinales porque no hay estudios concluyentes, lo que sí se sabe es que tiene potencial para desarrollar efectos saludables en el cuerpo humano:
- Efecto antioxidante. Como muchas plantas, la morera sin fruto es rica en flavonoides y antocianinas, que neutralizan la acción de los radicales libres y tienen, por tanto, una acción antioxidante. Por ello, se está estudiando su posible uso a la hora de regenerar células y tejidos dañados.
- Efecto antiinflamatorio. Algunas investigaciones han demostrado que los extractos de esta planta reducen la inflamación, y se evalúa su uso en el tratamiento de afecciones inflamatorias de carácter crónico.
- Efecto hipoglucémico. Ciertos compuestos de este árbol podrían ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre, de ahí que se estén realizando estudios para un posible uso complementario en el tratamiento habitual de la diabetes.
- Efecto cardioprotector. Algunos de sus compuestos podrían ayudar a reducir los niveles de colesterol y a mejorar la función cardíaca. Si los estudios realizados van siendo concluyentes, la morera sin fruto podría convertirse en una gran aliada en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
¿Por qué poner una morera sin fruto en tu jardín?
Por si todo lo que hemos visto hasta ahora no te ha convencido, aquí tienes algunos argumentos más para que este árbol esté en tu jardín, ya sea plantado en el suelo o en maceta:
- Promueve la biodiversidad. Atrae vida silvestre que contribuirá a cuidar mejor de tu jardín y a que esté más bonito.
- Aguanta las sequías. Puedes tener tu árbol bonito incluso si estás en una zona con restricciones de agua por la sequía.
- No produce residuos. No tira sus moras al suelo, porque no las tiene, así que no tendrás que estar limpiando desechos ni tendrás que preocuparte por las plagas de ciertos insectos.
- Su cuidado es sencillo. Si quieres tener un árbol que llame la atención, pero no te quite tiempo con su cuidado, esta es la opción perfecta.
La morera sin fruto es una de las mejores elecciones para tu jardín. Anímate a hacerle un hueco y seguro que no te vas a arrepentir. ¿Nos cuentas en los comentarios tu experiencia con este árbol?