El narcissus tazetta es una planta que llama la atención por su belleza y que, además, resulta más fácil de cuidar de lo que se suele pensar. Si la has visto alguna vez y te has enamorado de ella, hoy te vamos a contar cómo puedes tenerla en casa.
Una variedad de narciso originario del Mediterráneo occidental, que se puede observar con cierta frecuencia en las orillas de los ríos y en las zonas de matorral, pero que también puede crecer en nuestro jardín. ¿Te animas a conocer más sobre esta planta?
Características del narcissus tazetta
A esta variedad de narciso también se la conoce como narciso de papel, amarillo, tazetta, narciso de manojo o, sencillamente, narciso común. En España, podemos encontrarlo en su forma silvestre en la zona de Cataluña y Valencia, así como en las Islas Baleares.
Planta bulbosa
Una de las primeras características que hay que destacar de esta variedad es que estamos ante una planta bulbosa. Los bulbos almacenan los nutrientes que necesita la planta y permiten que esta pueda volver a rebrotar una temporada tras otra, consiguiendo que tenga un ciclo de vida perenne.
Hojas
Las hojas del narcissus tazetta destacan por ser largas, estrechas y tener un color verde brillante. Crecen alrededor del tallo floral y su aspecto y textura nos recuerdan al de la hierba.
Sus hojas crecen dede la base de la planta y rodean a las flores una vez que estas emergen. De hecho, si pensamos en las flores de narciso, siempre nos vienen a la cabeza rodeadas de sus características hojas.
Tallo floral y flores
De cada bulbo nace un tallo floral que crece en vertical y puede llegar a alcanzar los 45 cm de altura. En la parte superior del mismo se forma una sola flor o un racimo de varias flores, según de qué variedad de narciso se trate.
Por lo que respecta a las flores, estas son de pequeño tamaño, pero resultan muy llamativas. En la parte central está el perianto, que tiene una forma similar a una corona y está rodeado por petálos más grandes. Mientras que la corona suele ser de colores llamativos como el amarillo, los pétalos que la bordean son siempre más claros, generalmente blancos o amarillo pálido. Además, son flores que tienen un aroma dulce muy suave y agradable.
¿Cómo cuidar el narcissus tazetta?
Una de las particularidades de esta planta es que es muy resistente y puede adaptarse fácilmente a diferentes tipos de suelos y hasta de climas, de ahí que la veamos en muchos jardines. No es una variedad exigente, pero para que pueda lucir su mejor aspecto necesita una serie de cuidados esenciales.
- Ubicación y luz. Esta planta agradece recibir muchas horas de luz directa cada día, siendo lo ideal un mínimo de seis. Por eso, puedes ponerla en un lugar soleado o en el que reciba sombra de forma parcial. La ubicación perfecta es aquella en la que la temperatura se mantenga entre los 16º y los 18º C.
- Suelo. Los bulbos tienen que estar plantados en un suelo fértil y con una buena capacidad de drenaje. Como ocurre con la mayoría de las plantas, un exceso de agua en la zona de las raíces puede hacer que se pudran. Si es posible, añade un poco de materia orgánica al sustrato para mejorar su capacidad de retención de humedad, y procura plantar el narcissus tazetta en suelos que sean ligeramente ácidos o, en su defecto, en un suelo neutro.
- Riego. Esta variedad requiere un riego frecuente, especialmente durante la época de crecimiento. Lo ideal es no regar nunca la planta en sí misma, sino echar el agua en la zona circundante, sin llegar a empapar.
- Fertilización. El narciso es una planta poco exigente, y puede crecer fuerte y bonito aunque no fertilices el suelo. No obstante, si decides utilizar fertilizante, utiliza un producto especial para bulbos y hazlo en primavera, antes de la floración. Una vez que las flores se hayan marchitado no apliques abono, porque esto solo conseguiría promover un crecimiento débil de la planta, y eso es algo que no queremos.
- Poda. Cuando las flores hayan terminado su ciclo vital puedes cortar los tallos florales, pero procura no tocar ni dañar las hojas hasta que no se hayan secado por completo.
- Protección durante el invierno. Si vives en una zona en la que los inviernos son fríos, antes de que comiencen las heladas aplica una capa de mantillo o de paja en la zona del suelo en la que están plantados los bulbos. Así contribuyes a protegerlos de las bajas temperaturas y te aseguras de que vuelvan a rebrotar en primavera.
¿Cómo plantar bulbos de narciso?
No es complicado encontrar bulbos de narcissus tazetta en las tiendas de horticultura y viveros. También puedes obtener bulbos de algún amigo o familiar que ya tenga esta planta en casa.
Lo ideal es escoger aquellos que no tengan una textura demasiado blanda o que muestren signos de podredumbre, y plantarlos a una profundidad de unos 10 a 15 centímetros. En cuanto al riego, aunque la planta no haya florecido todavía, este tiene que ser siempre regular, aportando humedad pero sin encharcar el sustrato.
Los bulbos de narciso se plantan en otoño, teniendo la precaución de cubrir el sustrato con una capa de seis a ocho centímetros de mantillo para protegerlos del frío si estamos en una zona de bajas temperaturas. Pero existe la posibilidad de forzar los bulbos, es decir, plantarlos fuera de temporada.
Se trata de plantar los bulbos en una maceta y mantener esta dentro de casa en un lugar frío y oscuro, con una temperatura que no suba de los 9º C. Por ejemplo, en el garaje. Cuando empiecen a germinar (tardan unas 12 semanas), se cambian de ubicación, pero todavía no se pueden sacar al exterior. Una vez que los narcisos hayan florecido, entonces sí pueden sacarse ya al exterior y ser plantados en su ubicación definitiva. ¿Te gusta el narcissus tazetta, has tenido suerte al plantarlo en tu jardín? Nos encantaría conocer tu experiencia.