Dentro de reino vegetal hay millones de plantas diferentes. Y nadie es capaz de conocerlas a todas. Por eso, si te preguntamos si has visto alguna vez una nepeta faassenii, o la tienes en el jardín, es posible que tu respuesta sea negativa.
Pero, ¿qué tiene esta planta que te puede llamar la atención? ¿Por qué es importante? De todo eso, y de algunas cosas más, es de lo que queremos hablarte. Pero, para que te llame más la atención, que sepas que se la conoce como hierba gatera.
Cómo es la nepeta faassenii
La nepeta faassenii es una planta originaria de Europa, Asia y África. Sin embargo, concretamente esta en realidad es un híbrido, es decir, que no es una planta «original», sino la mezcla de dos, exactamente la Nepeta nepetella y Nepeta racemosa.
Tal y como te decíamos antes, se la conoce también como hierba gatera, menta de gato o népeta o nébeda. Sin embargo, debemos advertirte porque en realidad, a pesar de los nombres que tiene en relación con los felinos, no es una planta que les atraiga.
Físicamente es una planta con un crecimiento en forma de mata que no llega a superar los 40 centímetros de altura. En anchura sí que puede llegar a los 60 centímetros e incluso, si se va multiplicando a sí misma (con las semillas que caen), podrías tener cubierta una buena extensión de tierra con ellas.
De la base nacen una serie de tallos de los que van naciendo las hojas, que sean opuestas y con el borde dentado. Su color es un verde pálido y cuando se frotan con los dedos te dejan un agradable aroma a menta.
Pero lo que más llama la atención de esta planta es, sin duda, el color de las flores, que son azules o violetas. Estas se disponen en inflorescencias que salen del suelo cargadas de florecitas pequeñas pero que, al abrirse todas a la vez, hacen que sea todo un espectáculo. Como muchas otras plantas, florece en primavera y en verano.
Cuidados de la nepeta faassenii
Ya tienes una mejor idea de la nepeta faassenii. Pero si tuvieras que ponerla en tu jardín, lo más seguro es que te faltaría información para saber cómo sacarla adelante, ¿verdad que sí? Para ello hemos preparado una guía práctica para que sepas todas las necesidades que tiene.
Ubicación y temperatura
La nepeta faassenii es una planta que prefiere estar en el exterior antes que en el interior. De hecho, se cultiva mucho mejor fuera que dentro y debido a sus características, no tendrás problema ni con altas temperaturas ni con heladas de hasta -10ºC.
Dicho esto, fuera lo mejor es colocarla en un sitio a pleno sol. Salvo que donde vivas haga demasiado calor, sobre todo en verano. Si es así, sería mejor ponerla en semisombra para que los rayos del sol no vayan a quemarle las hojas o las propias flores.
Sustrato
En cuanto a la tierra de la nepeta faassenii esta no es una planta que sea muy exigente. De hecho, con un sustrato universal mezclado con drenaje sería más que suficiente.
Pero si quieres darle una tierra de calidad, entonces elige tierra de jardín y mézclala con un poco de arena gruesa y un poco de abono orgánico (pero muy poco).
Esto puedes utilizarlo tanto para plantar en el jardín como para ponerla en una maceta.
Riego
No es una planta que necesite estar muy pendiente de ella para con el riego. De hecho, tolera muy bien la sequía y esta no debe de afectar a la floración o no de la planta.
Por eso, te recomendamos que la riegues de manera moderada y siempre esperando que se seque la tierra para volver a regar.
Para que te hagas una idea, en primavera y verano es posible que debas regarla dos o tres veces a la semana; y en otoño reducir a una solo mientras que en invierno podrías incluso prescindir del riego.
Si te preguntas por la humedad, lo cierto es que no le hace falta. Tolera bastante bien la falta de humedad, mejor incluso que si tuviera una alta (porque ahí sí afectaría a la humedad de la tierra y podría enfermar).
Abonado
A pesar de que te hemos dicho que le eches un poco de abono orgánico al plantarla, lo cierto es que la planta no necesita abonado. Así que puedes ahorrarte este cuidado.
Poda
Uno de los cuidados, sobre todo para evitar que afee la vista, es podar las inflorescencias que se han marchitado. De esta manera no se quedarán ahí y no atraerán a plagas o enfermedades.
Eso sí, también se recomienda, a primeros de primavera, hacer una poda ligera con el objetivo de darle más energía a la planta para que salga adelante.
Plagas y enfermedades
La verdad es que la nepeta faassenii no tiene plagas que le afecten, al menos no de las habituales que atacan las plantas en general.
Ahora bien, sí que es muy sensible al encharcamiento de las raíces, porque se pudrirá en poco tiempo y no podrás salvarla.
Multiplicación
Por último, nos quedaría hablar de la propagación de la nepeta faassenii. Y la verdad es que hay dos formas de conseguirlo: mediante semillas y mediante división de la mata.
Las semillas ya te avisamos que es mucho más fácil comparada con otras plantas.
En concreto, tienes que plantar las semillas que pueden salir de las flores que echa y en cuestión de unos meses empezarán a salir adelante y tendrás una plantita joven.
Con respecto a la división de la mata, esto es mejor hacerlo con el trasplante de la planta, es decir, cada tres o cuatro años, que será el momento en que, al sacarla de la tierra, puedas dividir con un cuchillo, o con las manos, en diferentes plantas para plantarlas de nuevo.
Ahora ya depende de ti, de si quieres tenerla en tu jardín para que te sorprenda con una de las pocas plantas que da flores de color azul o violeta y así dé color a esa zona de tu hogar. ¿Nos das algún consejo más si sueles cultivarla en tu casa?