Cómo saber si una orquídea está enferma

Orquídea enferma

Si tenemos una orquídea enferma debemos prestarle atención y brindarle los cuidados necesarios lo antes posible. Porque se trata de plantas un poco delicadas, y una infección fúngica o una plaga de insectos puede acabar rápidamente con ellas.

El problema es que no siempre somos conscientes a tiempo de que algo va mal con nuestra planta. Por eso, vamos a contarte cuáles son los signos más importantes a los que debes prestar atención.

Principales enfermedades e infecciones de las orquídeas

Enfermedades comunes de las orquídeas.

Como cualquier otra planta, la orquídea es susceptible de ponerse enferma a consecuencia de una infección y de sufrir el ataque de plagas de insectos. Entre las principales afecciones que pueden hacer que una orquídea se ponga enferma, se encuentran las siguientes:

Hongos

El botrytis o moho gris es un hongo que causa manchas en las hojas, en las flores y en los pseudobulbos. Lo puedes reconocer porque presenta un aspecto similar a un polvo gris.

Otro hongo habitual en la orquídea es el rhizoctonia, que provoca la aparición de manchas en las raíces y los pseudobulbos. Si tu planta está afectada por este hongo, notarás que no crece como debería.

Virus

En caso de tener una orquídea enferma por virus, lo más habitual es que esta haya sido afectada por el Cymbidium Mosaic Virus (CymMV) o por el Odontoglossum Ringspot Virus (ORSV).

Ambos son bastante comunes y causan deformidades en las flores, manchas en las hojas y disminuyen la vitalidad de la planta.

Otro virus a tener en cuenta es el del Mosaico del Tomate (ToMV), que afecta principalmente a las orquídeas del género Phalenopsis, provocando la aparición de manchas y de malformaciones o distorsiones en las hojas.

Bacterias

Las más habituales son las pseudomonas, que provocan la aparición de manchas de tipo necrótico en las hojas y en los pseudobulbos.

Ácaros, pulgones y cochinillas

Tratándose de plagas, las más habituales en las orquídeas son los ácaros, los pulgones y las cochinillas. Estos insectos actúan todos de una forma bastante similar, porque chupan la savia de la planta y la debilitan. Esto acaba provocando la aparición de marcas en las hojas o en las flores.

Si la plaga es muy grave, los insectos pueden consumir toda la vida de la planta y dejarla totalmente marchita en muy poco tiempo.

Orquídea enferma: signos que deben hacer saltar tus alarmas

Signos de alarmas en orquídeas.

Si cuidas con mimo tus plantas, seguro que puedes identificar rápidamente la presencia de algún problema. Pero hay algunas afecciones que pasan desapercibidas hasta que la salud de la planta está gravemente comprometida.

Por eso, te recomendamos que inspecciones periódicamente tus orquídeas y revises que todo esté en orden. Prestando especial atención a los siguientes síntomas que pueden ponerte sobre aviso de que algo va mal:

Cambio de color en las hojas

Cuando una planta está enferma o siendo atacada por insectos, es habitual que se produzca un cambio de color de hojas.

Manchas amarillas. Pueden ser síntoma de enfermedad, de que las raíces se están pudriendo, de que hay una infección, o de que la orquídea no tiene bien cubiertas sus necesidades nutricionales.
Manchas inusuales. Si aprecias manchas irregulares en color negro o marrón, esto es síntoma de la presencia de hongos, bacterias o virus.

Deformidades en las hojas o en las flores

Conoces muy bien la particular forma que tienen las flores de las orquídeas y también sus hojas. Pero una orquídea enferma puede sufrir malformaciones en ambas partes o en solo una de ellas.

  • Distorsiones. Si hay hojas o flores que tienen un crecimiento distorsionado, esto puede ser una evidencia de que hay infecciones virales o de que la planta no está en las mejores condiciones ambientales para ella.
  • Caída prematura de las flores. Nos indica que la orquídea está sometida a estrés o tiene problemas en sus raíces, pero también puede producirse este fenómeno a consecuencia de una enfermedad.

Pérdida de turgencia

Las orquídeas tienen un tacto turgente tanto en sus hojas como en sus flores, así que ante cambios en su aspecto debemos actuar con rapidez.

Si las hojas empiezan a mostrar un aspecto arrugado o aparecen pliegues en ellas, nos pueden estar avisando de que la planta está deshidratada o de que hay algún tipo de problema en las raíces.

Pudrición de raíces

Es bueno que las raíces de la orquídea reciban luz de manera directa, de ahí que usemos macetas transparentes. Esto, además, nos permite ver el estado de las raíces y aprovechar para conocer mejor el estado de salud de nuestra planta.

Si las raíces han adquirido un tacto blando, se han vuelto oscuras, o incluso si desprenden mal olor, esto es un claro signo de que se están pudriendo. Si te has excedido con el riego, tienes que actuar con rapidez para salvar la planta.

Retraso en el crecimiento

La orquídea es una planta de crecimiento lento, pero es algo anormal que pase mucho tiempo sin generar nuevos brotes. Si notas que la tuya no crece, es posible que haya algún problema con las raíces, que esté sufriendo deficiencias nutricionales, o incluso que esté sometida a estrés.

Cambios en el color del medio de cultivo

Para detectar una orquídea enferma también vamos a prestar atención al sustrato. Si resulta que, sin razón aparente, este se descompone, es que hay algún problema con el riego o con el propio sustrato, y eso puede afectar de manera directa a la salud de la planta.

Presencia de plagas

así luce una orquídea enferma

Es posible que la plaga de insectos no sea visible a simple vista, pero sus efectos se van a dejar notar. Si en las hojas de tu orquídea empiezan a aparecer manchas pegajosas, lo más probable es que esté siendo atacada por pulgones o cochinillas.

En caso de que observes cualquiera de los síntomas que hemos detallado, o cualquier otro que te parezca anormal (la planta desprende un olor desagradable, no florece, etc.), es hora de que investigues más a fondo para detectar dónde está el problema.

Un diagnóstico temprano hará que te resulte más sencillo abordar la causa del malestar de tu planta e incrementa las posibilidades de recuperación. Si tienes dudas, siempre puedes consultar con un especialista para saber qué le pasa a tu orquídea enferma y qué puedes hacer para curarla.


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