¿No se te dan demasiado bien las plantas de interior? Si es así, seguro que te va a gustar conocer el philodendron micans, porque es una variedad muy resistente y fácil de cuidar. Y si resulta que lo tuyo son precisamente las plantas de interior, esta no puede faltar en tu hogar.
Seguro que la has visto en más de una ocasión, decorando casas y oficinas, pero es posible que no supieras el nombre de esta bonita planta. Ahora que lo sabes, es hora de conocerla un poco más a fondo y estar al tanto de cómo cuidarla.
Características del philodendron micans
De esta planta ornamental de interior se dice que es ideal para los “principiantes”, porque sus cuidados son muy sencillos. Basta con prestarle un poco de atención para que crezca fuerte y sana, y tenga un aspecto espectacular.
Esta variedad es originaria de América Central y América del Sur. Como puedes imaginar por su nombre, es una especie dentro de la familia de los Philodendron. Pero tiene unas características que la hacen muy especial:
- Hojas aterciopeladas. Lo primero que llama la atención en esta planta es la textura aterciopelada de sus hojas. Tienen un aspecto tan suave que dan ganas de tocarlas. Aunque, como ocurre con todas las plantas, es mejor que no manipules demasiado las hojas. En cuanto a estas, son de un color verde oscuro, y en ciertas condiciones pueden llegar a adquirir matices bronce y cobrizos.
- Tallo colgante. La philodendron micans es una planta trepadora, o colgante si no le ofrecemos un soporte. En ambos casos, sus tallos son muy largos, y en su hábitat natural pueden alcanzar varios metros de longitud.
- Forma de las hojas. Además de por su color y su textura, las hojas de esta planta destacan especialmente por su forma, que nos recuerda a la de un corazón. A medida que la planta va madurando, el tamaño de las hojas puede llegar a ser bastante más grande de lo que estamos acostumbrados a ver en plantas colgantes de interior.
- Floración. Lo verdaderamente importante de esta especie son sus hojas. La floración es muy poco ocasional y, cuando no se produce, no llama demasiado la atención. Porque tiene unas flores relativamente pequeñas (en comparación con el tamaño de las hojas) y con poco interés ornamental.
- Crecimiento rápido. Un punto a su favor es que su crecimiento es más rápido que en otras variedades de Philodendron.
- Capacidad de adaptación. Si le pones un tutor a tu philodendron micans, puedes guiar su crecimiento y convertirla en una enredadera. Si no lo haces, simplemente deja crecer los tallos y tendrás una impresionante planta colgante.
¿Qué cuidados necesita el philodendron micans?
Con todo lo que hemos visto de esta variedad, seguro que ha despertado tu interés. Por eso, si te apetece tenerla en casa, aquí tienes algunos consejos para que esté bien cuidada y te ofrezca toda su belleza:
Condiciones de iluminación
Esta planta prospera mejor en condiciones de luz indirecta. En su hábitat natural suele desarrollarse en lugares de semisombra, así que procura no exponerla directamente al sol para que sus hojas no se quemen.
Coloca la maceta cerca de una ventana, pero asegúrate de que la luz se filtra a través de una cortina, para que los rayos del sol no le causen daños. Si ves que las hojas empiezan a amarillear, cambia la maceta de sitio, porque este síntoma indica que están recibiendo demasiada luz.
Temperatura y ambiente
Una buena temperatura para promover su crecimiento es la que se mantiene entre 18º y 24º C. Debido a su origen, prefiere los ambientes cálidos, así que vamos a evitar ponerla en un lugar en el que reciba corrientes de aire frío.
Humedad para el philodendron micans
También por su origen tropical, estamos ante una variedad que requiere unos niveles de humedad moderadamente altos. Para proporcionarlos, puedes colocar la maceta sobre una bandeja o plato que tenga unos guijarros, y añadir un poco de agua.
Otra alternativa es pulverizar de vez en cuando las hojas. Sería recomendable hacerlo una vez por semana, porque el nivel de humedad perfecto para esta planta está en torno al 80%.
Condiciones de riego para esta planta de interior
Acertar con el riego de las plantas de interior no siempre es sencillo. En el caso del philodendron micans hay que aplicar la moderación.
Deja que la capa superior de sustrato se seque totalmente antes de volver a añadir agua. Si te excedes con el riego, lo único que vas a conseguir es que se acumule demasiada agua en las raíces y estas se acaben pudriendo.
Pero tampoco seas demasiado comedido con el agua, o la planta también lo notará. Si ves que las hojas empiezan a perder su aspecto aterciopelado, es señal de que necesita riego.
Sustrato y maceta
El mejor medio de cultivo para esta variedad es aquel que ofrece un buen drenaje y es rico en materia orgánica. Puedes comprar un sustrato normal en tu tienda de suministros de jardinería de confianza, y luego añadirle un poco de corteza de coco y de madera, así como algo de humus de lombriz que le aporte nutrientes.
Para la maceta, es mejor escoger un recipiente de barro cocido, que evapore la humedad de las raíces. Asegurándose siempre de que cuenta con orificios de drenaje en la parte inferior.
Cuando veas que las raíces ocupan toda la superficie disponible en la maceta, es hora de hacer el trasplante, ya que en caso contrario tu planta no continuará creciendo porque no tendrá espacio para ello.
Poda del philodendron micans
Si la cuidas bien, esta planta puede llegar a crecer mucho de forma muy rápida. Para mantenerla bajo control y darle un porte más compacto, lleva a cabo una poda cuando sea necesaria.
Puedes aprovechar la poda para guardar algunos esquejes de tallo y reproducir tu planta. Eso sí, asegúrate de que tengan, al menos, un nodo con una hoja. Lo único que tienes que hacer es poner el trozo de tallo en sustrato húmedo y esperar a que agarre.
Si sigues estos cuidados, tu philodendron micans desarrollará un follaje aterciopelado y exuberante que se convertirá en un gran atractivo en la decoración de tu hogar. ¿Te animas a poner esta planta en tu casa?