La picea omorika es una variedad de conífera de forma piramidal, que destaca especialmente tanto por su belleza como por su altura. Puede llegar a alcanzar los 40 metros de altura en su hábitat natural, siendo un árbol especialmente impactante, porque nos sentimos realmente pequeños a su lado.
En un jardín no alcanzará tanta altura, pero puedes disfrutar de su belleza si controlas su crecimiento. Además, esta variedad resulta ser el árbol de Navidad perfecto.
Picea omorika, un árbol originario de los Balcanes
Las piceas forman parte de la familia Pinaceae, en la que encontramos unas 35 especies que destacan por su porte piramidal y la por la gran envergadura que pueden llegar a tener (algunas variedades alcanzan hasta 60 metros de altura).
La picea omorika es también conocida como picea de Serbia, porque procede de esta región balcánica. Sin embargo, no tenemos que irnos tan lejos para apreciar su belleza, porque este árbol se ha popularizado mucho en otras zona de Europa gracias a su gran belleza y su potencial ornamental.
Si quieres tener un árbol de este tipo en casa, puedes hacerlo, porque su crecimiento es bastante lento. Si realizas las podas adecuadas, siempre lo mantendrás bajo control.
De este bonito árbol podemos destacar lo siguiente:
- Agujas. La piceas no tienen hojas sino agujas, y en esta variedad son planas, dispuestas de forma espiralada y de color verde oscuro en la parte superior, con dos bandas plateada en la zona del envés. Esto le da a este árbol un aspecto muy atractivo y lo diferencia de otros pinos.
- Conos. Con frecuencia es normal ver que de sus ramas cuelgan una especie de conos de un color pardo pálido, se trata de las semillas.
- Resistencia. Dado que tiene su origen en los Balcanes, ya imaginarás que es un árbol que aguanta a la perfección en zonas frías. Aunque también puede sobrevivir en climas algo más templados, si las temperaturas son muy altas durante el verano, sus agujas podrían llegar a quemarse.
La picea omorika es un árbol muy apreciado por su potencial ornamental, pero también por su madera, que es muy demandada tanto en la carpintería como en la construcción. De hecho, su tala incontrolada y la degradación de su hábitat natural, suponen un riesgo para la supervivencia de esta especie al que se está intentando buscar remedio.
¿Cómo cuidar una picea omorika?
Estamos ante un árbol que puede llegar a ser muy longevo si le aportas los cuidados que necesita. Toma buena nota de nuestros consejos y así disfrutarás de su belleza durante años y años.
Ubicación
No te dejes engañar por el hecho de que esta especie proceda de regiones más frías, a esta picea le encantan la luz y el sol. La ubicación perfecta para la picea omorika es aquella en la que puede recibir varias horas de sol al día y en la que también dispone de un poco de sombra que la proteja durante las horas en las que los rayos solares inciden con más fuerza.
Es precisamente la luz solar directa la que consigue que esta especie crezca con esa forma piramidal tan característica y bonita, porque esta le permite que incluso las ramas que se encuentran más abajo reciban la luz que necesitan.
Suelo
La picea prefiere un suelo con un pH ligeramente ácido o tirando a neutro, pero lo que de verdad resulta esencial para este árbol es que el medio de cultivo en el que está arraigado tenga un buen drenaje.
Como ocurre con la mayoría de los árboles, un exceso de humedad acumulada en sus raíces puede provocar que estas se pudran y causar la muerte del árbol.
Si el suelo que vas a usar es arcilloso o muy compacto y retiene gran cantidad de agua, lo aconsejable es que lo mezcles con otros elementos que potencien el drenaje, como arena o fibra de coco.
Riego
Tanto si plantas semillas como si te haces con un árbol joven, durante los primeros meses tras la plantación el riego debe ser lo suficientemente regular como para que el sustrato esté siempre humedecido pero no encharcado. Esto ayudará al asentamiento de las raíces.
A media que el árbol va madurando, la frecuencia de riego se puede ir espaciando, dejando que el suelo se seque bastante de una vez para otra, pero sin que llegue a secarse del todo.
Fertilización
Las necesidades de fertilización de este árbol no son excesivas. Basta con aplicar un fertilizante de liberación lenta durante la primavera para favorecer un crecimiento más saludable.
No obstante, ten presente qué, por mucho que fertilices, estamos ante un árbol de crecimiento lento porque tiene un ciclo de vida muy largo.
Poda
El árbol adquiere de manera natural su característica forma piramidal, pero puedes podarlo para darle otra forma, para eliminar las ramas muertas o dañadas, o para que no se haga demasiado alto. En cualquier caso, la poda debes llevarla a cabo a principios de primavera, justo antes de que arranque su crecimiento.
Como siempre recomendamos en estos casos, utiliza herramientas debidamente desinfectadas y limpias para no causar al árbol más daño del necesario. Después de trabajar, limpia y desinfecta de nuevo todas las herramientas.
Mulch
Ya hemos visto que a la picea omorika le gusta tener el sustrato siempre un poco húmero. Esto puedes conseguirlo de manera un poco más sencilla si extiendes una capa de mantillo alrededor de su base (sin tocar el tronco).
Con 5 u 8 centímetros de mulch es suficiente para que el suelo conserve su humedad. Además, el mantillo es un aislante, ayuda a que las raíces estén más frescas durante el verano, y las protege del frío durante el invierno.
Aplicando estos cuidados y revisando periódicamente tu árbol para comprobar que no sufre ninguna plaga de insectos ni se ha visto afectado por hongos, la picea omorika crecerá sana y fuerte, dispuesta a acompañarte durante muchos años. Si tienes este árbol en casa nos gustaría conocer tu experiencia, ¿qué cuidados le das? Compártelo con nosotros a través de los comentarios.