El rhus typhina, también conocido como zumaque de Virginia o zumaque flamígero, es un arbusto nativo de Norteamérica, que se ha popularizado a nivel mundial por su alto valor ornamental.
Además, sus hojas son un extraordinario refugio para la vida silvestre, y ha cumplido un importante papel en la medicina tradicional. Es hora de saber mucho más sobre esta curiosa planta.
Origen y hábitat del rhus typhina
El zumaque es nativo de América del Norte, donde se extiende principalmente por la zona este de Estados Unidos y el sureste de Canadá.
Es una planta muy adaptable que es capaz de crecer en diferentes condiciones ambientales. Pero en su lugar de origen crece en zonas boscosas, bosques ribereños, márgenes de carreteras y pastizales. De hecho, ha demostrado ser una especie bastante resistente frente a la contaminación del aire.
Características físicas del zumaque flamígero
Una vez que has visto un rhus typhina, es imposible que confundas esta planta con otra, porque tiene unas características que la diferencian claramente de otras variedades de arbustos.
- Altura y forma. Es un arbusto de tamaño que puede ir de mediano a grande, ya que puede alcanzar entre 5 y 10 metros de altura. Su forma natural es redondeada y extendida, con una corona amplia y abierta que permite disfrutar de la belleza de sus hojas.
- Tronco y corteza. El tronco de esta planta es corto y dividido, con múltiples ramas que se extienden a partir de la base. Su corteza es rugosa, de color marrón-grisáceo. Además, cuenta con unas protuberancias y fisuras que le dotan de una apariencia distintiva.
- Hojas. Sus hojas son pinnadas y alternas, se disponen en forma de pluma a lo largo del tallo, y cada hoja se compone de múltiples folíolos que tienen forma lanceolada o elíptica. Entre la primavera y el verano son de un color verde brillante, pero en otoño pasan por tonos de rojo, naranja y amarillo. De hecho, es precisamente en otoño cuando esta variedad está más bonita que nunca. Después, las hojas caen, porque este es un arbusto de hoja caduca.
- Flores. Las flores del rhus typhina son pequeñas y de color verdoso. Aparecen en inflorescencias erectas (panículas) que emergen de la planta durante la primavera.
- Frutos. Tras las flores aparecen los frutos, caracterizados por su forma redonda y su textura peluda. Los drupas, que es como se llaman, comienzan siendo verdes y se vuelven rojos con la llegada del otoño. De hecho, si no son retirados, se mantienen en el árbol durante el invierno.
Aplicaciones dentro de la medicina tradicional
En la práctica moderna de la medicina el arbusto rhus typhina no tiene la consideración de planta medicinal. Sin embargo, las culturas indígenas de América del Norte han utilizado tradicionalmente partes de esta planta con propósitos medicinales.
La corteza y las raíces se han aplicado para tratar problemas digestivos como la diarrea y la dispepsia. Los extractos de rhus typhina se han empleado para dolores musculares y articulares por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Mientras que las preparaciones a base de zumaque flamígero se han empleado para tratar afecciones cutáneas como erupciones o picaduras de insectos.
A día de hoy, estos supuestos efectos medicinales no están avalados por la ciencia. Es más, se recomienda no utilizar el rhus typhina para tratar enfermedades o afecciones, porque algunas partes de la planta tiene compuestos tóxicos.
¿Qué cuidados necesita el rhus typhina?
El zumaque de Virginia es un arbusto bastante resistente y requiere poco mantenimiento una vez que está establecido en el terreno. No obstante, si le damos unos buenos cuidados, conseguiremos que esté más saludable y bonito.
Ubicación para esta variedad
El mejor lugar para esta planta es aquel que está soleado y tiene algo de sombra parcial. Como la mayoría de las especies de hoja caduca, tolera bien el sol, y necesita una media de seis horas diarias de luz solar directa para crecer de forma óptima.
Es bastante resistente frente al calor, y puede aguantar climas muy cálidos y secos. No obstante, si puedes elegir ubicación, procura que reciba algo de sombra durante las horas centrales del día en verano.
Condiciones de riego
En el primer año tras la plantación hay que regar de forma regular un par de veces por semana. Para ayudar a que las raíces se asienten en el terreno.
Lo que no es necesario es aportar mucha agua en cada episodio de riego. El suelo debe estar uniformemente húmedo, pero nunca encharcado.
Pasado el primer año, este arbusto se vuelve bastante resistente a la sequía, pero solo la tolera durante períodos cortos de tiempo, por lo que no hay que olvidarse totalmente del riego.
Cuando veas que el suelo está seco en una capa de dos a tres centímetros de profundidad, es hora de aportar agua.
Medio de plantación
El rhus typhina crece mejor en suelos bien drenados con un pH entre ligeramente ácido y neutro, que oscile entre 6.0 y 7.0. Además, recibe muy bien la aportación de materia orgánica al suelo, porque le permite obtener más nutrientes.
No obstante, este es un arbusto muy adaptable. Puede llegar a crecer en suelos arcillosos, aunque en este caso habrá que limitar mucho el riego para que las raíces no se pudran por efecto de la humedad. También puede llegar a sobrevivir en suelos extremadamente secos, siempre y cuando tengamos la previsión de aportar el agua que necesita.
Si el suelo es fértil, no requiere de fertilización adicional. En caso de que no lo sea, puedes aplicar un fertilizante equilibrado en primavera, o añadir un poco de compost orgánico o de humus a su sustrato.
Poda del rhus typhina
Si tienes espacio suficiente para que crezca y se desarrolle, lo mejor es no podar este arbusto, dejar que crezca libremente para que sus hojas muestren toda su belleza. Pero siempre hay que podar las ramas que muestran síntomas de enfermedad o lesión, y aquellas que hayan muerto.
Puedes llevar a cabo la poda en cualquier época del año, pero intenta evitar hacerlo en primavera y verano, ya que podría aumentar el riesgo de sangrado de savia y el arbusto tardará más en recuperarse.
Fácil de cuidar, adaptable y muy bonito, el rhus typhina es una buena elección para aquellos que buscan un arbusto que no les dé mucho trabajo y tenga un gran valor ornamental.