Lirio sagrado, azucena japonesa… La Rohdea japónica es una de las plantas orientales que más te puede llamar la atención. En todos los sentidos. Es fácil de cuidar, de gran belleza, con múltiples usos medicinales…
Pero, ¿qué sabes de esta planta? A continuación te damos una primera aproximación para que te enamores de ella, si no la conoces, o bien te haga más ilusión tenerla en el jardín. ¿Empezamos?
Rohdea japónica: una planta resistente y de bajo mantenimiento para principiantes
Tal y como te hemos dicho, la Rohdea japónica es una planta conocida por otros nombres, como los anteriores, o bien azucena sagrada o lirio de China. La primera vez que apareció un registro de la Rohdea japónica fue en 1821, cuando los naturalistas Carl Peter Thunberg y Albrecht Wilhelm Roth la describieron.
Se trata de una planta de tipo herbáceo, perenne y que apenas necesita cuidados (algunos sí). Se caracteriza por ser una masa gruesa de muchas hojas, que se distribuyen en forma de roseta. Esto hace que crezca unos cuarenta o cincuenta centímetros de altura, con las hojas lanceoladas y de color verde oscuro menos los bordes, que suelen ser de un crema o blanco sucio.
Y sí, si te lo estás preguntando desde ya te decimos que florece, aunque ya te avisamos que las flores no son lo más bonito de la planta, sino más bien las hojas. Echa flores en primavera, de donde sale una espiga de ocho centímetros, en el pleno centro de las rosetas. Esta espiga estará llena de flores de menos de doce milímetros con forma acampanada y de color blanco.
Y tras acabar su floración aparecerá el fruto, unas bayas de color rojo bastante llamativas.
Originaria de Japón y de China, esta planta podríamos decirte que es única en su especie, pero lo cierto es que hay muchas variedades de cultivares, si bien solo tres son los más conocidos: Rohdea japónica, Rohdea tonkinensis y Rohdea eucomoides. En el caso de Japón, donde es nativa, se pueden encontrar plantas con las hojas con franjas amarillas o blancas.
Los usos medicinales de Rohdea japónica y cómo aprovechar sus propiedades curativas
Aparte de por la decoración que ofrece la Rohdea japónica, otro de los motivos por los que muchos se decantan por esta planta es debido a sus usos medicinales. Entre ellos, hay que destacar el que sea diurética (al tomarla en infusión), así como depurativa.
Pero también nos encontramos con un uso febrífugo (para bajar la fiebre), para tratar los dolores de garganta o incluso como tratamiento de forúnculos y abscesos.
Cuidados básicos para mantener saludable a Rohdea japónica en tu jardín
Ahora que conoces un poco más a fondo la Rohdea japónica, es posible que te interese para tu jardín, ya sea en maceta o plantada en el suelo. No es difícil de cuidar, todo lo contrario, pero sí es necesario que tengas en cuenta algunos detalles importantes, y básicos, para que no se te muera.
Aquí te detallamos estos:
La ubicación y temperatura de la Rohdea japónica
Si tuviéramos que decantarnos por una buena ubicación para esta planta, entonces diríamos que esa sería el exterior. Ahora bien, una vez fuera, será mejor ponerla en semisombra, si bien puede tolerar tanto el sol directo como la sombra.
Entonces, ¿por qué semisombra? Debido a que así evitas el calor extremo y la falta de luz. Si bien puede tolerar muy bien estar en sombra, si de verdad quieres que se desarrolle bien necesitará luz.
En cuanto a la temperatura, tolera bien el calor, y también el frío, siempre que no sea extremo o haya heladas continuas. Si pasa esto entonces lo más seguro es que en lugar de perenne se comporte como de hoja caduca.
Sustrato
Necesitarás un suelo muy rico en nutrientes, como puede ser el humus, al mismo tiempo que sea fresco, ligero y drenado. Apuesta por tierra arcillosa y alcalina y a ser posible mézclala con algo de drenaje extra ya que no es recomendable que se queden acumulaciones de agua en la tierra.
Riego
La Rohdea japónica no es una planta que necesite un riego constante. De hecho, en invierno no se riega apenas, mientras que en primavera y verano, aunque sí se riega a menudo, hay que esperar a que se le seque del todo la tierra (de ahí el usar el humus para que además quede húmeda más tiempo).
No te asustes si te olvidas de regarla alguna vez, lo cierto es que tolera mucho mejor la sequía que los encharcamientos.
Abonado
Como hablamos de una planta perenne, que necesita nutrientes todo el año, sí que es recomendable que tenga un abono constante. O casi.
Para empezar, sería adecuado un fertilizante mineral de liberación lenta anual, puesto siempre cuando llegue la primavera.
Pero, además, cada dos años, deberás usar abonado de materia orgánica (estiércol) para nutrirla (salvo que la trasplantes, en ese caso mejor no si le echas tierra nueva).
Cómo prevenir y tratar enfermedades comunes de Rohdea japónica
En cuanto a las plagas y enfermedades habituales en la Rohdea japónica, lo cierto es que no es una planta a la que le afecten mucho. Pero sí es cierto que hay algunas enfermedades importantes a tener en cuenta:
Falta o exceso de luz. Hará que las hojas se vuelvan más blancas (pierdan el color original) o bien se quemarán. Ante esto la solución es fácil: ponerlas al sol si es falta de luz; o quitarlas de este si el sol las está quemando.
Falta o exceso de agua. En general, sería más el exceso de agua, ya que esto puede perjudicar a las raíces de las plantas. De hecho, si notas que la tierra está muy empapada, lo mejor que puedes hacer es quitarle toda la tierra de la maceta (sácala de esta) y ponle nueva, seca, para intentar evitar el problema de pudrición de raíces.
Propagación de Rohdea japónica: cómo multiplicar esta planta de forma exitosa
Para finalizar, la reproducción de la Rohdea japónica hay que hacerla por división de mata. Esto es mejor hacerlo cuando se trasplanta, de tal forma que no tendrías que cambiar de maceta, sino dividirla y así tener nuevas plantitas.
Como ves, la Rohdea japónica puede ser una buena adquisición para tu jardín. Le aportará ese toque oriental al tiempo que tú disfrutarás de una planta que estará todo el año contigo. ¿La conocías? ¿Te animas a tenerla?