Quizás este nombre no sea uno que reconozcas. Pero si en lugar de decirte sedum nussbaumerianum, te decimos sedum adolphii, seguro que cambia la cosa.
¿Aún no? ¿No sabes qué suculenta es esta? Entonces déjanos mostrarte cómo es esta planta y cuáles son los cuidados principales. Seguro que te acabas enamorando de ella.
Cómo es el sedum nussbaumerianum
El sedum nussbaumerianum, como te hemos dicho antes, también se comercializa con el nombre de Sedum adolphii, sedum dorado o sedum cobre debido al colorido que tienen sus hojas. Se trata de una suculenta originaria, como muchas de ellas, de México, concretamente de la zona volcánica de Veracruz.
La planta crece en forma de arbusto y cuando está en maceta cubre totalmente el ancho de esta, llegando incluso a ser colgante debido a que se desarrolla muy rápidamente. No es una planta que crezca mucho en altura (apenas los 30 centímetros), pero sí que es muy prolífica a lo ancho. Además, no hay ningún problema con plantarla en el jardín, irá cubriendo fácilmente el suelo y creciendo mínimamente en altura.
En cuanto a las hojas, estas son lanceoladas, gruesas (porque almacenan ahí el agua) y bastante robustas. Terminan en punta y su colorido es un verde amarillento, aunque cuando les da suficiente el sol se vuelven las puntas de color dorado (de ahí ese nombre curioso). Aunque a algunos les gusta conservar un colorido verdoso, son muchos otros los que aprecian más la tonalidad naranja que adquieren cuando le da mucho sol.
Además, esta planta florece. Suele ocurrir en los meses de primavera y verano y sus flores son de color blanco y en forma de estrella. Al contrario que otras suculentas, lo cierto es que esta sí que florece de forma más abundante, con lo que no te dará muchos problemas para verlo.
Un sedum nussbaumerianum que ya no se llama así
Así es. Uno de los datos que debes saber del sedum nussbaumerianum es que cada vez será más complicado que lo encuentres con esta denominación. Según el registro oficial de suculentas, International Crassulaceae Network, el nombre sedum nussbaumerianum ya ha quedado en desuso y a partir de ahora solo se reconocerá esta especie como sedum adolphii.
Cuidados del sedum nussbaumerianum
Ya conoces un poco más de esta suculenta. Y si la ves en las tiendas (tenga el nombre que tenga), es posible que te guste lo suficiente para comprarla.
Sin embargo, para que salga adelante y de verdad te llene la maceta o puedas disfrutar de este arbusto, necesitas conocer cuáles son los cuidados más importantes que tiene. Y en este sentido, te los hemos recopilado para que no tengas problema con ella. Toma nota.
Ubicación y temperatura
Como buena suculenta que es, el sedum nussbaumerianum necesita estar en el exterior y a ser posible donde le dé una buena luz solar directa de entre 4 y 6 horas diarias. Ahora bien, ¿quieres que las hojas sean más verdes? Pues ponla en semisombra? ¿Prefieres que luzca naranja? Entonces a pleno sol más tiempo.
Lo que no te recomendamos de ninguna forma es que la pongas en sombra o con muy poquita luz porque al final la poca humedad que haya le afectará y hará que no tire adelante.
Eso sí, al principio tendrás que ir adaptándola al sol ya que, donde la compres es posible que no la tengan al sol sino que este puede estar filtrado.
En cuanto a la temperatura, la ideal para esta planta estaría entre los 15 y los 25ºC. Lo normal es que puede tolerar más calor, y también más frío. De hecho, puede soportar hasta los -2ºC siempre que sean de manera esporádica (y no constantes). Si es más, tendrás que protegerla.
Sustrato
La tierra para el sedum nussbaumerianum debe ser ligera, lo que implica que necesita un drenaje extra para conseguirlo (corteza de árbol o tierra de orquídeas, tierra volcánica, etc.). Lo mejor es aplicar sustrato universal, humus de lombriz y ese drenaje para obtener lo mejor de la planta.
Riego
El riego en las suculentas es mínimo, ya lo sabes. Pero en el caso del sedum nussbaumerianum debes tener en cuenta que, al tener unas hojas tan gruesas, no necesita tanta agua como otras plantas. Por eso, te recomendamos regarla una vez cada 15-20 días en primavera y verano, mientras que en invierno puede ser una vez al mes o más.
En este caso presta muchísima atención a la humedad. Es casi mortal para esta planta así que intenta que no le afecte. Lo notarás si ves que las hojas parecen como si se hubieran mojado y tuvieran una «camiseta húmeda» que acabará pudriendo la planta irremediablemente.
Abonado
En general las suculentas no son plantas que necesiten de abono. Pero si llevan mucho tiempo contigo sí que puedes darles nutrientes de vez en cuando en el agua de riego.
Plagas y enfermedades
Las plagas y enfermedades no suelen afectar al sedum nussbaumerianum, pero sí hay que estar pendiente de ellas.
En el primer caso, las cochinillas, caracoles y arañas pueden hacer de las suyas en esta planta. En el segundo, la humedad, el riego y la falta de sol son los principales problemas a los que te vas a enfrentar. Pero, si lo coges a tiempo, podrás recuperarla.
Multiplicación
Para finalizar, si quieres propagar tu planta para tener más de estas suculentas, debes saber que hay varias formas de hacerlo:
- Mediante semillas, sacadas de las flores que saque en primavera y verano. No es un método muy utilizado debido a que tarda bastante tiempo en salir adelante y crecer lo suficiente.
- Mediante hojas, ya que de estas puedes sacar nuevas plantas. Solo has de darles tiempo para que creen una roseta y a partir de esta crecerá una planta.
- A través de ramas de la planta. Así es, si en algún momento se te rompe una rama, del corte de la planta volverá a salir una nueva planta, pero también de lo que se ha cortado. Puedes sellar ese corte y plantarla en tierra para que, en cuestión de días, desarrolle raíces y tengas una nueva planta.
Como ves, el sedum nussbaumerianum es toda una “joya” para el jardín. ¿Te animas a tenerlo?