Las rosas son de las que nos vienen a la cabeza si pensamos en flores, y es que son apreciadas en el mundo entero por su gran belleza y su agradable aroma. Si te gustan estas flores, seguro que ya sabes que existen una amplia variedad de tipos de rosales.
No todos son aptos para tenerlos en nuestro jardín, porque algunos necesitan unas condiciones muy específicas para crecer fuertes y sanos, pero un buen amante de la jardinería debería conocer las tipologías más comunes de esta planta.
¿Por qué nos gustan tanto las rosas?
En el mundo existen impresionantes jardines llenos de rosas, y esto no es casualidad. Se debe a que estas flores son muy apreciadas en diferentes culturas por motivos como estos que te contamos a continuación:
- Simbolismo. En muchas culturas, las rosas tienen una fuerte carga simbólica que se asocia con su color. Así, las rosas rojas simbolizan la pasión y las amarillas son sinónimo de amistad.
- Estética y belleza. No cabe duda de que una de las principales razones por las que estas flores son tan populares es por su gran belleza.
- Fragancia agradable. A su bonita estética hay que sumarle que muchas de las variedades de estas flores desprenden un aroma muy agradable que se utiliza también en el sector de la perfumería y la cosmética.
- Cultivo versátil. Los rosales son plantas versátiles y muy adaptables, capaces de ajustarse a diferentes condiciones climáticas. Esto facilita su cultivo en muchos lugares del mundo.
- Amplia variedad. Como vamos a ver, hay rosas para todos los gustos. Existen tantos tipos de rosales, que es fácil que cada persona pueda encontrar el que más se ajuste a su gusto y a su capacidad de cuidado.
- Durabilidad. Incluso tras cortarlas, las rosas pueden sobrevivir más tiempo que otras flores. Esto las ha convertido en las auténticas protagonistas de los ramos y arreglos florales.
Tipos de rosales que podemos cultivar
Ya sea en el jardín o en maceta, existen una amplia variedad de rosales que podemos tener en nuestro hogar. Si les damos unos buenos cuidados, cuando llegue la primavera disfrutaremos de la increíble belleza de las rosas.
Rosal de pitiminí
Las rosas de pitiminí proceden del rosal mini o rosal enano, que es la variedad más pequeña que existe, y resulta ideal para tener en macetas.
Estos rosales se caracterizan por tener un tamaño compacto, y pocas veces superan los 50 centímetros de altura. A pesar de ser pequeños, su floración es muy abundante. En función de la especie de que se trate, las flores aparecerán de manera individual o agrupadas en racimos.
Una de las claves de su belleza es que hay rosales miniatura disponibles en una amplia variedad de colores que van desde los más clásicos como el rosa hasta llamativos como el amarillo.
Por lo que respecta a sus cuidados, estos no difieren demasiado de los de otros tipos de rosales. Necesitan luz solar directa, un suelo bien drenado y riego regular. La poda tenemos que hacerla de forma ligera para estimular un crecimiento compacto y la aparición de nuevas flores.
Rosa rugosa
El rosal rosa rugosa es originario de Asia y se ha hecho muy popular por ser algo diferente de otras variedades y por su gran resistencia.
Es una planta con hojas rugosas, de ahí su nombre, y con un follaje bastante denso. Si recibe unos buenos cuidados, crece en forma de arbusto y puede llegar a alcanzar los dos metros de altura.
Sus flores son grandes y vistosas, con un agradable aroma, y en una amplia variedad de colores. Lo normal es que tengan cinco pétalos dobles o semidobles. Además, da unos frutos conocidos como escaramujos que son ricos en vitamina C y se suelen emplear para elaborar mermeladas y tés.
El rosal rosa rugosa es una variedad muy resistente y capaz de adaptarse a diferentes condiciones climáticas y tipos de suelo. Puede tolerar la salinidad, así que es una buena opción para plantar en zonas de costa.
Rosales trepadores
La principal característica de estas plantas es que crecen en vertical en lugar de en forma arbustiva como la mayoría de las variedades de rosales. Sus tallos son más largos y flexibles, y esto les permite trepar y extenderse hacia arriba.
Sus rosas son simples o dobles según la variedad de que se trate. Destacan por sus colores, su belleza y su aroma. No obstante, su tamaño suele ser algo más pequeño que en otras variedades de rosales.
Si vas a tener uno de estos rosales en casa, recuerda que es importante aportarle un buen soporte para que los tallos puedan trepar. Puedes utilizar una pérgola, un enrejado, o incluso un muro.
Rosales comestibles
Mientras que otras plantas tienen variedades comestibles, con los rosales esto no es habitual. Pero hay excepciones:
Rosa rugosa. Como señalábamos antes, su fruto se utiliza para elaborar mermeladas y tés, porque es rico en vitamina C y en otros nutrientes.
Rosa gallica. También conocida como rosa de Provenza, es una especie muy utilizada en la elaboración de confituras y conservas. Sus pétalos también se han empleado a lo largo de la historia para elaborar aguas florales y mermeladas.
Rosales Meilland
Los rosales Meilland están compuestos de un conjunto de rosas híbridas y fueron desarrollados por la casa de rosas Meilland en la década de 1860.
A partir de estos rosales se han creado variedades que se han vuelto muy populares y son apreciadas por su belleza, su fragancia y su resistencia. Algunos ejemplos son la rosa de Pierre de Ronsard, Bonica y la Francis Meilland.
Estos rosales son apreciados porque dan flores de buen tamaño y bien formadas. Además, pueden adaptarse a diferentes condiciones climáticas y son de fácil cuidado.
Rosales rastreros
También son conocidos como cubresuelos o tapizantes. Esta variedad se caracteriza porque se extiende y puede cubrir amplias áreas del suelo gracias a su crecimiento horizontal.
Tienen una altura moderada y producen flores de diferentes colores y formas, simples o dobles, según la variedad de que se trate.
Otro punto a su favor es que son plantas muy resistentes, capaces de adaptarse a diferentes tipos de suelo y a diferentes condiciones climáticas.
Como has comprobado, hay muchos tipos de rosales y cada uno de ellos da rosas diferentes. Sin duda, esta es una de las plantas más espectaculares que nos ha regalado la naturaleza.