Tutores de musgo: cómo hacer uno en casa fácilmente

Como sabes, algunas plantas necesitan de un apoyo para poder crecer y desarrollar nuevas raíces. Estos los podemos encontrar en las tiendas, pero a veces no son lo más recomendable. ¿Qué tal si te enseñamos a hacer tutores de musgo?

No son difíciles y te puedes asegurar de que, efectivamente, va a ser nutritivos para tus plantas. Además, podrás hacer variaciones para conseguir mejorar la calidad de vida de tus plantas. ¿Empezamos?

Por qué usar tutores de musgo

Como sabrás, los tutores de musgo están compuestos de musgo. Y este ayuda a las plantas a desarrollar nuevas raíces con las que se fijan a ese apoyo y pueden seguir creciendo. De hecho, en ocasiones las plantas no crecen debido a que no tienen ese tutor, lo que hace que la planta se estanque y, con el paso del tiempo, puede provocar que la planta se debilite o se deteriore ya que no ha sacado nuevas hojas.

Otra de las razones por las que deberías usar tutores de musgo es porque muchas plantas, sobre todo las trepadoras epifitas necesitan desarrollar raíces aéreas y estas requieren de unas condiciones ambientales que, quizá, no puedas proporcionarle por sí mismo (por ejemplo, una humedad constante). Por eso, estos tutores pueden ser un medio bastante útil para que la planta obtenga lo que necesita.

Hay una gran diferencia entre usar un tutor o no hacerlo. Te lo vamos a poner fácil. Piensa en un poto. Cuando es colgante las ramas son largas y tiene hojas, pero no demasiado grandes, sino que se mantienen en un tamaño pequeño o mediano.

En cambio, cuando se pone un tutor lo normal es que las hojas sean mucho más grandes y más fuertes; además de que su crecimiento va a ser mayor.

Qué plantas necesitan tutores de musgo

La verdad es que darte un listado de plantas que necesitan tutores de musgo sería muy largo. Pero en general, muchas de las plantas tropicales estarían muy a gusto con un tutor de musgo, sobre todo si es fresco y si puedes regarlo y que se mantenga húmedo todo el tiempo, porque así conseguirás esa humedad ambiental que necesita la planta.

Algunas de las más habituales que lo necesitarían serían las siguientes: monstera deliciosa, mínima o adansonii, philodrendron, potho…

Cómo hacer tutores de musgo

Ahora sí, prepara los elementos que vas a necesitar porque te vamos a enseñar paso a paso cómo hacer tutores de musgo para tus plantas. Ya te avisamos que no es nada difícil, pero sí tendrás que dedicarle un tiempo.

Las ventajas que ofrece hacer tus propios tutores de musgo son bastantes. Para empezar, tendrás un tutor hecho por ti mismo en el que sabrás a ciencia cierta lo que lleva. Además, el musgo va a ser más fresco, todo lo contrario de los que nos encontramos económicos en las tiendas que no son fáciles para las plantas para «fijarse» y echar raíces.

Prepara los elementos

A la hora de hacer tutores de musgo debes tener en cuenta los siguientes elementos:

• Musgo Sphagnum. Es el más recomendable, sobre todo porque es capaz de retener mucha agua y así ayudar con la humedad a las plantas (sobre todo a que desarrollen mejor las raíces aéreas).
• Un palo. De madera a ser posible, pero si tienes de bambú mucho mejor. Eso sí, no te vale un palito que tengas, necesitas uno con un grosor medio o mayor, sobre todo si la planta es grande.
• Hilo de sisal o cuerda natural. Te servirá para atar el musgo al palo. Este se caracteriza por ser fino pero muy resistente.
• Recipiente.
• Agua.
• Tijeras.
• Guantes.

Con todo esto ya tendrás todo para ponerte a hacer los tutores. Ahora bien, puede ser que quieras hacer alternativas a este tutor. Y es que muchos optan también por hacer tutores de musgo echando tierra también (tierra como humus, turba, tierra rica en abono, compost…). Cuando se hace así el palo de madera está bien, pero se necesita también una tela metálica para sellarlo y así poder introducir la tierra y el musgo para que no se escape nada.

Paso uno: el musgo al agua

Cuando compras el musgo Sphagnum lo normal es que este te venga deshidratado, por lo que el primer paso que deberás dar es el de hidratarlo.

Para ello, tienes que coger un recipiente, llenarlo de agua y meter dentro el musgo. Esto hará que crezca, así que no cojas un recipiente pequeño, sino uno más grande.

Tendrás que esperar unos 20 minutos a que se hidrate del todo.

Paso dos: preparar el palo

A continuación, y mientras está el musgo hidratándose, puedes coger el palo y revisar que esté bien (que no tenga signos de alguna enfermedad o plaga). Una vez hecho, coge el hilo y átalo en la parte superior del palo. Esto se puede hacer con un nudo o bien, si tienes a mano silicona, podrías usarla para fijar la cuerda en la parte superior y que así no se te vaya a escapar de ninguna forma.

Asegúrate de tener una superficie donde te quepa bien el palo, y de protegerla (quizá un mantel o algo similar) porque cuando empieces a trabajar con el musgo se va a mojar).

Paso tres: montar los tutores de musgo

Ya tienes el palo listo. Y tienes el musgo. Así que ahora solo queda ponernos manos a la obra.

Para ello, coge un poco de musgo con la mano y escúrrelo un poco para que deje el agua. Tienes que coger lo suficiente como para poder rodear el palo con él ya que el objetivo es rellenar con musgo el palo y fijarlo con el hilo.

Al principio será complicado, pero conforme le cojas práctica te será mucho más fácil y rápido el proceso.

Esto tienes que hacerlo a lo largo de todo el palo excepto los 20-30 centímetros finales, que se dejan sin nada porque es la forma de asentarlo en la maceta o tierra de la planta para que no se mueva.

Es cierto que la capa que pondrás de musgo no va a ser muy ancha, sino más bien estrecha. Pero eso no quiere decir que no puedas volver a poner más y más capas de musgo a lo largo del palo para que tenga más grosor (y sobre todo para que la planta tenga más espacio para fijarse a este).

¡Y listo! Así es como se hacen tutores de musgo. ¿Te animas a probar tú ahora?