No es fácil hacer un jardín alrededor de una piscina, la proximidad al agua y las horas de sol dificultan la situación. Afortunadamente podemos encontrar soluciones adecuadas con las que crear un espacio de ensueño.
Las plantas que se coloquen en torno a una piscina deberán elegirse bien, teniendo en cuenta su altura, su anchura y, sobre todo, su estética. Lo ideal es que ofrezca alguna bonita flor y que incluso se vea agradable durante el invierno. Para conseguir esto tendrás multitud de variedades entre las que elegir como diferentes plantas que ofrezcan flores o frutos, arbustos, etc.
Algunas coníferas también pueden ser buena opción, siempre y cuando se mantengan grandes y se opte por no podarlas. Si colocas arbustos lo mejor es colocarlos en grupos, pero sin formar una alineación demasiado planeada. Piensa que deber dar altura, volumen y consistencia a ese espacio.
Las plantas perennes no están recomendadas ya que, aunque las vemos grandes en sus macetas, quizá en plena tierra y al lado de la piscina se vea demasiado diminuta. Es aconsejable no rodear la piscina de forma perfecta para dar un aspecto más natural y siempre dejando un espacio libre de 60-75 cm para poder limpiar con tranquilidad.
De entre los arbustos de hoja caduca más recomendados se encuentran el Syringa x prestoniae, Viburnum en todas sus variedades o la conífera Cotoneaster acutifolius. Son de gran tamaño y tienen la capacidad de crecer rápidamente, creando un ambiente único.