No hay como las aromáticas vainas de vainilla y es por eso que ningún amante del huerto debe dejar de cultivar su planta para así disfrutar del sabor natural de este producto tan noble.
Para incorporar en postres y cremas, la vainilla es el ingrediente ideal y es por eso que hoy aprenderemos a cultivar la planta que regala estas irresistibles vainas.
Orígenes y biografía
La vainilla es una vaina comestible de un género de orquídeas siendo la más popular la Vanilla planifolia. Se trata de una planta de origen tropical que es muy frecuente encontrar en África, precisamente en Madagascar, así como en México.
Para cultivar vainilla es preciso contar con un ambiente tropical para así repetir su hábitat natural. Lo ideal es que se desarrolle en un lugar cálido y húmedo por lo que una opción son los invernaderos. Además, la planta debe estar expuesta al sol.
Es una especie que necesita un riego esporádico durante el primer mes para luego recibir un riego regular con agua blanda. Evita siempre el exceso del agua.
Para cultivar vainilla hay que tener paciencia pues la floración se produce recién a los dos a siete años y dura apenas 6 semanas al año. Lo que es peor, se requiere de gran precisión pues las vainas se obtienen a partir de la polinización de la flor y las flores tienen una vida de apenas 24 horas.
El proceso
Una vez que compras el esqueje de vainilla hay que sumergirlo en agua para dejarlo durante cinco días. Luego se planta en la tierra y se agrega mantillo. Cuida que la planta reciba al menos medio día de sol.
Cuando se produce la floración, es momento de polinizar las flores. Para lograrlo, se empuja el polen con los dedos y se expone el estambre con los dedos. Entonces hay que colocar el polen en la cresta. Luego de la polinización, las vainas nacerán a los dos meses aunque habrá que esperar 9 meses hasta que maduren.
