El acebo es uno de los árboles más populares en los jardines ya que, a pesar de tener hojas espinosas, es muy decorativo y muy fácil de cuidar. Resiste sin problemas las altas temperaturas y las heladas, y además se puede podar sin problemas a finales del invierno.
Sepamos más sobre este increíble árbol.
Características principales del acebo
El acebo, cuyo nombre científico es Ilex aquifolium, es una planta que puede superar los 10 metros de altura. Es originaria de sur y oeste de Europa. Sus hojas son perennes, lo que significa que se mantiene siempreverde todo el año, y son de color verde oscuro en el haz y más claro por el envés, aunque hay diferentes cultivares, como el ‘Argenteo Marginata’ con hojas de color verde oscuro con los bordes blancos.
Es una especie dioica, es decir, que hay pies machos y pies hembras. Las flores son pequeñas, de color blanco. Y el fruto es una baya de color rojo al terminar de madurar, lo cual ocurre en otoño. A pesar de que puedan parecer muy apetitosos, los humanos no deberían de comérselo, ya que podrían acabar teniendo dolor de estómago, náuseas, y vómitos. Las aves y los roedores, por el contrario, se alimentan de ellos sin problemas.
Cuidados del acebo
Los cuidados que requiere este árbol son los siguientes:
- Ubicación: exterior, en semisombra (que tenga más luz que sombra). Soporta hasta los -17ºC.
- Suelos: indiferente. Crece tanto en los ácidos como en los alcalinos.
- Abonado: durante la primavera y el verano se recomienda abonar con abonos orgánicos.
- Trasplante: no tolera demasiado bien los trasplantes. Es mejor trasplantarlo a su ubicación definitiva en primavera.
- Riego: tres veces por semana en verano, y cada 5-6 días el resto del año.
- Poda: se puede podar a finales del invierno.
- Reproducción: por semillas, las cuales se han de sembrar nada más recogerlas, por esquejes de madera semidura obtenidos en primavera, o por acodo aéreo en primavera-verano.
El acebo es un planta muy interesante para jardín, ¿no crees? 😉